Category Archives: família

SOM DE PICNIC

Bloc amb la intenció d’aportar la informació que nosaltres no trobàvem a internet. S’ha convertit en un gran hobby que gràcies a l’aportació de seguidors del bloc i l’experiència a l’hora de cercar-les, han fet que ja tinguem més de 600 àrees de pícnic referenciades

Moltes gràcies als que ens seguiu; les vostres visites i missatges ens motiven a continuar. Totes les àrees de pícnic que descric són gratuïtes, a no ser que s’especifiqui el contrari.

http://somdepicnic.blogspot.com/p/mapa-zones-de-picnic.html

estudio fraudulento sobre matrimonio homosexual con amonestacion a la onu

NUEVA YORK, 29 de mayo (C-Fam) Denuncias de fraude contra un estudio muy promocionado sobre el modo de ganar partidarios del matrimonio homosexual arrojan luz respecto de cuán propensas son las instituciones de élite a la manipulación ideológica.

Una ruptura es sempre un cataclisme interior

Claire Marin, doctora en Filosofia, professora i escriptora, reflexiona sobre las ruptures

Tinc 46 anys. Visc a París. Sóc membre de el Centre Internacional de Filosofia Francesa Contemporània. No crec que la filosofia pugui ser realment un consol, però ajuda a ordenar el caos interior quan la vida és dolorosa o estressant. Quan no creus en cap déu, la filosofia és molt útil

La esperanza de encontrarse

Por mucho que intentemos planificarla, la vida dispone de nosotros, las cosas se tuercen, se rompen y nos dejan hechos añicos. Claire Marin ha escrito un libro ­difícil y duro, Rupturas (Alienta), en el que se resiste a dejarse llevar por la visión simplista de los nuevos inicios. Si está en ese momento de ruptura sentimental, laboral, familiar, le ayudará a dimensionar el dolor, entender que el borrón y cuenta nueva no forma parte de la naturaleza de la ruptura y que por más que lo deseemos no es un corte limpio, es un desgarro del tejido de una vida en común, y eso nos cambia. No todos tenemos la misma capacidad para sobreponernos y transformar el pasado, pero verter luz y afrontarlo nos ayuda. “Toda ruptura conlleva la esperanza de encontrarse y el riesgo de perderse”.

Toda ruptura es un desgarro?

La mayoría lo son si te involucraste sinceramente en la relación. Estás perdiendo una parte de ti mismo cuando terminas una historia.

¿Las rupturas son nuestras tanto si las producimos como si las sufrimos?

Sí, muchos de nosotros seremos ambos durante nuestra vida, pero también se puede vivir como una liberación, un movimiento de sinceridad y autenticidad, el momento en que dejas de mentir a los demás o a ti mismo.

¿Cualquier tipo de ruptura?

No importa si es amorosa, familiar, profesional o una ruptura con la vida interior, todo depende de la razón de la ruptura y de la forma en que puede dañar a alguien más.

Romper no es una página en blanco.

A todos nos gustaría ver la ruptura como la ocasión de una nueva vida y convertir lo ocurrido en conocimiento. Pero a veces no es más que el efecto de la falta de valor, de la dejadez.

¿Las rupturas no nos cambian?

Pueden transformarnos, depende de la forma en que respondamos a ellas. Puede ser la oportunidad de redefinir nuestra vida, pero también puede ser una experiencia muy destructiva. Estar acompañado por la familia o los amigos es esencial para encontrar la energía para superar la tristeza y la soledad.

¿Nuestra vida está hecha de rupturas?

Sí, y nos gustaría que fueran limpias, pero son un desgarro constante. Desgarramos el tejido de una vida en común en la que las identidades están tan mezcladas que ya nadie sabe dónde empieza uno o acaba el otro.

Queremos que la ruptura acabe rápido, iniciar una nueva vida, ¿es posible?

No si la relación es importante en nuestra vida. Las cosas, los libros, las canciones, los lugares están llenos de recuerdos compartidos. No es tan fácil borrar nuestro pasado, incluso si decidimos terminar una historia sigue viviendo en nosotros, a pesar de nosotros. Una ruptura es siempre un cataclismo interior.

Una enfermedad, un duelo, una depresión, ¿es una ruptura con nosotros mismos?

Al contrario: nos sentimos atrapados en nuestra vida, pegados a nosotros mismos, cuando preferiríamos olvidarnos de nosotros mismos, para salir de nuestra vida.

¿Podría crear nuevas posibilidades o es sólo la experiencia de la pérdida?

Puede tomar algún tiempo, pero podemos descubrir una nueva forma de vida mucho más satisfactoria que la anterior, aunque no hayamos elegido la ruptura. Por el contrario: puede que hayas fantaseado con una ruptura como el comienzo de una gran nueva vida y estar muy decepcionado por ello.

Dice que la mayoría de los fracasos no nos aportan nada. ¿El dolor es inútil?

Por supuesto que sí. Puede ser simplemente destructivo. Algunos fracasos fragilizan a la gente, a veces durante mucho tiempo. Cuando has sido traicionado o humillado, puede pasar mucho tiempo antes de que vuelvas a tener confianza, antes de que vuelvas a confiar en alguien.

Después de una ruptura el otro se convierte en un desconocido, ¿sucumbimos a la ilusión del amor?

A menudo la posibilidad de ser otro pone de manifiesto, de manera dolorosa, las ilusiones del amor y del afecto: ¿cómo ha podido engañarme de esta manera?

Duele.

O tal vez no sea una ilusión, tal vez la otra persona ha cambiado realmente y esa es la razón por la que tuvo que irse: para ser libre de expresar otra parte de su personalidad que no podía existir en la relación anterior.

¿Qué podemos hacer con la rabia?

Convertirla en energía. Energía para hacer algo que no nos habríamos atrevido antes, energía para ser más independientes, para crear. Pero también puede ser muy obsesiva. El tiempo ayuda a manejarla progresivamente.

Cuando nos rompemos, ¿qué es lo que se rompe en nuestro interior?

Puede ser una personalidad en la que ya no encajamos o un compromiso al que no podemos ser leales ahora, porque nuestros sentimientos o nuestra forma de pensar (ideología política, espiritualidad) han cambiado.

¿La ruptura entre progenitores e hijos es inevitable?

Todos tenemos que tomar cierta distancia con nuestros padres para convertirnos en adultos.

Cuando alguien querido muere nos preguntamos por qué. ¿No somos realistas?

Sentimos una terrible injusticia. Y tenemos razón, nada lo justifica. Pero la vida no puede vivirse con garantías, las cosas no pasan como uno se las imagina, no basta planificarlas para que salgan bien, pensar eso es irracional.

¿Cómo vivir sin ninguna certeza?

No podemos, es insoportable. Necesitamos tener alguna relación garantizada (familia, amistad), aunque sepamos que nada es para siempre, confiar e imaginar algunos horizontes de estabilidad para continuar en nuestra vida.

¿Cómo?

Correr el riesgo de vivir es apostar por las alegrías posibles. Y tener la fuerza de recordar, incluso en la noche más trágica, el destello de la felicidad que esconde.

https://www.lavanguardia.com/lacontra/20201008/483926157067/una-ruptura-es-siempre-un-cataclismo-interior.html

Què ens fa feliços? Claus per educar en la felicitat

Què ens fa feliços? Claus per educar en la felicitat

Un dels majors reptes de l’actualitat és educar en la felicitat. Un dels que millor ha pensat la felicitat va ser Sèneca fa gairebé 2000 anys. Ell deia que davant de falses felicitats “la veritable felicitat resideix en la virtut” i al seu torn, que no hi ha virtut sense esforç.    

Però en els temps de la gratificació instantània vivim molt lluny dels ideals de Sèneca. Sí, hi ha molta desorientació però existeix a la vegada preocupació per ella, i especialment per la felicitat dels nens i nenes, que creixen en una societat cada vegada més competitiva i sense referents ètics.  

Normalment tenim moltes idees sobre com cuidar la higiene i l’alimentació dels més petits. Ara bé, si ens pregunten per la seva felicitat, probablement la nostra expressió és d’estupor o desconcert.

Si com a adults amb prou feines coneixem, si és que existeixen, les claus de la felicitat, com sabrem inculcar-la en els nens? En un sistema on es ven i compra tot, com saps ens venen constantment un model de felicitat i d’èxit per a tots igual.

No creus que tant soroll ens confon? En un context així, hi ha dos aspectes que són fonamentals per a educar en la felicitat: les emocions i l’ètica. Anem a pams.   

Una eina fonamental per a fer front a aquesta confusió és l’educació emocional. En què consisteix? Després de segles d’ignorar-les, les emocions es van començar a estudiar i des de fa més de dues dècades es va començar a difondre el concepte de “Intel·ligència emocional” associat a l’habilitat per a gestionar emocions, saber distingir-les i expressar-les.

No obstant això no només es tracta de saber gestionar les emocions amb intel·ligència, sinó també que necessites les emocions per a ser intel·ligent, perquè les primeres influeixen en la teva capacitat cognitiva.

El segon aspecte és l’ètica. Quantes vegades sentim parlar d’ella en una època de crisi de valors! Recorda la frase de Sèneca en la qual deia que la veritable felicitat resideix en la virtut. Una manera de dir que l’ètica és el cor de la felicitat.

Per això educar en la felicitat vol dir també transmetre valors i models de conducta ètica. Això significa alhora ensenyar a distingir entre l’important i el secundari. I potser, sent adult, aprendre-ho tu primer: els resultats acadèmics ens preocupen, però no són el més important del procés de creixement.

Claus per educar en la felicitat

Per tot això, encara que la felicitat sigui un llarg camí personal i intransferible hem de donar armes als més petits perquè el puguin recórrer amb garanties durant tota la seva vida.

La felicitat, com la intel·ligència, s’entrena i requereix uns certs hàbits que has de fomentar. Aquí et deixem algunes claus per a treballar-la. Segur que la majories les coneixes i només has de recordar-les.

Ensenyar el valor, no el preu

Si alguna cosa caracteritza la nostra època és la quantificació de tot: tot ho reduïm a quantitats i després a un valor de canvi en el mercat. Això pot portar als petits a creure que tot es pot comprar i vendre.

Però com saps, no és així. Per això és important que ensenyis a demorar-se i apreciar els moments i experiències que no tenen preu però sí gran valor.

Ensenyar a expressar les emocions

Qualsevol problema o conflicte ens pot semblar “menor” perquè és infantil, però té gran importància per a ells i són grans oportunitats d’aprenentatge que no has de desaprofitar.

En edats en les quals ja escriuen, un exercici magnífic és demanar-los que facin un balanç per escrit de les emocions que han tingut durant el dia. Aprendran a fer això que ens costa tota la vida, també adulta: posar paraules a les nostres emocions.

Elogiar l’esforç, no el talent

Moltes vegades tendim a elogiar el talent “natural” per a fer alguna cosa. No obstant això per al seu creixement i formació el millor és que elogiïs l’esforç, fins i tot quan no serveix per a aconseguir un objectiu, per petit que sigui.

Ensenyar a ser autònoms

L’experiència no la pots inculcar, l’ha de viure cada nen de forma autònoma. El temor al fet que no sigui feliç a vegades et pot conduir a voler evitar-li el fracàs. Un error! L’experiència del fracàs és la millor escola per a educar en la felicitat. Ella ensenya que tota meta requereix un esforç i que aquest esforç a vegades és premiat i d’altres no.

Ensenyar a somiar

Et pot semblar simple retòrica però no és així; quan parlem de “somiar” ens referim a anar més enllà de la realitat tal com ens ve donada. Educar en la felicitat és també ensenyar a no conformar-se, a no renunciar als projectes de vida que et fan feliç.

Proposa sempre activitats artístiques ja sigui a través de textos, dibuixos, fotografies… en les quals puguin expressar els seus somnis i anhels personals.

Jugar!

El joc és l’espai de llibertat perquè és una cosa gratuïta la fi de la qual no és res extern a si mateix: no busca produir res ni ser rentable. No hauràs de “ensenyar a jugar” als nens però amb les llargues jornades amb què se’ls carrega, corren el risc d’oblidar-ho.

Per això, una de les claus per educar en la felicitat és treballar per a conservar i fomentar el valor del joc infantil.  

Educar en la felicitat amb un llibre que pregunta Què ens fa feliços?

En tan sols 15 pàgines, els textos de Marie-Agnès Gaudrat i les il·lustracions de Carme Solé Vendrell per al llibre Què ens fa feliços? de la col·lecció “Moments i emocions” aborden valors com la cooperació, l’empatia, el coratge o la solidaritat.  

Portada del llibre Què ens fa feliços per educar en la felicitat

I el més important: ho fan incitant al diàleg entre adults i nens, perquè els dos puguin reflexionar sobre ells. D’aquesta manera t’ajuda a treballar una altra de les claus de la felicitat com és el diàleg entre pares i fills.

Els dibuixos d’una il·lustradora de referència i amb llarga experiència en la il·lustració per a nens com Carme Solé teixeixen complicitats amb l’imaginari infantil.

De la mateixa forma, les pàgines desplegables conviden a interactuar amb dilemes interessants. “Disfressar-nos del que no som?”, ens diu una pàgina. Però si obrim el desplegable ens trobem amb la pregunta alternativa: “O ser simplement com som?”.        

Educar en la felicitat és tan ambiciós com educar en la recerca del sentit de la vida, però el missatge, senzill i poètic de Què ens fa feliços? és que l’origen de la felicitat és compartir la vida amb els altres i construir relacions positives basades en la generositat.  

Per a respondre la pregunta el llibre torna de nou a Sèneca i ho fa en un llenguatge optimista, entranyable i accessible per a nens i nenes a partir de 5 anys. Sense oblidar-se de dilemes que poden compartir adults i petits: “No fer més que treballar? O prendre’s algun temps per a somiar?”

T’has plantejat el repte d’educar en la felicitat? Explica’ns la teva experiència!

Vivimos bajo una manipulación perversa

La Vanguardia, La Contra. Ima Sanchís. 31 gener 2007

Susana Tamaro, Escritora. Tengo 50 años. Nací en Trieste y vivo en Orvieto, en plena naturaleza, con una amiga, 6 perros, 4 gatos y un montón de cabras. La urgencia es la educación de los niños y tengo una fundación para el desarrollo de la mujer: creo que el cambio depende de nosotras. Soy católica practicante. Publico Escucha mi voz (Seix Barral, y Columna en catalán)

Su vida cuelga en la red… –Sí, fotos de mi infancia, mis perros, mi casa. Mi éxito irritó a muchos y se ha escrito tal cantidad de calumnias sobre mí que era la manera de que los lectores supieran quién soy.
–¿Cuántos padres ha tenido? –Tres o cuatro, ahora es bastante común, pero no lo era en los años 50. Mis padres biológicos cambiaban a menudo de pareja.
–¿Cómo le afectó? –Yo no he tenido una familia porque no me he visto capaz de mantener una relación estable, no tengo un modelo de referencia.
–¿Qué es el mal para usted? –El mal está en nuestro corazón. Temo a la gente que dice yo soy bueno, porque ése es el inicio del mal, pensar que no está dentro de nosotros, que no va con nosotros.
–¿Y cuál el mal social actual? –La manipulación. Hoy la filosofía de nuestro mundo es que es bueno lo que para mí es bueno, por lo tanto la vía del mal esta ahora más tolerada.
–¿Se acabó el humanismo del viejo mundo? –Sí, Europa es un continente acabado. Para empezar, ya no nacen niños. Llegarán otros pueblos y nos transformarán, pero la Europa que hemos conocido es un mundo cansado y sin razón de ser. Nos hemos entregado a la cultura del narcisismo, el culto al individuo, ya no hay comunidad, sociedad.
–¿El feminismo ha fracasado? –Yo participé en ese movimiento y sí, fracasamos, porque ahora para una chica, incluso una niña, lo importante es tener un buen cuerpo, ser carne de cama o de miradas.


–Eso es aspirar a bien poco. –Es de una pobreza para la vida de las adolescentes extraordinaria, peor que en el medievo porque se manipulan, cambian sus labios, sus senos, y lo hacen a los 16 o 18 años. En Italia las niñas de 7 y 8 años van vestidas con minifalda, maquilladas, como pequeñas prostitutas. Son educadas para ser mujeres objeto. Es una perversión total y esta ocurriendo en silencio, ante nuestros ojos.
–¿Cómo corregirlo? –Difícil, hace falta que seamos conscientes de nuestro papel en este mundo: somos tristes consumidores; pero como tales podemos actuar, yo cuando veo un producto cuya publicidad ofende a la mujer dejo de comprarlo. Ésa es una defensa, pero para corregir hay que modificar la educación.
–Adelante. –Lo que ven los niños por la televisión es veneno.Tratamos a los niños como si fuesen cubos de la basura, les damos de todo y luego nos sorprendemos de que sean violentos o se droguen por pura insatisfacción. La educación es la gran batalla política.
–¿A quién le interesa hacer de los niños adultos manipulables? –El gran sueño es transformar todo el mundo en un gran supermercado lleno de consumidores. Los niños son la generación de esclavos mentales del futuro, la televisión los programa para ser compradores y obedecer a los medios de comunicación. Estamos criando niños de una pobreza interior increíble.
–¿Hay que educar en valores? –Sí, la educación no consiste en aprender a manejar ordenadores y dominar el inglés como venden los políticos, la educación son herramientas para saber quién eres y después ser capaz de comunicar con los otros, ni escapar, ni dominar; recuperar los fundamentos: yo miro, yo escucho, yo pienso.
–El modelo familiar tampoco funciona. –Hemos abatido a la familia tradicional sin una alternativa. Los niños ya no se crían en núcleos familiares amplios, tíos, tías, abuelos. Cuando la familia se reduce a un papá, una mamá y un niño, todas las neurosis
recaen en el niño, las ansias de mamá y las de papá. Antes existía el mundo de los niños y el de los adultos.

–Ahora hay más intimidad entre padres e hijos. –A veces demasiada, los niños se hacen cargo de las debilidades de los padres, de sus discusiones, y se explican entre ellos que papá tiene una amante y mamá va al psicólogo; es una locura, el niño se convierte en el confidente, y eso no tiene sentido.
–Todo lo que usted dice es reaccionario para sus críticos.
–Lo sé, pero a mí me parece puro sentido común. Hubo esa gran ruptura en el 68, necesaria y positiva, pero no se ha construido nada y han llegado los medios para llenar el hueco, siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido; si tú no estas con tus propios pensamientos, cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible. Vivimos bajo una manipulación perversa, muy sutil.
–Acabaremos consumiéndonos los unos a los otros. –En eso se basa hoy el sexo, puro consumo, los jóvenes aprenden a acumular relaciones porque ahora toca tener experiencias, todo se consume en el instante. Lástima, porque el primer amor es algo para atesorar.
–Usted ha elegido vivir con una mujer. –Sí, una amiga, porque la vida cotidiana es así más fácil y divertida que viviendo sola.
–¿Por qué no con un hombre? –Son más habituales las incomprensiones, yo nunca he encontrado un hombre que respetara mi mundo privado, la escritura, y además no me libro de esa obligación inconsciente y atávica de atenderlos y cuidarlos.
¿Y dice usted que la prueba de la existencia de Dios es el perro? –Sí, porque el perro es la entrega, el amor total. Creo que Dios lo ha creado para hacernos entender que existe la posibilidad de amar plenamente y sin condiciones, un buen ejemplo si fuéramos menos cobardes.

Los padres agredidos por sus hijos suelen ser universitarios

Karolin Kapper, politóloga y socióloga, especialista en violencias. Tengo 36 años.  Soy alemana. Licenciada en Politología y doctora en Sociología. Investigo sobre temas sociales en la Universidad de Hagen. Casada, dos hijos y medio. La política debería empezar por la solidaridad entre las personas. Creo en el espíritu de la vida, esa es mi diosa.

Los niños bien, pegan a sus padres? Se suele pensar que la violencia filioparental (VFP) se da en las clases bajas, y los estudios indican que afecta sobretodo a familias de clase media y media alta.

¿Padres universitarios? Uno o los dos padres son licenciados en el70% de las familias que recibe Amalgama 7 (entidad de asistencia barcelonesa para este tipo de problemas). La violencia hacia los padres no depende de estudios ni de dinero.

Entonces, ¿de qué depende? Entre otras cosas de los valores en los que se educa. Una orientación excesiva hacia el consumo crea muchas tensiones.

Aumentan en un 60% los casos de hijos que pegan a sus ...

Según los estudios, la edad media de niños que agreden a sus padres es de 16. Sí. En las estadísticas oficiales europeas vemos que los agresores son cada vez más jóvenes y numerosos pese a que existe un gran secretismo: Las víctimas, que en mayor medida suelen ser las madres, se sienten muy culpables; Si es difícil denunciar a tu pareja, lo es más denunciar a tu hijo.

¿Las niñas también pegan a sus padres? En pocos años hemos pasado de un 80% de niños y un 20% de niñas, a un 40% de niñas.

¿Cómo se lo explica? La violencia es como un cuerpo vivo que quiere mantenerse estable, de manera que si eliminas un tipo de violencia y no lo sustituyes con herramientas positivas aparece otra violencia que la sustituye.

Póngame un ejemplo. Si le decimos a los padres que no peguen a su hijo para marcarle los límites y no les enseñamos como ponerle límites de manera pacifica y positiva, el vacío que deja ese tipo de violencia es sustituido por otra, en este caso por la que ejerce el niño.

Lo vemos en las guerras. Efectivamente, tras un conflicto armado aumenta la violencia domestica, ya no se agrede al enemigo sino a la mujer o los hijos.

Triste realidad. Gracias a la epigenética, hoy sabemos que los traumas afectan a los cromosomas, son hereditarios e inhiben nuestra capacidad de sentir empatía (yo soy la última generación que todavía conserva una marca por la segunda guerra mundial); pero es reversible.

La violencia no es sólo física. También es psicológica: gritos, insultos, menosprecio, robos, romper las cosas que tienen valor para el otro. Y en el cien por cien de los casos sufren adicción a las pantallas. Sustituyen sus carencias con los aparatos.

Y cuando hay restricciones reaccionan con violencia. Efectivamente. Se trata de un problema de límites, de saber gestionar las emociones y de poca tolerancia a la frustración. Ante un no, reaccionan con violencia.

¿Niños mimados?  Vemos los dos extremos, el niño hípermimado, o la negligencia debida a la falta de tiempo: los padres no están. Se trata de un problema social y no de familia.

Los valores sociales favorecen la VFP. Sí, trasmitimos valores muy materialistas enfocados al consumo y al exterior en una sociedad llena de inseguridades y miedos, y a menudo los padres no tienen herramientas para orientar a sus hijos en este mundo tan complicado y caótico. Es un problema social que deja sola a la familia.

Las interferencias parentales y la violencia filioparental ...

El triángulo padre, madre e hijo único puede ser complicado. A menudo obliga al niño a colocarse en el papel del mediador asumiendo responsabilidades que no le corresponden. La falta de redes de apoyo es un gran problema actual.

¿Cómo afecta el sistema educativo?Todavía transmitimos valores obsoletos que pertenecen a la era industrial, y esta época requiere más flexibilidad, creatividad, y red de recursos. Esta paradoja también provoca violencia porque a nivel individual és muy difícil de gestionar.

La violencia física y psicológica en los colegios también es ahora más notoria. Educamos en la violencia a través de la tele y los videojuegos; y en muchos ámbitos (política, fútbol, cine…) la violencia es un tipo de comunicación más, incluso valorada.

Va subiendo la temperatura y nos damos cuenta de que hervimos. Todas esas influencias se acumulan en la familia, pero nos inculcan que es el lugar de calma, otra paradoja. Llegamos a casa con las frustraciones del día y descargamos. Algunas familias tienen herramientas para gestionarlo, se conceden tiempo juntos para hablar, por ejemplo durante la cena.

Hay que apagar la tele. Sí, establecer islas de comunicación. Si nosotros no le contamos al niño lo que hemos hecho durante el día no podemos pretender que él lo haga. En las familias que padecen VFP hay una falta de rutinas y horarios. La VFP no aparece de repente.

El hachís también se consume cada vez a edades más precoces. Si estoy horas delante de la pantalla la carga física energética es muy alta, los porros son su medicina para tranquilizarse. Responde “al tengo un pequeño problema y me tomo algo para solucionarlo”, tiene que ver con el consumo, con una manera de pensar .

DAME UN ABRAZO. La violencia filioparental va en aumento y cada vez a edades más tempranas. Kapper lleva años estudiándola e insiste en que no es un problema familiar sino social. Como dice uno deVnuestros grandes filósofos, José Antonio Marina, para educar a un niño hace falta una tribu. Nuestra sociedad fomenta el consumo, la falta de límites, el sálvese quién pueda y el todo vale, pero insistimos a los niños en que deben ser empáticos, esa contradicción nos pasa factura. Las pantallas han sustituido las relaciones humanas y la reflexión. Debemos ser coherentes como sociedad y en casa abrazarnos más. Kapper ha clausurado la I Jornada deVFP, organizada por amalgama-7.

Ima Sanchís. La Vanguardia. La Contra. 13 d’octubre del 2014.