Hija de una peluquera, una luchadora de madre analfabeta, María a los 16 años estampaba en las paredes de Sevilla el apodo que sus compañeros le habían dado: La mala.
Pronto empezó a rapear, irrumpiendo y triunfando con sus letras en un mundo de hombres.
Alcanzó el disco de oro con su primer álbum, Lujo ibérico .
Cuenta con dos Latin Grammy, mejor canción y mejor disco, Bruja (2013);
Su canción Tengo un trato fue destacada en la playlist de Spotify de Obama.
En 2019 recibió el premio Nacional de Músicas Actuales. Ahora lanza su sexto álbum, Mala.
“Dejemos que cada uno recorra su propio camino, investigue, se equivoque, y seremos más felices como sociedad.”
Soy feminista y ecologista. Medito y creo en el karma, en que uno debe dar siempre en vez de pedir. Pero me eduqué en un colegio de monjas.
¿Y cómo le fue?
Todo el día preguntando y preguntando.
Su madre la tuvo muy jovencita.
A los 17 años. Madre soltera. También se hizo cargo de su hermano pequeño. Nos crió juntos e intentó darnos la mejor educación, pero yo quería cantar y a los 18 años ya estaba fuera de casa, he sido una buscavidas, siempre superloca.
¿Y no lo ha pasado mal?
¡Pues claro! No he tenido padrinos. Nadie me ha ayudado. He hecho mi carrera sola. Soy muy atrevida, lo que me dice mi corazón, mi instinto, voy a por ello. He sido decidida y eso es bueno, no lo cambio, pero tiene sus desventajas.
¿En qué problemas se ha metido?
A día de hoy no son relevantes para mí, veo que he llevado un camino muy estimulante. Me he atrevido a viajar, a vivir en distintos lugares con mis hijos pequeños, me he metido en negocios y unos han ido bien y otros no. Me he aventurado.
¿Qué ha andado buscando?
Cosas nuevas. Mi abuela recogía algodón, era analfabeta, y yo me gano la vida escribiendo. El que mi madre consiguiera progresar y salir de Cádiz, y luego yo haya conseguido dejar Sevilla para recorrer mundo es algo muy bonito.
¿El resultado del esfuerzo de tres generaciones de mujeres?
Sí, yo he visto a mi madre trabajar muy duro. Nunca le han gustado los caminos fáciles. Me ha enseñado a ser exigente conmigo misma y me ha dado muchos valores.
¿Qué siente?
Solo puedo sentir gratitud. Para mí tampoco ha sido fácil. Ser artista y criar hijos ha sido complicadito. Nos sentimos culpables y es un error.
¿Cuándo dejó de ser María?
Mala era mi nombre de guerra cuando, siendo menor de edad, era grafitera.
¿Era maluca?
Para nada. Era atrevida. Hay mucha hipocresía en la sociedad y debes pensar por ti misma para distinguir lo que está mal de lo que está bien.
Hay que ser fuerte para hacer valer el propio criterio.
Yo he continuado con ese nombre para reivindicar que si ser mala es ser valiente, inconformista, escoger por ti misma, pues sí, soy mala. Me da igual lo que otros digan.
Empezó con el rap, un mundo de hombres.
El mundo era y es de hombres, y si quieres estar en él tienes que ponerte tu traje de mujer. No ha cambiado nada, por eso soy una feminista radical y abogo por abolir la prostitución.
Cuénteme.
El feminismo liberal dice que si tu quieres ganarte un dinero vendiendo tu cuerpo es cosa tuya. Error, porque el sexo está controlado por proxenetas. En Alemania hay locales de todo incluido: salchichas, cerveza y polvo.
Ya.
Ellas pagan el alquiler de la habitación y para ganarse la vida van a siete tíos por día. No creo que eso sea sano para la mente ni el alma. Más de cuatro millones de alemanes van a estos supermercados del sexo a diario.
Hace falta más debate sobre el tema.
Sí, debe haber más debate social, hablar con normalidad de estos temas sin que te miren con cara de “qué dice esta mal follada”.
¿Qué momentos le han marcado?
El nacimiento de mi primer hijo (le vi las orejas al lobo) y descubrir la meditación. Entre tanto han ocurrido cosas: me separé con los niños muy pequeños, pero no soporto el victimismo. Lo mío ha sido trabajar, echar músculo.
Ganó dos Latin Grammy y desapareció.
Los Grammy no cambiaron nada, seguían sin sonar mis canciones en la radio. Sé que lo mío es un camino largo, quiero aprender mucho más, así que me dediqué a experimentar con la música sin una mirada comercial. Viví en San Diego, en Cuba. Viajar te abre los ojos.
¿Qué ha comprendido?
Que tanto das, tanto recibes; y que hay que levantarse temprano.
¿Qué ha sido lo difícil?
Mirado desde hoy nada. Yo creo que todo consiste en la actitud. Pero la gente te juzga: ser madre, dedicarte a la música y encima ser un zorrón como yo, agárrate.
¿Por su manera de vestir, de moverse?
Si eres madre de tres hijos ya no puedes ir de sexy, tienes que ponerte el burka. Yo creo que el mundo ya es bastante jodido como para machacarnos unos a otros. No sabemos nada del otro, ¿cómo nos atrevemos a juzgarlo?
…
La gente proyecta lo que lleva dentro, y por desgracia muchos llevan mucha basura dentro y la depositan en los otros. Para mí, ver qué hay detrás de la fachada, conocer a alguien, me parece una de las mejores cosas de la vida.
¿Se ha sentido criticada?
Siempre he hecho oídos sordos, lo que digan de mí me da igual, pero Sevilla se me quedó pequeña. La gente joven tiene que expresarse, no puede comportarse como si tuvieran 50 años.
Hay que confiar en los jóvenes.
Hay que darles libertad no ridiculizarles. Dejemos que cada uno recorra su propio camino, investigue, se equivoque, y seremos más felices como sociedad.
Miquel Casas, psiquiatra, especialista en drogadicciones.
Nací en Amer (Girona) y vivo en Barcelona. Soy médico psiquiatra. Soy catedrático de Psiquiatría en la UB, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Vall d’Hebron y presidente de la Fundación Española de Patología Dual. La marihuana daña el cerebro joven.
¿Es peligrosa la marihuana? Para los adultos, no. Pero si vas a conducir, o manejar una máquina, o desempeñar un trabajo que exija concentración…, no la tomes.
Entendido. En cambio, si fuma o toma marihuana un niño o un adolescente…
¿Qué? ¡Es muy peligrosa! Científicamente sabido.
¿Por qué es tan peligrosa a esa edad? Porque la marihuana contiene sustancias que interfieren el neurodesarrollo.
¿Qué sustancias? Tetrahidrocannabinol, cannabinoides y cannabidioles.
¿Hasta qué edad daña al cerebro? Hasta los 23-25 años. Sólo a partir de entonces el cerebro está maduro.
Nuestros jóvenes la fuman antes… ¡Lo sé, por desgracia! España es el país de Europa que más marihuana fuma… y el país con mayor índice de fracaso escolar.
¿Vincula consumo de marihuana y fracaso escolar? Sí: sé que parte de nuestro fracaso escolar deriva del consumo de marihuana.
Esto es muy gordo. Todo empieza porque no atendemos correctamente las psicopatologías infantiles, como el TDHA (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
¡Yo creía que se diagnosticaba mucho! Falso: España es el país de Europa que menos lo diagnostica.
¿Y qué tiene que ver con la marihuana? Mucho: los niños con alguna dificultad intelectiva o psicológica, impulsivos o desafiantes… ¡son más vulnerables!
¿A qué edades se refiere? De los seis a los nueve ya pueden detectarse dificultades, desarreglos…
¿Y por qué son niños más vulnerables? Ante sus dificultades, tras un consumo exploratorio con porros tienen más posibilidades de sentir alivio, la marihuana rebaja sus angustias… ¡Y serán más proclives a la adicción! Y eso será devastador para su cerebro.
¿Cuándo se hace adicto el chaval? Cuando fuma marihuana para sentirse bien, como si fuese su medicina. Y, por desgracia, cada día veo más y más casos…
¿Con qué efectos dañinos? Merma su capacidad de consciencia, de atención, de concentración y de abstracción. En resumen: ¡boicotea el aprendizaje y la construcción de pensamiento!
¿Y si se limitan a fumar sólo un par de porritos en fin de semana? No lo minimice: la planta de marihuana actual tiene entre 10 y 15 veces más potencia psicoactiva que la de 30 o 40 años atrás.
Vaya… ¿Y a qué se debe ese cambio? A la sucesiva selección de semillas de las plantas más potentes, durante años: ¡fumarte un porro hoy… equivale a fumarte 15 porros de cuando éramos hippies!
No tenía ni idea, ¡nadie cuenta esto! Y otro dato: la planta crecida en interior es más potente que la crecida al aire libre.
¿Más dañina para el chaval, pues? ¡Sí! Y la marihuana es la droga que más tiempo permanece en el organismo: alcohol o cocaína se eliminan en 48 horas, como mucho. La marihuana permanece en el organismo ¡21 días! Eso favorece su acumulación.
¿Con qué consecuencias? Aunque el joven fumase sólo los fines de semana, llegará a junio saturado de cannabis acumulado: ¡fracasará en los exámenes!
Hay quien ha fumado y ha aprobado. ¡Sin marihuana hubiese sido sobresaliente! Y eso es una lástima, ¿no le parece?
¿Qué notaremos los padres en el joven adicto a la marihuana? Quiere dejar de estudiar, no lee, planea proyectos fantasiosos, mundos ilusorios, escenarios poco realistas… Son irrealizables…, y su frustración crece. Sigue fumando. Y lo peor viene luego…
¿Qué? La psicosis: un joven adicto a la marihuana multiplica ¡por cinco! la posibilidad de sufrir un cuadro psicótico.
¿De qué tipo? Empieza con una pérdida de sentido de la realidad… y puede terminar en esquizofrenia: delirios enquistados, oír voces, ver lo que no hay, sentirse perseguido…
Qué espanto… Y el psicótico acaba siempre ¡siempre! desadaptado, socialmente marginado…
Pongamos remedio: ¿es recuperable un joven adicto a la marihuana? A más edad, más difícil: hay que lograr la abstinencia, reequilibrarle psíquicamente… y readaptar toda su vida. Un trabajón. Ah, y además, evitar una recaída.
Gracias por su trabajo, doctor. Envíe un mensaje a los padres de adolescentes. No desdeñéis el riesgo que corren vuestros hijos: la marihuana actual es muchísimo más peligrosa que la que vosotros fumasteis. Puede destrozarles la vida y sumirles en la psicosis.
Y, para acabar, dígale algo al adolescente que fuma marihuana, por favor. Aunque ahora te siente bien, fumar marihuana en la adolescencia siempre ¡siempre! te restará posibilidades de éxito y felicidad.
El Pen-Tsao, un tratado médico chino de hace 4.737 años, dice de la marihuana: “Alivia problemas intestinales, diarreas, tos…, y en exceso ¡engendra diablos!”. Los chinos ya sabían lo que me certifica Miquel Casas, el científico más cualificado para hacerlo: la marihuana mutila la capacidad cerebral del fumador adolescente. Que cada uno se destruya como quiera, pero sabiendo la verdad. Casas se inquieta por los 300 clubs cannábicos que hay en Barcelona: “Deberían evitar a socios menores de 21 años, ¡sería un éxito sanitario!”. Lo malo es que la marihuana del hermano mayor pasa al pequeño… ¿Qué podemos hacer los padres? Contar la verdad, y que haya suerte.
CADA DETALL TEU, FA UN MÓN MILLOR, UN MÓN MÉS JUST
Tens el poder d’un Déu
Estima el teu ofici,
la teva vocació,
la teva estrella,
allò pel que serveixes,
allò en què realment
ets un entre els homes.
Esforça’t en el teu quefer
com si de cada detall que penses,
de cada paraula que dius,
de cada peça que poses,
de cada cop de martell que dones,
en depengués la salvació de la humanitat.
Perquè en depèn, creu-me.
Si oblidant-te de tu mateix
fas tot el que pots en el teu treball,
fas més que un emperador que regeix
automàticament els seus estats;
fas més que el qui inventa teories universals
només per satisfer la seva vanitat,
fas més que el polític,
que l’agitador,
que el que governa.
Pots desdenyar tot això
i l’adobament del món.
El món s’adobaria bé tot sol,
només que cadascú
fes el seu deure amb amor,
a casa seva.
Joan Maragall
Inclusió educativa i estratègies de treball a l’aula
“Una forma de col·laboració entre el professorat és la docència compartida, un tipus d’organització en la qual dos docents treballen conjuntament amb el mateix grup-classe. Habitualment es parla de professor/a de l’aula (responsable de la matèria) i professor/a de suport (pot ser un docent responsable de l’atenció a la diversitat o qualsevol altre professor disposat a donar suport a l’aula)” 1)
Són molts els centres que realitzen desdoblaments sense modificar metodologies ni disminuir el fracàs escolar, potser seria hora de plantejar-se un treball amb dos docents a l’aula. La figura del/la mestre/a d’educació especial o del professorat d’orientació educativa del centre pot ser una bona ajuda per iniciar el desenvolupament d’aquestes pràctiques. Les USEE poden facilitar aquest treball de docència compartida, però també és des d’un canvi de mentalitat que pot treballar-se i iniciar-se aquesta fórmula.
Més d’un docent comporta iniciar-se en noves metodologies de treball a l’aula o desenvolupar activitats simultànies i heterogènies; preveure diferents ritmes i nivells de participació de l’alumnat, així com d’objectius d’ensenyament-aprenentatge.
Els diferents tipus de treball que pot generar la docència de dos professionals a l’aula poden ser:
a) Oferir unes ajudes més individualitzades a aquell alumnat que més ho requereixi, la qual cosa implicarà definir el rol de qui s’encarrega del treball més individualitzat i qui de la gestió grupal.
b) Dur a terme metodologies més manipulatives o d’interacció entre l’alumnat on cal un major control per la manca d’habituació en aquest treball més actiu i vivencial. Tot l’alumnat pot estar seguint les mateixes activitats, ja siguin de caire individual com grupal, i el professorat pot repartir-se per diferents taules o zones dins l’aula amb el mateix rol: assumir el paper de guiar, supervisar els grups, observar, controlar i disposar d’un major control sobre els processos d’ensenyament-aprenentatge.
c) Realitzar agrupaments d’alumnes heterogenis i presentar activitats diverses i simultànies. D’aquesta manera, mentre uns fan activitats de resolució de problemes, altres poden fer geometria, altres càlcul… Aquestes activitats poden realitzar-se de forma rotativa, o sigui que seran activitats pensades per ser realitzades durant 15 minuts i caldrà que per totes elles vagin passant els diferents grups. Sempre és bo que abans de donar la sessió per acabada quedi un temps per poder reflexionar de com ha anat, quina activitat els ha sortit millor, en quina han après més coses… Tot això poden fer-ho responent un petit qüestionari o senzillament fent ús d’icones d’emocions.
D’aquest tipus de proposta se’n pot fer càrrec un professional de cada grup, que en farà el seguiment i vetllarà perquè les relacions i els treballs es vagin desenvolupant. Aquest tipus de metodologia ajuda l’alumnat a participar més, i amb la docència compartida fa que el control, l’anàlisi i l’observació vagin paral·lels a un millor coneixement de l’alumnat, i ajuda també l’alumnat atès que el suport que s’ofereix és més proper. Per dur a terme aquesta metodologia, cada professor/a haurà d’estar movent-se dins l’aula entre els grups que se li han assignat.
Podeu consultar:
La taula Tipus de suport amb dos mestres extreta de HUGUET, Teresa (2007) Aprendre junts a l’aula. Una proposta inclusiva. Barcelona. Ed. Graó, pàg 92 a 120.
També podeu llegir aquest article Cooperar para enseñar y aprender de David Duran i Ester Miquel: situa molt bé com s’ha de gestionar la docència compartida i aporta reflexions al respecte. Dóna eines de com iniciar l’experiència.
Reflexioneu sobre les avantatges i els inconvenients que hi veieu en realitzar la docència compartida.
El món es mou empès per avenços espectaculars i mancat d’una governança global capaç de domesticar les forces desfermades del nostre temps
El món passa tota mena de calamitats i, tanmateix, en molts llibres i ponències s’insisteix que ara és el millor moment de la història per néixer. ¿D’on ve aquesta afirmació tan emfàtica, i que de manera igualment emfàtica molts qualifiquen de falsa?
El planeta té el nivell de morts per guerres més baix dels últims 200 anys i probablement de la història. El 1815 hauríem tingut un 90% de probabilitats de viure en la misèria, mentre que avui aquesta possibilitat és del 15%, i al ritme actual la pobresa extrema quedarà erradicada el 2035. Un 60% de les persones viuen en democràcia. Un 85% de la població mundial està alfabetitzada. El segle XIX encara va veure morir la persona més rica del món, Rotschild, per una infecció en un queixal, mentre que la medicina avui permet intervencions i avenços llavors impensables. Comprar un rentaplats costava 463 hores de treball el 1923, quan es va inventar; avui en costa 20.
Són dades que va plantejar l’economista Ignacio de la Torre en el cicle de conferències Com seran la societat i l’economia del segle XXI?, que va organitzar l’Escola Europea d’Humanitats el maig passat al Palau Macaya. “Estem en el millor dels mons on es pot néixer”, va reblar. Les rèpliques que va rebre de la majoria de savis convocats al voltant d’aquella taula van ser contundents. Emfàtiques. Sociòlegs, científics i filòsofs van donar veu a la contrarietat que sol despertar aquesta òptica triomfalista, que resulta profundament contraintuïtiva i que pot semblar fins i tot un esnobisme academicista, un rebuig de qualsevol mena d’empatia amb els múltiples patiments del nostre món.
Però qui té raó? Si les xifres que citava l’economista estan acreditades, com és el cas, ¿qui és el que hi veu bé i qui el que s’ha posat les ulleres equivocades?
Una de les claus, esclar, és la perspectiva temporal. Obrir el prisma a l’evolució dels últims dos o tres segles converteix els passos de la humanitat en grans salts. L’adopció d’una mirada llarga és també un dels recursos que convida a posar en pràctica Factfulness, el llibre de Hans Rosling que ha causat furor amb la seva invitació a interpretar les dades de manera més acurada, rebutjant el tremendisme i l’immediatisme dels mitjans, de les xarxes socials i d’altres actors que ens submergeixen en el calidoscopi del curt termini, i que posen la lupa sobre les desgràcies.
Ara bé, els experts també ens conviden a observar els fenòmens en una dimensió temporal limitada i, sobretot, a veure què passa quan els posem en relació els uns amb els altres. Perquè llavors l’optimisme s’evapora. Com veurem, fent aquest exercici, posant cada dada i cada disciplina davant del mirall d’altres dades i d’altres disciplines, s’obtenen imatges deformes, retrats grotescos del nostre temps que ens tornen a fer bascular com el pèndol i ens obliguen a projectar una mirada pessimista sobre un món que sembla que va a cavall de forces incontrolables.
Antón Costas, en el marc del cicle de conferències esmentat, va definir aquestes forces com els “cavalls desbocats” de la nostra època, unes marees incontenibles que són empeses per l’acció humana i que, paradoxalment, l’acció humana sembla incapaç d’embridar per donar forma a un futur estable. Es tracta de les migracions, el capitalisme financer, el canvi climàtic, la tecnologia, els populismes, la demografia… De l’encreuament de totes aquestes marees en sorgeix la impressió d’un món que avança desballestat, i que planteja l’interrogant urgent sobre qui governarà el futur, qui serà capaç d’articular maneres d’assegurar-se un cert control sobre el sentit de la nostra marxa.
Una societat neofeudal?
Si els 65 anys d’edat del 1900 són, en termes de salut, els 80 d’ara, ¿es pot defensar, com va fer amb ànim provocador l’economista José Antonio Herce, que jubilar-se als 65 és “una gamberrada”? “No us pregunteu què pot fer la Seguretat Social per vosaltres”, va dir parafrasejant Kennedy, “sinó què podeu fer vosaltres per la Seguretat Social”. ¿Cal acceptar, doncs, la imatge aberrant d’un miner ancià en actiu? Potser no és un disbarat: hi ha veus que pronostiquen que, a mesura que l’economia vagi fent-se més i més tecnològica, grans bosses de treballadors, els menys qualificats, quedaran en situació d’indefensió i vulnerabilitat màximes. En una societat neofeudal com aquesta, ¿qui decidiria qui pot i qui no pot jubilar-se? Com va indicar la catedràtica Sara de la Rica, la penetració dels robots en el teixit productiu encara és una incògnita (mentre uns autors afirmen que la robotització assumirà el 49% de les feines dels Estats Units en 20 anys, d’altres limiten aquest impacte al 9% de les feines dels països de l’OCDE), però alguns dels països més poblats de la Terra, com Rússia, la Xina, el Brasil o l’Índia, són en aquest sentit els més vulnerables.
Les dades són dispars, però de psicosi n’hi ha. A banda de treure el nas en aplicacions lúdiques com willrobotstakemyjob.com, que ens diu quina probabilitat hi ha que la nostra feina esdevingui codificable, comença a deixar-se sentir en terratrèmols electorals com l’elecció de Donald Trump. Quina mena de lideratges polítics resultarien d’un mercat laboral tan fracturat? Quina cohesió social es podria esperar que hi hagués?
Superacceleració
Fins aquí hem encreuat la demografia, l’economia i la tecnologia, i el mirall ja ens ha tornat el reflex possible d’una societat esguerrada. Si hi afegim el capitalisme financer, en resulta una altra de les estampes estrafetes del nostre temps: la d’una economia cada cop menys tangible, que fuig de nosaltres en una espiral de deshumanització. Com indicava el catedràtic Xosé Carlos Arias, les transaccions financeres han passat de mesurar-se en dies a mesurar-se en microsegons. I el vertigen té sentit perquè el fenomen ha esdevingut una amenaça amb l’aparició dels flash crash, els enfonsaments sobtats -en qüestió de minuts- de les cotitzacions, a vegades fins i tot d’un 10% de la capitalització borsària. El fenomen respon a mecanismes explicats només parcialment, de tal manera que entre la molta literatura que ha suscitat hi ha articles publicats a Nature. Com si parléssim d’un misteri de la naturalesa. Però no, es tracta de la superacceleració de la hipermodernitat i, per tant, d’una obra humana.
Un món que se saboteja a ell mateix
La cadena d’ironies desborda l’espai d’aquestes pàgines. Afegim-hi les migracions: la tecnologia ajuda les persones a fugir de llocs deprimits o en conflicte, però alhora saboteja l’emigració de maneres sarcàstiques. Com ara prenent-los la feina. Segons diversos experts, la lloable iniciativa de donar als immigrants llocs de treball que explotin el seu coneixement de l’idioma d’origen quedarà desactivada en molt pocs anys per la irrupció d’uns aparells, unes interfícies, que, col·locats a l’orella, ens traduiran a la nostra llengua tot el que sentim.
Al mateix temps, les societats d’acollida que encaren el repte d’integrar els immigrants estan cada vegada més atomitzades: fragmentades en l’espai comunicatiu per efecte dels algoritmes de les xarxes socials, que ens tanquen en “bombolles d’afinitat”; i fragmentades en l’espai quotidià per individus cada vegada més inclinats a encarregar a un dron que els porti el sopar a casa. Però el còctel de la marginació incorpora un altre ingredient de context: la cultura del tardocapitalisme, que, fagocitant les proclames del Maig del 68, ha implantat un model d’èxit gairebé inassolible per al migrant. Ja no es tracta d’anar al país ric a treballar en una fàbrica, sinó de ser emprenedor. I és grotesca l’estampa d’una persona nouvinguda a qui se li planteja el dilema d’emprendre o emperdre mentre els seus veïns s’impregnen de prejudicis contra ell a les xarxes socials, tancats, gràcies a la tecnologia dels mòbils i els drons, còmodament dins de casa.
Quina dimensió pot agafar aquesta combinació de factors? Per fer-nos-en una idea podem recordar algunes de les dades que Anna Terrón, experta en afers internacionals, va plantejar al Palau Macaya: si l’1% dels africans que s’incorporaran al mercat de treball els propers 20 anys decideixen emigrar, la xifra resultant superarà els 10 milions de persones. Tinguem present que la tragèdia humanitària del 2015 va passar quan uns dos milions de persones miraven de travessar la Mediterrània.
Canvi climàtic
Els armilles grogues, amb la seva protesta incendiària i sostinguda contra un impost mediambiental sobre els carburants, han donat la mesura del potencial desestabilitzador d’una de les obligacions més urgents i ineludibles, com és reequilibrar el sistema productiu d’acord amb les prioritats climàtiques. Encara més quan, com adverteix el científic Mateo Valero, el núvol, la memòria remota on guardem correus, fotografies i documents de treball, consumeix més CO 2 que tot Anglaterra. Les supercomputadores que ens faran la vida salvatgement millor eleven el consum d’electricitat d’una manera salvatge.
Deixem per ara al calaix altres fenòmens de primer ordre com la intel·ligència artificial, la modificació genètica i el biohacking, la creixent recollida de dades biomètriques a les fronteres, la medicina personalitzada… Factors que poden ser motiu de confiança en el progrés de la humanitat, però que alhora tenen un potencial d’actuar de maneres nocives o simplement desviar-se.
Quina és la veritat? Quin és el criteri del progrés? Els debats enraonats i informats al voltant de si el món va molt bé o molt malament tenen sobre l’ànim l’efecte d’una gimnàstica sueca de l’esperit. Tan aviat elevem amunt els cors com caiem genuflexos en la desesperança. ¿Pot ser que el progrés humà no sigui sinó una religió, una pregària, un sistema de lletanies que ens infon seguretat perquè sosté la necessària creença que pertanyem a un projecte que va pel bon camí? Pot semblar-ho, i tanmateix els deu articles següents suggereixen el contrari. Els principals reptes del 2019 plantegen obstacles ingents, però en alguns ja s’han fet avenços que fa pocs anys semblaven inabastables. I tots, per definició, estan a l’abast de la humanitat i de la seva capacitat d’embridar les forces desbocades que ella mateixa ha posat en marxa.
1. L’EXPLORACIÓ DE L’ESPAI
La cursa per arribar al planeta Mart
Oriol Lizandra, professor de mecànica de vol i propulsió especial a l’ESEIAAT de la UPC
Quan parlem d’espai ens referim a entorns allunyats de la superfície terrestre, on la presència de l’aire atmosfèric és residual, quan no inexistent. L’ús i explotació de l’espai té l’origen a mitjans dels anys 50 del segle passat, en paral·lel a la Guerra Freda, i obeïa essencialment a raons militars (i possiblement també ideològiques, de preeminència dels respectius models socioeconòmics). Tanmateix, l’espai va despertar un interès diguem-ne més social, que ha anat creixent de manera sostinguda, fins al punt que la seva explotació actualment forma part del nostre dia a dia, tot i que de ben segur que no tothom n’és conscient. Els satèl·lits són elements clau en xarxes de radiodifusió i comunicacions, sistemes de navegació, meteorologia, estudi de la Terra. I tot això no implica que el vessant militar hagi disminuït, ans el contrari.
Tenint en compte que l’arribada a la Lluna va ser el 1969, només 66 anys després del primer vol atmosfèric tripulat dels germans Wright, i només 22 anys després que se superés per primer cop la velocitat del so en un vol tripulat, ens podem fer una idea de com va arribar a ser de vertiginós el progrés aeroespacial en un període de temps molt curt. Evidentment, aquesta fita històrica, de la qual l’any vinent se celebren 50 anys, va ser possible gràcies a una determinació molt forta dels governants dels Estats Units, acompanyada d’una ingent inversió (de diner públic) del tot impensable avui dia, i que és molt poc probable que es repeteixi mai més, si més no vinguda d’un únic país (encara que es tracti d’una superpotència econòmica).
Amb els anys, la col·laboració entre països esdevindria una necessitat inevitable. De fet, el 1975, coincidint amb la fi del projecte Apollo, i encara en plena Guerra Freda, va tenir lloc un acostament en l’àmbit espacial entre els Estats Units i l’antiga Unió Soviètica, amb l’acoblament a l’espai entre les càpsules Apollo i Soyuz. Aquest acostament (en sentit figurat i literal) tindria continuïtat dues dècades més tard amb el desenvolupament de l’Estació Espacial Internacional (ISS), destinada a la recerca científica i en què, a part de les agències estatunidenca (NASA) i russa (Roscosmos), hi participarien les agències espacials europea (ESA), japonesa (JAXA) i canadenca (CSA).
Fins ara l’explotació comercial de l’espai s’ha limitat a òrbites circulars (o el·líptiques de molt baixa excentricitat) al voltant de la Terra, des de poca altitud (LEO – low Earth orbit –, a uns centenars de quilòmetres de la superfície terrestre) fins a gairebé 36.000 km en el pla equatorial (GEO, òrbites equatorials geoestacionàries), on el període orbital coincideix amb el de rotació de la Terra i fa que el satèl·lit es mantingui sobre la vertical d’un mateix punt de l’equador i pugui cobrir sempre la mateixa àrea (ideal per a l’observació meteorològica i les comunicacions).
Les activitats espacials habitualment han sigut gestionades i coordinades per agències que depenien dels estats, però comptant amb la participació d’empreses privades pel que fa a enginyeria, disseny i desenvolupament de sistemes diversos, com ara coets llançadors, mòduls de vehicles espacials, satèl·lits, etc. D’un temps ençà, però, el sector privat ha explorat noves oportunitats de negoci, entre les quals destaca l’anomenat turisme espacial. Fins avui aquesta activitat només l’ha portat a la pràctica l’agència espacial russa, amb llançadors Soyuz, amb tres ocupants a bord, només un dels quals era el turista de debò (que afluixava desenes de milions de dòlars per gaudir d’uns dies de gravetat zero). Encara en fase de desenvolupament, algunes de les noves iniciatives ad hoc en turisme espacial consistiran en vols suborbitals (sense arribar a una volta sencera a la Terra) en què els passatgers gaudiran de gravetat zero durant uns minuts i arribaran a altituds per sobre dels 100 km.
Viure fora de la Terra
Pel que fa als viatges a través del Sistema Solar, l’assignatura encara pendent és òbviament l’arribada de l’ésser humà a Mart, planeta que, pel fet de tenir atmosfera (tot i que molt tènue i composta majoritàriament per diòxid de carboni, no respirable), suposaria certs avantatges per establir-hi bases habitades. Malgrat que diverses sondes espacials no tripulades ja s’hi van acostar per capturar-ne imatges als anys 60 (Mariner) i aterrar-hi als anys 70 (Vicking), i més recentment els vehicles robotitzats Mars Pathfinder (1997) i InSight (2018), fer-hi arribar humans encara planteja reptes tecnològics no resolts del tot.
Vèncer la gravetat terrestre i arribar a Mart suposaria un temps de viatge d’uns quants mesos perquè la quantitat de propulsant no fos massa alta i la càrrega útil no es veiés excessivament penalitzada. En aquest sentit, el desenvolupament de propulsors de plasma, possiblement magnetoplasmadinàmics (encara no en servei) i variants dels (ja existents i en servei) iònics, seran determinants en els viatges a Mart.
Cal no oblidar, tampoc, els efectes fisiològics i psicològics que tindria sobre els tripulants la llarga durada de viatge: radiacions còsmiques, exposició prolongada a gravetat zero, entorn físic limitat i la pressió psicològica que algun sistema crític pugui fallar i impossibilitar l’arribada a Mart o la tornada a la Terra. Algunes propostes fins i tot han arribat a plantejar que els primers candidats a arribar-hi estiguin disposats a quedar-s’hi a viure, sense possibilitat de tornar a la Terra, si més no mentre la viabilitat d’un vol de tornada no estigui garantida.
A part de les agències espacials tradicionals, noves potències econòmiques, com la Xina i l’Índia, també treballen per arribar a Mart. No està clar quins beneficis econòmics tangibles suposaria a curt o mitjà termini. De tota manera, tenint en compte el creixement exponencial de la població mundial, i la relativa preocupació dels governants per assegurar la sostenibilitat ambiental de la Terra, sembla inevitable que tard o d’hora a Mart no només s’hi haurà d’arribar, sinó que caldrà també instal·lar-s’hi, i, considerant l’interès de la companyia privada SpaceX per establir-hi una base abans del 2030, possiblement l’arribada al planeta vermell és més a prop que no ens pensem.
Ante los últimos casos de suicidios de jóvenes y adolescentes sucedidos en diferentes países, es importante revisar qué está pasando y qué soluciones surgen al respecto.A continuación, compartimos un artículo escrito por la terapeuta ocupacional con amplia experiencia en la infancia Victoria Prooday, el cual se ha vuelto viral, más de 10 millones de personas lo han leído y el número sigue aumentando.
La terapeuta comienza su escrito haciendo esta advertencia: “Sé que muchos preferirían no tener que enfrentarse a lo que digo en el artículo, pero sus hijos necesitan que ustedes escuchen lo que quiero decir. Incluso a quienes están en desacuerdo con mi perspectiva, les ruego que pongan en práctica las recomendaciones que comparto al final del artículo. Cuando vea los cambios positivos en la vida de su hijo, ¡entenderá por qué digo lo que digo!”
Hay una tragedia silenciosa que está ocurriendo ahora mismo, en nuestros hogares, y que afecta a las joyas más preciadas que tenemos: nuestros hijos. Después de tratar a cientos de niños y familias en mi trabajo como terapeuta ocupacional, soy testigo de una tragedia que está sucediendo frente a mis propios ojos. ¡El estado emocional de nuestros hijos es horrendo! He hablado con profesores y profesionales y tienen preocupaciones similares a las mías. Lo que es peor, en los últimos 15 años, las investigaciones han generado estadísticas alarmantes de un aumento brusco y constante en enfermedades mentales en niños, que ya es casi una epidemia:
• 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental
• El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) aumentó en un 43%
• La depresión adolescente aumentó en un 37%
• La tasa de suicidio en niños de 10 a 14 años aumentó en 100%
¿Cómo solucionar este problema?
Si queremos que nuestros hijos lleguen a ser individuos felices y saludables, tenemos que despertar y volver a lo más fundamental. ¡Todavía es posible! Lo sé porque cientos de mis clientes ven cambios positivos en el estado emocional de sus hijos en semanas (incluso días en algunos casos) después de aplicar estas recomendaciones:
• Establezca límites y recuerde que usted es la madre o padre de su hijo, no su amiga o amigo.
• Provea a sus niños de un estilo de vida equilibrado basado en lo que necesitan, no sólo lo que quieren.
• No tenga miedo de decir «NO» a sus hijos si lo que ellos quieren no es lo que necesitan.
• Proporcione alimentos nutritivos y naturales.
• Pasen 1 hora al día en espacios verdes andando en bicicleta, caminando, pescando, observando aves e insectos.
• Disfruten de una cena familiar sin tecnología todos los días.
• Jueguen un juego de mesa al día.
• Que sus hijos cumplan con una obligación al día (doblar la ropa, guardar los juguetes, colgar la ropa, guardar los alimentos después de comprarlos, poner la mesa, etc.)
• Establezca una rutina para irse a la cama, que garantice que su hijo duerma largo tiempo en un dormitorio sin nada de tecnología.
• Enseñe responsabilidad e independencia. No los proteja en exceso contra pequeñas equivocaciones. Ayúdeles a adquirir las habilidades necesarias para superar los mayores desafíos de la vida.
• No prepare la mochila de su hijo, no le lleve la mochila, no le traiga a la escuela el almuerzo o la agenda que olvidó, y no pele el plátano para un niño de 5 años. Enséñele habilidades a sus niños en lugar de hacer las cosas por ellos.
• Enseñe a que posterguen la gratificación, y otorgue oportunidades para que se «aburran», ya que el aburrimiento es el momento en que la creatividad despierta. (Leer también: Por qué debes permitir que tu hijo se aburra)
• No sienta que usted es responsable por el entretenimiento de su hijo.
• No use la tecnología como una solución contra el aburrimiento.
• Evite usar tecnología durante las comidas, en el auto, restaurantes, centros comerciales. Utilice dichos momentos como oportunidades para entrenar el cerebro de sus niños y aprendan a funcionar en «tiempos aburridos».
• Ayúdeles a crear un «botiquín de primeros auxilios contra el aburrimiento» que contenga ideas de actividades para cuando «estoy aburrido».
• Esté disponible emocionalmente y comuníquese con sus niños, enséñeles habilidades sociales y cómo controlarse a sí mismos.
• Apague el teléfono hasta que los niños estén en la cama, evitando así que usted se distraiga con una herramienta digital.
• Conviértase en el entrenador de las emociones de su hijo. Enséñeles a reconocer y lidiar con la frustración y la ira.
• Enséñeles a saludar, tomar turnos, compartir, tener empatía, modales en la mesa, conducir una conversación.
• Conéctese emocionalmente: sonría, abrace, bese, cosquillee, lea, baile, salte o gatee con su hijo.
¡Es necesario que hagamos cambios en la vida de nuestros hijos antes de que toda esta generación de niños esté sumida en medicamentos! Aún no es demasiado tarde, pero pronto lo será …
Por Victoria Prooday, Terapeuta ocupacional. Traducción al español por Johanna Perez Ray. Publicado en su Blog
La práctica japonesa de reparar fracturas de la cerámica con resina de oro nos habla directamente a todos: a veces los defectos son las más grandes virtudes.
La herida es el lugar por donde entra la luz
Entre la afanosa muchedumbre de metáforas que relacionamos con la vida, la de la cicatriz es una que nos atañe a todos. El mundo se encarga de agrietarnos, de llenarnos de fisuras, y es allí donde reside para nosotros un crisol de posibilidades; la cicatriz se convierte en una ocasión para enfrentarnos al mundo. Mas nadie ha planteado esta metáfora con tanta belleza, con tanta claridad, como los japoneses en el arte kintsugi (o kintsukuroi).
El kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto.
El poeta Rumi decía que “la herida es el lugar por donde entra la luz”.
En esta filosofía hay algo casi diametralmente opuesto a la manera occidental de ver la fractura, tanto anímica como material. En lugar de que un objeto roto deje de servir y lo desechemos, su función se transforma en otra: en un mensaje activo. El objeto roto pasa de ser una cosa a ser un gesto gráfico que nos incita a emular su poderosa transformación, y, metafóricamente, la herida pasa de ser un trazo de oscuridad a ser una ventana de luz.
El kintsugi es silencioso y manifiesto. Solo el trazar un incidente doloroso con polvo de oro es aceptarlo como una alhaja, como una raya luminosa en la piel del tigre.
Eva Millet. LA VANGUARDIA MAGAZINE, MARZO 2011 ———- Versión pdf – ABUSOS PREVENCIÓN
Poner voz a la existencia del abuso sexual infantil ha sido un primer paso, fundamental, para combatir esta lacra, que está más extendida de lo que se quiere admitir. Pero otro aspecto, la prevención, es también clave para evitarla. En España ya hay entidades que trabajan en este sentido, con herramientas para hacerlo tanto a nivel escolar como familiar y social.
El abuso sexual infantil es una epidemia escondida. Las estadísticas dicen que una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños pueden sufrirlo antes de cumplir los 18 años. Apenas uno de cada diez llegará a denunciarlo. El abuso no distingue entre poblaciones, estatus social, razas, ni religiones. Sus víctimas, por eso, tienen en común el ser personas con más probabilidades de padecer problemas psicológicos y relacionales en el futuro.
Si el abuso sexual infantil fuera algo tangible, como una enfermedad grave, se trataría con asiduidad en los medios de comunicación, se organizarían maratones televisivas y campañas recaudatorias. Pero el abuso sexual a menores es aún un gran tabú cultural: algo que está ahí pero que es tan terrible y provoca tanta vergüenza que no se habla de él. Este silencio es para Vicki Bernadet, artífice de la Fundación Contra el Abuso Sexual Vicki Benardet, uno de los problemas principales; “Porque hace que el abuso sea una realidad que no se asume”.
Sin embargo, poco a poco, el tema va saliendo más y más a la luz. Primero fueron las víctimas: valientes quienes se atrevieron a contar sus traumáticas experiencias en los medios, escribiendo artículos, libros y montando organizaciones como la de Vicki. Además, en los últimos años, a nivel político, se han elaborado propuestas legislativas, protocolos y planes de acción tanto a nivel estatal como de comunidades autónomas. Los innumerables casos de pederastia perpetrados por sacerdotes católicos han puesto el tema en las portadas de todo el mundo y son una muestra más de que el silencio ya no vale para una aberración que debe combatirse y, también, prevenirse. Y son los adultos, no los niños, quienes han de procurar esta prevención.
En Estados Unidos, un país pionero en la lucha contra la pederastia, la prevención es un aspecto que se tiene muy en cuenta. Y hay organizaciones sin ánimo de lucro, como ‘Darkness to Light’, especializadas en ella. “Los adultos son los responsables de la seguridad de los niños: en el coche, les ponemos los cinturones de seguridad, les damos la mano al cruzar la calle… Por qué, entonces, ¿no protegerlos también de un posible abuso sexual?”, se preguntan desde esta asociación, cuyas estadísticas indican que este tipo de protección es algo que los adultos, en gran parte por desconocimiento, no tienen en cuenta. Por ello, ‘Darkness to Light’ hace tiempo que tiene programas de prevención específicos para adultos, ya que consideran que la responsabilidad de este tema no puede dejarse en manos de los niños: “No es realista pensar que un pequeño de seis años pueda reconocer y defenderse de los avances sexuales de un mayor”, aseguran. Con este se ha preparado un programa “Siete pasos para proteger a nuestros niños” que ha sido adaptado por la asociación española RANA (Red de Ayuda a Niños Abusados, cuya presidenta, Elizabeth Homberg, es miembro de ‘Darkness to Light’). La guía, que puede descargarse en la web de la asociación (www.asociacionrana.org), recomienda, entre otras, acciones tan sencillas como aceptar la realidad (los abusos existen), reducir al mínimo los riesgos (la mayoría de los casos de abuso sexual infantil suceden cuando un menor está a solas con un adulto y, en más del 90% de los casos el niño y su familia conocen y confían en el abusador); hablar abiertamente del tema (menos de una tercera parte de los padres ha hablado y/o mencionado el tema del abuso sexual con sus hijos); estar alerta (de señales tanto físicas como psicológicas) y, si el niño o la niña explican, reaccionar siempre con calma y evitar la incredulidad, que puede hacerles sentir aún más culpables.
Como otras organizaciones en España, RANA desarrolla desde hace unos meses en los colegios un programa de prevención del maltrato y el abuso sexual infantil llamado ‘¡Grita muy fuerte!’. Está basado en un cuento (“¡Estela, grita muy fuerte!” ed. Fineo) escrito por Isabel Olid e ilustrado por Martina Vanda, que enseña a los pequeños de entre 6 y 11 años a reaccionar ante este tipo de situaciones, pero sin alarmarles. La idea es explicar a los niños que, si alguien les hace daño o algo que no les gusta, deben decir ¡para!, ¡basta! Y si esa persona sigue haciéndolo, hay que pedir ayuda, gritar si es necesario. “Sabemos por propia experiencia que hablar de un tema como éste con los niños es difícil. Sin embargo, lo que para nosotros es un tabú insuperable, para los niños que no han sufrido abusos es un tema como cualquier otro y se puede tratar con naturalidad”, explica su autora.
Así, el cuento es una herramienta útil, tanto para padres como para escuelas aunque, como explican desde la Fundación Vicki Bernadet, los centros todavía no están muy dispuestos a que se hable del tema en sus aulas. “Las familias deberían reclamar más información y formación en este tema, como talleres de prevención en sus escuelas, tanto para sus hijos como para ellos”, pide Bernadet.
Los adultos, añade la psicóloga de la Fundación, Pilar Polo, también han de estar alerta y aprender a preguntar, en especial si ven comportamientos extraños en el niño. “Si no preguntas, la gente no explica”, asegura. “Muchos de los niños que han sufrido abusos disimulan y se pasan la vida disimulando, y hay que vigilar, porque se les escapan cositas. Y si no nos lo quieren explicar a la primera, hay que tener paciencia y crear espacios de confianza… A veces el niño no está preparado para asumir su vergüenza y si lo presionamos le creamos un problema añadido”. Para la coordinadora de RANA, la también psicóloga Beatriz Benavente, esta confianza es fundamental: “La mejor educación que pueden dar los padres a sus hijos es establecer buenos vínculos, donde el diálogo se dé en todos los ámbitos. Desde muy pequeños ya podemos enseñarles que su cuerpo es suyo y que nadie se lo puede tocar sin su permiso, ni hacerle daño. Nuestros hijos tienen que saber que siempre podrán hablar con nosotros de lo que les está pasando y que nuestra responsabilidad como padres es la de protegerles”, asegura. Y, en caso de que el niño explique o hayan sospechas, hay que actuar.
“Hemos de ser capaces de saber que cuando un niño viene y dice que no quiere ir más a piano o a gimnasia no encuentre un reproche sino apoyo”, explica Vicki Bernadet. “Preguntar, acompañarle, actuar… Eso reforzará la confianza”. Y, si el niño explica o se tienen sospechas, lo que hay que hacer es asesorarse con profesionales que puedan explicar qué pasos dar (entre otros, en el Servicio de Protección al Menor, los Servicios Sociales Municipales, los Centros de Atención Primaria y la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor). El abuso sexual de menores es un delito y debe denunciarse. Además, las estadísticas dicen que muy pocas denuncias de este tipo son falsas y que, si las víctimas reciben apoyo y ayuda psicológica, pueden superar el trauma.
AYUDAR A PREVENIR
La prevención tendría tres grandes etapas: la primera (de los 0 a los 8 años) y la segunda (de los 8 a los 12 y la de mayor riesgo para sufrir abusos), serían de construcción de una actitud: que los niños sepan que su cuerpo les pertenece y puedan nombre a lo que sienten. La tercera etapa coincide con la adolescencia y es más cognitiva: se trata de que puedan entender qué ha sucedido y tengan capacidad de actuar, poniendo límites y denunciando. Para todo ello, es necesario que los menores sepan:
Poner nombre a su cuerpo: En lenguaje coloquial o técnico, pero los niños han de saber cómo llamar a las partes de su cuerpo desde que empiezan a hablar. Y de forma específica. “Es muy importante”, afirma la psicóloga Pilar Polo. “Si no, cómo va explicar un niño pequeño que alguien ha entrado en su cuerpo si no sabe como nombrar sus distintas partes”.
Poner nombre a los sentimientos: A medida que crecen, los niños han de ser capaces de describir sus estados de ánimo. La adquisición de un vocabulario sentimental es fundamental, y no sólo para expresar un abuso, sino también para funcionar en la vida.
Su cuerpo es suyo: el niño tiene que sentirse dueño de su cuerpo y saber que hay partes que son más intimas que otras. También hay que respetar su pudor: las partes son suyas y no son accesibles a todos. Que sepan que uno de sus derechos es a la intimidad.
Hablarles claro, sin vergüenza: La pederastia existe y los niños deben saberlo. No hace falta hablar de cosas extrañas, brutales: se puede mencionar un beso distinto, una mirada que incomoda o una caricia que no es. “A veces magnificamos que los niños tendrán miedo de oir estas cosas pero la perversión la tenemos los adultos: los pequeños escuchan esto con tal ‘limpieza’ que lo elaboran bien”, asegura Vicki Bernadet
Los adultos no siempre tienen razón: Las personas no son perfectas, tampoco los padres y las madres, ni los familiares ni maestros. “A veces les damos el mensaje que los adultos siempre tenemos la razón y no es cierto”, explica Bernadet. Transmitirles que si hay un adulto que hace alguna cosa que les molesta, no les gusta, se puede hablar de ello.
Enseñarles a decir NO: Los niños pueden decir ‘no’ sin que dejen de sentirse queridos. Su afectividad ha de ser libre. No hay que exigirle besos ni abrazos. Un beso no equivale a ser bien educado. “Hay que decirle: ¿que me dejas darte un beso? Pedirle permiso para entrar en su territorio”, explica Pilar Polo.
Preguntar: Hay que estar alerta e interesarse por los menores con preguntas como ¿Hay algo que te preocupa?, ¿alguna persona te está molestando?, ¿hay alguna cosa que te hace sentir mal?… El adulto no puede poner palabras ni nombres que el niño no ha dicho porque, si hubiera un abuso, a nivel judicial esto supondría un problema.
Crear confianza: Si el niño o niña nos piden ayuda por algo, hay que intervenir: “Si el adulto lo reconforta, le soluciona su problema, si aparece un abuso, éste será otro más”, afirma Polo. “Y si los padres hacen lo que hemos dicho hasta ahora”, añade, “espontáneamente, el niño, el día el día que tenga una intromisión, como no estará acostumbrado a ella, lo dirá”.
Fuentes: Fundación Vicki Bernadet (www.fbernadet.org), Asociación RANA, Save the Children, Darkness to Light.
ABUSO EN INTERNET
Como explica Liliana Orjuela López, de Save the Children, una de las formas de abuso sexual que tienen cada vez mayor incidencia y riesgos para niños, niñas y adolescentes es el abuso sexual en internet. Se calcula que uno de cada cinco menores son solicitados sexualmente en este medio. Para prevenir esta faceta del abuso la oenegé ha lanzado una nueva campaña y desde 2008 participa en una blogocampaña contra la pornografía infantil en la red: http://www.savethechildren.es/pornografia-infantil-no.php,