A través del continente se ha repetido un patrón: zonas que fueron de clase obrera y que hoy están entre las más solicitadas para vivir. ¿Qué es lo que atrae a la gente a estas áreas?

Desde la dispersión de una ciudad norteamericana contemporánea puede ser tentador sentir envidia de Europa urbana por su densidad. Por lo general, las ciudades europeas históricas han estado mucho más densamente pobladas: en comparación sus calles parecen ser hervideros de actividad, con departamentos compactos pero atractivos que ofrecen un modelo de la vida metropolitana saludable y sostenible. Pero cuando se examinan las áreas urbanas más densas en cada país europeo, se nota un cuadro más complejo y ambivalente que habla de cómo se originaron.