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Estado-Cloaca, Estado Neofranquista

Antonio García Ferreras y Juan Luis Cebrián

Que no falte el contexto
Vamos a ir por partes para que Ana Pastor no pueda alegar que falta contexto.

Gracias a Francisco de Goya y Lucientes cualquier visitante del Museo del Prado podrá apreciar en su “Familia de Carlos IV” algunos rasgos borbónicos característicos y repetitivos; entre otros, sus mutuas y entrecruzadas deslealtades e infidelidades. Además de un gran pintor, también fue un excelente Grabador y a él se debe, entre otras series, la dedicada a las salvajadas y los crímenes de unos y otros, los “desastres de la Guerra”. Murió en el exilio.

Por el contrario, el más popular Grabador del siglo XXI, José Manuel Villarejo Pérez, una excelente síntesis goyesca, un artista de los pies a la cabeza, sí que es un esforzado hijo del Reino de España; y no merece morir en el exilio. El genio esta vez ha resultado ser un policía español y patriótico. A pelo y con una Grabadora ha construido un cuadro irrebatible de la Corte de Juan Carlos I y Felipe VI, de la maquinaria de su Estado y el botín de sus miserias.

Él debe estar convencido que merece medallas y reconocimiento por los innumerables servicios prestados a la patria, pero se ha pasado cuatro años provisionales en el trullo y sigue metido en juicios. Pero igual le caen por las escaleras, porque en los Puestos de Mando andan, pero muy mucho, mosqueados ante el reparto por todas partes de copias de sus innumerables grabaciones. Ya advirtió que podía hacer mucho daño al Estado.

La “obra de arte” de Villarejo es de una obscenidad difícil de superar. Muestra y demuestra la articulación de la maquinaria del Estado encargada de la Guerra Sucia, y que ha resultado ser prácticamente todo el Estado. Policías, agentes secretos, políticos, jueces y fiscales, altos funcionarios del Estado, periodistas y medios de comunicación, poderosos empresarios… Cada uno en su rol, cada objetico sus procedimientos, cada etapa una misión. No se trata de las Cloacas del Estado, es el Estado-Cloaca. Y viene de muy lejos…

Un poco más de contexto. Medios de comunicación y periodistas.
Los que se deben estar forrando son los de las mensajerías, con tanto reparto de cintas. Recuerdo aquella masiva distribución de videos con la Exuperancia Rapú y su intrépido galán y periodista en plena faena, aquel que montaba dossiers contra todo el mundo; y si no te dedicaba uno es que no eras nadie. Pedro J. Ramírez fue, entre otras cosas, una pieza clave en aquello conocido como Sindicato del Crimen; un colectivo, y no solo periodistas, haciendo todas las maldades posibles (según lo reconoció en 1998 Luís María Anson (que ya venía de conspirar contra Adolfo Suárez) para echar del gobierno a los socialistas. Según algunas fuentes, eran expertos en juguetear (para decirlo finamente) con los dineros de la publicidad, de los negocios y de las reputaciones O sea que lo de Inda, Ferreras y Etc. viene de muy antiguo.

Mucho más contexto
Anson lo reconoció 9 años después del cese de Pedro J. Ramírez de la dirección de Diario 16. En aquella fecha andaba Ramírez buscando cómo echar al propietario y dando palos día sí, día también, al gobierno de Felipe González con todo lo que podía: Amedo, los Gal y la gota que quizá colmó el vaso de Juan Tomás de Sala, el editorial mofándose del ministro Semprún y llamándole “capullo”. Diario 16, tocado y hundido.

La operación de El Mundo a finales de 1989, el nuevo periódico de Ramírez, tiene su cosa. Hace ya algunos años se publicó un estudio que mostraba cómo sus lectores iniciales (captados de Diario 16) se posicionaban en la izquierda moderada. Tiempo después se ubicaban en la derecha. La persecución mediática al gobierno socialista no fomentó una audiencia más crítica, en busca de una nueva izquierda alejada de la “beatiful people”, de la guerra sucia, de las puertas giratorias y de sus contradicciones entre discurso y práctica. Provocó el descredito del PSOE y el final de un ensueño; y propició el desplazamiento de una parte de su electorado hacia un “marco mental” más conservador. Empezó en Diario 16 y culminó con El Mundo. Puro y exitoso “pastoreo” sociopolítico.

Contexto y texto
No fue el único caso de “pastoreo”. Ni mucho menos. Hay que reivindicar una operación más sutil. Más fundacional. La que nace en las cloacas periodísticas del franquismo que apadrinarán y ayudarán a alumbrar la Operación Transición Política y el Régimen del 78. Cloacas exquisitamente blanqueadas. Como solo se puede hacerse desde los salones del Poder. Los salones donde los Aporreadores de una generación transmiten a sus vástagos el Cuarto Poder Aporreador. O sea, desde “la ley a la ley” y desde el puesto de mando al puesto de mando.

Érase una vez, un periódico órgano del partido fascista español. Se llamaba Arriba. También, había un órgano de los Sindicatos fascistas españoles. Diario Pueblo, se llamaba; sutil ironía. Había mucho más, pero con estas dos cloacas bastará. Al frente de Arriba, Vicente Cebrián. En el de Pueblo, Emilio Romero. Además de compartir afinidades ideológicas, ambos eran muy buenos e íntimos amigos. El vástago llamado a recoger uno de los testigos sería Juan Luis Cebrián. Con 19 años ya era redactor jefe en Pueblo y muy poco después ocupaba su subdirección. En 1974 y con 30 años, es jefe de los servicios informativos de Radio Televisión Española.

Una carrera tan meteórica presagiaba un destino fulgurante y exclusivo: ser cofundador y primer director de El Pais. Así nace un nuevo periódico (4 de mayo de 1976) que, seis meses después de la muerte de Franco y autorizado por el fascista Arias Navarro (Carnicerito de Málaga por sus fechorías durante la guerra civil), se presentaba en sociedad con el propósito de posicionarse como el medio escrito de referencia para el antifranquismo y el izquierdismo. Y con un objetivo estratégico inmediato, contribuir al éxito de la operación de los franquistas reformistas en prejuicio de la ruptura democrática. Justificar la rendición. Misión: hacer creíble y deseable entre los antifranquistas el proyecto de Adolfo Suárez y colaborar, sobre todo en una segunda fase, en la creación del liderazgo de Felipe González, un “reformista” ejemplar. El resto de los periódicos, con muy escasas excepciones, ya estaban bajo el control de los Medios de Comunicación del Estado o de los propietarios privados fieles colaboradores de la dictadura. RTVE cumplió también su papel.

Las elecciones de 15 de junio de 1977 (las primeras en 40 años) eran importantísimas por razones obvias. En una Tribuna de El Pais de tres días antes, Juan Luis Cebrián reconocía:

“EL PAIS, a decir verdad, ni siquiera ha sido un diario de oposición. Ha colaborado con el poder hasta donde dignamente ha sido posible, no en la ocultación de informaciones – cosa que el poder hubiera deseado -, pero sí en la moderación de pareceres y actitudes”.

Y en el mismo texto lanzaba dardos, siempre sutiles, acusando a algunas izquierdas de modales “fascistas”: “La reacción de algunos partidos de izquierda a los editoriales recientes de nuestro periódico, nada tiene que envidiar en modales a la de ilustres colaboradores de la dictadura” ¿Se estaba refiriendo a los modales de su propio padre, que conocía a la perfección?

Por situar el contexto. Cebrián se estaba defendiendo de las críticas por un reportaje que su diario había dedicado a Adolfo Suárez: “Yo no digo que un reportaje a color de Suárez en un diario de gran circulación no le pueda favorecer…”

Todo parece indicar que Suárez había tocado a rebato. Según el semanario Cambio 16 que apareció el 1 de junio, “El presidente Suárez, relegado a un segundo término en la campaña electoral, ha decidido iniciar contactos privados con la prensa, por medio de reuniones semanales con destacados periodistas en el Palacio de la Moncloa. A Suárez le preocupa la pérdida de imagen que pudiera estar sufriendo mientras periódicos y revistas dedican grandes titulares a políticos de partidos adversarios de la Unión del Centro Democrático”. Diríase que el reportaje a color publicado tendría algo ver. Tal vez también tendría que ver que el mismo día que se publicaba esa información de Cambio 16, el editorial de El Pais (diario independiente de la mañana) decía: “El PSOE se verá ante la grave responsabilidad de administrar un resultado electoral que no es seguro sea capaz de digerir”. Y añade: El PSOE seguirá siendo un carrusel de verbalismo revolucionario y de hechos moderados”. Además, les acusa de “una verdadera crisis de identidad”. Todo eso en puertas de unas elecciones decisivas para consolidar la Monarquía y el proyecto reformista; y frustrar definitivamente la “ruptura democrática”. Y el día después, en su Tribuna, Cebrián reclama un pacto nacional: “Habrá que comenzar por arriba: estableciendo las bases constitucionales de una Monarquía…” Blanco y en vidrio.

El gran pacto de los Cebrianes. La prensa del franquismo (el padre) y la nueva prensa de la democracia (el hijo). La metáfora explícita del Pacto de las Familias. Controlando el Castillo de Naipes. Una clave sobre la que deberemos volver más adelante.

La “misión” del diario del grupo PRISA ha ido adoptándose al compás de los acontecimientos. El modelo bipartidista del Régimen del 78 corrió algún peligro cuando irrumpió un nuevo diario impreso en papel, Público (muy bien recibido por la audiencia), porque amenazaba la “moderación” del partido socialista y del electorado de izquierdas. El Pais se alzó frente al “fuego cruzado”.

Más tarde, la cristalización de un nuevo proyecto político, Podemos, y su posible sorpasso al PSOE pronosticado por las encuestas, movilizó a El País del director Antonio Caño, tanto como cualquiera de los otros Medios de las Cloacas. Tas solo lo hizo con mayor sutileza.

Y es que El País siempre ha estado donde se le necesitaba; en primera línea contra la izquierda no domesticada y contra el independentismo catalán. Exactamente los objetivos estratégicos del Reino de España que nació para matar el 18 de julio de 1936. (En este artículo que publiqué hace ya algunos años pueden seguirse muchas de las piezas del puzle fundacional franquista); y siempre a favor de la Monarquía y del Régimen del 78, demostrando su lealtad con los silencios (cómplices) durante décadas sobre la corrupción en la cúspide del Estado, la guerra sucia, la práctica de torturas y los muchos chanchullos…

Durante la llamada Transición, una etapa que debería denominarse la “Adaptación”, la mayor parte del resto de los medios de comunicación, eran propiedad del Estado o estaban a su servicio. Cumplieron con las instrucciones del Gobierno. Estaban acostumbrados. Durante 40 años habían formado parte del aparato ideológico del franquismo, en amigable camaradería con el partido único (FET y de las JONS-Movimiento Nacional), la Iglesia Católica y el sistema educativo. Por cierto y no en balde, la Iglesia ha continuado controlando a cientos de miles de alumnos a través de sus 2.400 colegios concertados en los que continúan adoctrinando con los más de 4.000 millones de euros anuales que reciben del actual Estado “laico”; una Iglesia que se proyecta también en los medios a través de la COPE y 13TV, donde no dan respiro a la izquierda ni al independentismo. Podríamos añadir sus homilías, hojas parroquiales y declaraciones de la jerarquía. Todo por la Patria. Salvo honrosas excepciones, la mayoría de los medios han seguido en la tarea durante los últimos 45 años.

El Estado-Cloaca
Las cloacas no solo utilizan periodistas y medios. Una inestimable aportación de las cintas de Villarejo (rindamos homenaje también a los Papeles de Bárcenas) es que está dibujando el funcionamiento de los elementos de la maquinaria y su ensamblaje. Cloacas, a fin de cuentas, aunque no siempre ni todos se ensucien directamente las manos. Su larga continuidad y la diversidad funcional de sus partícipes demuestra el carácter sistémico de las Cloacas, de su lógica constitutiva, de la naturaleza del Estado-Cloaca. En su origen, el Régimen del 18 de julio, un Estado-Cloaca, que también fue un Estado-Mafia.

El Reino de España es una estructura estatal, con sus cloacas “sucias” y sus cloacas “limpias” bien coordinadas, creada al servicio de unas élites que llevan ejerciendo el poder desde hace mucho tiempo.

Continuará, porque nos queda mucho texto y mucho contexto. Los que puedan, disfruten de un buen verano.

Teresa Rodríguez rebate con la Biblia el racismo de Vox: “No les pido que sean humanitarios, pero sean cristianos”

La portavoz de Adelante Andalucía alude a pasajes bíblicos para reprochar a la formación de ultraderecha una moción sobre vivienda que excluye a extranjeros

Teresa Rodríguez habla desde la tribuna del Parlamento andaluz. Joaquín Corchero (EP)

La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ha esgrimido versículos de la Biblia en el Parlamento andaluz para reprocharle a Vox sus políticas xenófobas al hilo de una moción que la formación de ultraderecha ha presentado sobre política general en materia de vivienda en la que pone el requisito de “prioridad nacional” para los aspirantes. Rodríguez, además de incidir en que medidas de este tipo coinciden con las que defienden partidos como Fuerza Nueva, le ha reprochado a Vox que hay que verlo poniéndose en el papel de los miles de andaluces que han emigrado al extranjero y que pueden verse muy perjudicados si, en sus países de adopción, una formación de ultraderecha plantea iniciativas similares.

Al hilo de que el parlamentario de Vox Alejandro Hernández ha señalado que “la caridad empieza por uno mismo”, Teresa Rodríguez ha aprovechado para hablar de cristianismo, “una cultura que yo he compartido y una formación que he compartido seguramente con muchos de ustedes”. En este sentido, le ha recordado a la formación de ultraderecha que su candidata en las pasadas elecciones autonómicas, Macarena Olona, “estuvo toda la campaña diciendo que había que regar Andalucía de cruces y recuperar la cultura cristiana como base de nuestra civilización”, además de señalar que “trajeron a la señora Meloni [primera ministra italiana], que habló de la universalidad de la cruz”.

“No les voy a citar aquí ni el Manifiesto Comunista ni la Declaración Universal de Derechos Humanos, ni siquiera la Constitución ni el Estatuto de Autonomía de Andalucía, les voy a citar la Biblia, y miren ustedes, señores de Vox, la Biblia maldice a los xenófobos”. A continuación, ha citado versículos como “maldito el que viole el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda” (Deuteronomio 17:19) o “al forastero que reside junto a nosotros lo miraréis como a uno de vuestro pueblo y le amarás como a ti mismo” (Levítico 19:34). También ha recordado que “conoceréis la suerte del emigrante porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto” (Éxodo 23:9).

También ha recordado palabras de Jesucristo en el Nuevo Testamento, como “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis”, o cuando resalta que al ayudar a personas, entre ellas migrantes, “lo hicisteis también a mí mismo, eso dice Jesucristo”. También ha mencionado Hebreos 13:1 (“no se olviden de practicar la hospitalidad porque gracias a ello algunos sin saberlo hospedaron a ángeles”), “así que señores de Vox, no les pido que sean humanitarios, les pido que sean ustedes cristianos”, afirmación que ha remachado con un “feliz Navidad”.

https://www.eldiario.es/andalucia/teresa-rodriguez-rebate-racismo-vox-citando-versiculos-biblia_1_9797055.html

La Barcelona o la societat amnèsica

L’Ajuntament de Barcelona va convocar una festassa, amenitzada per Comediants, per celebrar la retirada de l’estàtua de l’empresari, mecenes i primer marquès de Comillas, Antonio López y López (1817-1883), un català, amb orígens càntabres, que es va fer ric amb el comerç d’esclaus. Van acudir a la festa un miler de persones, incloent-hi un munt de nens que xalaven amb els números de circ, els tallers de plastilina, la xocolatada i la música d’Always Drinking Marching Band i del grup africà Djilandiang.

Festa per la retirada de l’estàtua d’Antonio López

Abans que una grua retirés l’estàtua del gran sòcol —el qual, per cert, continua al mateix lloc sense que n’hagin retirat unes al·legories més aviat sospitoses ni el nom de qui el coronava—, el cel de Barcelona va retronar amb els habituals focs artificials. La fanfàrria mediterrània de petards i festa provoca sempre l’admiració de grans i petits. Va ser un acte d’exorcisme com és degut. A falta de polítiques públiques de veritat, Barcelona en Comú sobreviu amb el recurs d’exalçar els simbolismes. Digueu-me quin biaix tenen els cerimonials simbòlics i us diré de quin peu calcen els que els organitzen.

L’estàtua-retrat en bronze d’Antonio López va ser esculpida per Venanci Vallmitjana i es va inaugurar el 13 de setembre del 1884. El 26 d’agost de 1936, l’estàtua va ser enderrocada per primera vegada i el bronze va ser destinat a les indústries de guerra. Acabada la Guerra Civil, Frederic Marès, diguem-ne un reputat escultor del règim, va refer el monument però va utilitzar pedra en lloc de bronze per a l’estàtua principal.

Tot això ho va explicar la meva amiga Judit Subirachs i Burgaya en un llibre excel·lent: L’escultura del segle XIX a Catalunya (1994). En repassar-lo m’he refermat en la idea que allò que està matant les ciutats és l’exhibició descarada de la ignorància, de la uniformització ahistòrica, que converteix els centres urbans en centres comercials a l’aire lliure sense ressaltar el que tenen d’històric els edificis que alberguen les grans i idèntiques marques que un transeünt pot trobar a Barcelona, a París o a Budapest. Als nens els enganyem amb llepolies en comptes d’ensenyar-los a gaudir de la ciutat històrica.

De l’ànima profunda d’una urbs que, com no podria ser d’una altra  manera, és feta amb retalls del passat que se superposen. Personalment, per exemple, em fascinava que l’estàtua del negrer i fundador de la Transmediterrània estigues a tocar, gairebé davant per davant, de Barcelona Head, l’escultura de grans dimensions de l’artista gràfic i escultor nord-americà Roy Lichtenstein, realitzada en col·laboració amb l’escultor extremeny Diego Delgado Rajado, i que es va instal·lar al moll de la fusta amb motiu dels Jocs Olímpics del 92. L’art públic urbà hauria d’adquirir la categoria dels estrats geològics i esdevenir la mesura del temps d’una ciutat.

Barcelona és, sobretot, un museu a l’aire lliure del segle XIX, amb illes setcentistes o gòtiques que en reforcen el sentit històric. Només caldria ajudar a interpretar-lo. Cluquin els ulls i imaginin-se que arrenquen a caminar des del carrer dels Montcada fins a l’estació de França, passant pel Born. En un espai tan reduït com aquest, s’hi condensa la història de la Catalunya medieval, moderna i contemporània. Una vegada vaig acompanyar uns amics japonesos a visitar les restes del Born. En van quedar admirats. Però el que més em va sorprendre va ser que, alçant la mirada cap amunt, va i em diuen: “El que ens agrada molt és l’edifici que han construït per preservar el jaciment”. Vaig quedar astorat. Va ser llavors que se’n va acudir que calia musegrafiar millor la ciutat. De passada ens estalviaríem els debats estèrils sobre la idoneïtat d’haver recuperat les restes del barri que va ser destruït per la repressió posterior al 1714. El Born no és un santuari nacionalista. És l’explicació més o menys ben resolta de la història d’una ciutat i té un aire, sense ser ben bé el mateix, del Covern Garden de Londres.

Els proposo un d’aquests itineraris imaginats. Baixin des de l’Arc de Triomf pel passeig de Lluís Companys (abans Saló de Sant Joan i durant la República de Fermín Galán i en època de Franco de Víctor Pradera), fins a les estàtues de l’alcalde Rius i Taulet (de Manel Fuxà i Pere Falqués 1897-1901), impulsor de l’Exposició Universal de 1888; de Roger de Llúria (de Josep Reynés 1885) i del pintor Antoni Viladomat (de Torquat Tasso 1888). Contemplin entretant l’estàtua de Pau Claris —deguda a Rafael Atché el 1917, retirada el 1939 i reinstal·lada el 1977—, i l’actual seu del Tribunal de Justícia, que es va començar a construir el 1887 i no es va inaugurar fins al 1908. L’estil de l’edifici és força eclèctic i en van ser responsables els arquitectes Enric Sagnier i Villavecchia i Josep Domènech i Estapà.

El conjunt contrasta amb l’estil modernista dels fanals del passeig, dissenyats per Pere Falqués, que són com guardians en la nit. Després entrin a la Ciutadella i topin amb l’estàtua eqüestre del general Prim (1887), obra de Lluís Puiggener, i facin un tomb pel parc, avui seu del Parlament, però que al segle XVIII es va concebre com un fortí, i el 1888 va acollir l’Exposició Universal. Ara té un aire de decadència impropi del que hauria de ser l’entorn de la seu de la sobirania popular. Des d’allí poden encarar l’avinguda del Marquès de l’Argentera (abans d’Eduard Maristany) i triar quin dels dos grans edificis d’arquitectura de ferro volen contemplar: el mercat del Born (ideat per Josep Fontserè i l’enginyer Josep Cornet i Mas, 1876) o bé l’estació de França (de Pedro de Muguruza, Raimon Duran i Reynals i Andreu Montaner i Serra, 1924-29).

Poden continuar avinguda avall cap al monument dedicat a Colom —un conjunt de ferro i pedra concebut el 1888 per Gaietà Buïgas i Monravà, que també caldria retirar si seguíssim la lògica d’Ada Colau—, i entretenir-se al Pla de Palau amb la Font del Geni Català (de Fausto Baratta i Francesc Daniel Molina, 1856) i els frisos dels porxos d’En Xifré, en un dels edificis més moderns de la seva època (1836-1840), del qual fins i tot es diu que va ser dels primers a tenir aigua corrent. És on hi ha el Restaurant 7 Portes.

Després podem passar per la plaça del duc Medinaceli, on hi ha la font-monument dedicada a l’almirall de l’armada medieval catalana Galceran Marquet, erigida el 1851, i explicar allà mateix els efectes de la desamortització eclesiàstica de 1835, que va afectar el primer establiment de l’orde franciscà, el convent de Sant Francesc, construït al segle XIII i enderrocat el 1836. On hi havia el convent ara hi ha la seu de la CNT. Paradoxes del temps. Els quadres de l’antic convent framenor van ser retirats per la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi abans de l’enderrocament i avui s’exposen al Museu Nacional d’Art de Catalunya. No hi ha res que ho indiqui.

Quan encara amb els ulls closos arribin a l’alçada de la Porta de la Pau, posin-se d’esquena al mar i busquin al començament de la Rambla, a mà dreta, l’Al·legoria del Comerç i de la Indústria (de Venanci i Agapit Vallmitjana, 1858-59) en una porta, ara inutilitzada, del lateral del Departament de Cultura, que abans donava entrada a l’antic Banc de Barcelona. Quin itinerari més bonic i ple d’història, oi?

Ara, però, si vull explicar als meus amics estrangers que Catalunya també havia estat un país esclavista, els hauré d’ensenyar una postal del monument d’Antonio López que ha estat retirat absurdament. Qui vulgui comparar el significat d’aquesta estàtua amb la polèmica i els disturbis generats per la retirada de l’estàtua del general Robert E. Lee a Charlottesville, senzillament fa demagògia.

És impensable que a Barcelona algú s’atrevís a convocar una manifestació supremacista als peus del negrer català, com sí que va passar amb els nostàlgics confederats nord-americans. Les accions polítiques han de guardar proporció amb el context on es donen i al dany o al benefici que provoquen.

David Rieff, un reconegut historiador i reporter nord-americà, fa temps va publicar dos llibres, Against Remembrance (2011) i In Praise of Forgetting (2016), tot i que el segon és una ampliació del primer, amb capítols idèntics entre l’un i l’altre. Aquest veterà corresponsal de guerra, fill de la gran Susan Sontag, és al·lèrgic al culte del passat. Arran d’haver palpat l’horror des d’inferns tan diversos com ara Irlanda del Nord, Bòsnia, Rwanda, Libèria, Sierra Leone o Kosova, ha fet seu un consell de Philip Roth: “recorda oblidar”. Les reflexions de Rieff no són fetes a la babalà. Escriu que al principi acceptava acríticament la cèlebre frase de l’assagista i filòsof hispano-nord-americà George Santayana (va néixer a Madrid el 1863 i va morir a Roma el 1952): “Aquells que no poden recordar el passat estan condemnats a repetir-lo”. Però el seu entusiasme memorialista va anar minvant amb l’impacte sobre seu de l’horror que diu així: “En tots aquests llocs [on va fer cròniques dels conflictes] vaig poder veure els efectes nefasts de l’ús de la memòria com a arma de guerra”. La memòria pot ser, certament, una arma llancívola perquè es basa en la regla, sempre arbitrària, de tants caps, tants barrets.

El temps tot ho cura, però. Almenys això diuen, sobretot si fem ús de la història i ens oblidem de la memòria, que n’és l’abús, perquè engalipa més que no pas explica. Recordar és un acte ètic, si es vol. I de vegades és necessari, sempre que no esdevingui un acte de fe. La política barrejada amb la religió, que és el que són les ideologies totalistes, és molt perillosa. La història és una altra cosa, atès que és font de coneixement i es construeix amb dades i no pas amb percepcions o opinions preconcebudes.

Historiar una ciutat és omplir-la de vida. És recrear-la i modificar-la alhora, perquè està feta amb les capes del temps. És un espai viscut. Només cal explicar-lo, com l’exercici que acabo de fer aquí. Gerardo Pisarello, doctor en Dret i tinent d’Alcalde de l’Ajuntament de Barcelona, va insistir a dir durant la festa de celebració de la retirada de l’estàtua d’Antonio López que aquella decisió era “un acte de reparació. El colonialisme i l’esclavatge són els pitjors productes de l’espècie humana”. Oh, i tant! Però la història no és cap judici sumaríssim. Reparar i recordar és possible. En canvi, fomentar l’amnèsia ciutadana converteix les ciutats en un geriàtric ple de malalts d’Alzheimer o en una guarderia de pàrvuls permanents. Els il·luminats que creuen tenir visions celestes de la vida així ho voldrien.

Publicat a elnacional.cat, 19/03/2018

La transparència de l’Església Catòlica sense renovació personal, serà només un eslògan buit

Un nou llibre repassa les actituds canviants envers el secret i la transparència en els assumptes de l’Església

Plaça de Sant Pere / Sean Ang a Unsplash

Fa vint anys, l’Església catòlica es va embarcar en un dolorós procés de transformació després que les espantoses històries d’abús sexual van sortir a la llum, primer als Estats Units i després a altres llocs. No van ser només els delictes dels sacerdots els que van maltractar els menors, sinó l’escàndol encara més gran d’encobriments d’aquells crims per part dels bisbes.

D’aquí les demandes globals d’obertura, transparència i rendició de comptes que són requisits bàsics del dret civil i que s’han inclòs en el dret canònic només recentment.

Se suposa que la veritat i la justícia estan connectades a l’Església Catòlica. Per què va fallar el sistema? Això és el que examinem el meu company Rolando Montes de Oca i jo a Transparència i secretisme en l’Església catòlica .

Si la informació és poder, el secret també és poder. Els que governen les institucions civils, militars i religioses sempre ho han sabut. La transparència porta a exposar la pròpia vulnerabilitat i fa que un estigui obert a atacs.

Encara no s’ha formalitzat el dret a la informació dins l’Església per part dels fidels i del públic en general. Aquest buit només l’omplen parcialment els mitjans de comunicació de l’Església; els seus principis generals s’han d’incorporar al dret de l’Església.

A part de les finances, no existia cap obligació general de responsabilitat a l’Església Catòlica. Després que s’hagi exposat un encobriment gegantí d’abús a Xile, el papa Francesc va establir la responsabilitat a la baixa com un índex de bon govern i prevenció d’abús. La responsabilitat a la baixa ha de ser un aspecte essencial de la identitat de l’Església. Lluny de soscavar l’autoritat dels bisbes i superiors, la reforça protegint la gent de la desinformació i la manipulació. Prevé la corrupció i dinamitza la vida institucional.

Una organització privada com una escola o una empresa és responsable principalment davant les seves parts interessades. S’ha d’informar al públic només en casos d’interès públic legítim. Tanmateix, amb 1.500 milions de membres, l’Església catòlica és molt més que una organització privada. Per això, òbviament, ha d’estar obert.

Un historial lamentable d’escàndols d’abús sexual mostra que les auditories externes i les comissions d’investigació independents poden ser útils. Massa sovint la regla que “la roba bruta s’ha de rentar a casa” ha estat una excusa per a la paràlisi o el subterfugi.

Els informes d’investigació, com l’exposició guanyadora del premi Pulitzer del Boston Globe sobre els abusos sexuals, han fregat el nas de l’Església a la brutícia, però, malauradament, això era el que es necessitava per corregir errors terribles. Tanmateix, no tots els investigadors són competents i imparcials.

La Comissió Reial sobre l’abús sexual infantil a Austràlia i l’ Informe John Jay als Estats Units van ser exhaustius i justos. L’Església australiana va acceptar el 98 per cent de les recomanacions de la Comissió Reial.

Però informes similars a França i Alemanya han estat vergonyós. La independència no és suficient; els informes han de ser objectius i professionals, no orientats ideològicament.

Soc crític amb l’informe francès per diversos motius. Però un dels principals és simplement que no té dades. Les xifres que es donen per a les víctimes d’abús sexual infantil són titulars escandalosos, però bàsicament són extrapolacions i estimacions. Un informe sense dades verificables és un treball de destral, no un informe. L’Església catòlica a França està pagant el cost econòmic, reputacional i espiritual d’aquesta iniciativa.

Tots estem d’acord en els principis. Tots volem una Església oberta; que escolta; que no veu les víctimes com a problemes; que valora les aportacions dels laics; que respecta les dones; això no és elitista. De fet, aquests principis ja formen part de la llei de l’Església. Però les lleis soles no canvien les relacions a l’Església. Al nostre llibre parlem de com crear una comunicació eficaç amb els nostres grups d’interès, tant externs com interns, i com crear una responsabilitat a l’alça i a la baixa.

Implementar els principis de transparència i confidencialitat requereix d’equitat i prudència. Els eslògans de “total transparència” i “tolerància zero” també s’han utilitzat per colpejar persones innocents. La llista d’homes la reputació dels quals s’ha deixat a les escombraries i que posteriorment han estat exonerats no és curta: el cardenal George Pell , el cardenal Philippe Barbarin , l’arquebisbe Michel Aupetit …

En el govern de l’Església hem vist greus abusos del secret. Però l’abús de transparència és igualment problemàtic. Pot destruir la reputació i soscavar el principi legal i moral bàsic de la presumpció d’innocència. Determinar la culpabilitat als tribunals de justícia porta mesos o anys; La determinació de la culpabilitat al tribunal de Twitter és immediata i no hi ha cap tribunal d’apel·lació.

Veig la transparència com un estil de lideratge que respecta l’obertura. Ha de ser una relació on no hi hagi lloc per a la doble parla.

Després de les darreres reformes, és evident que els líders de l’Església no només són responsables davant Déu, sinó també davant del dret canònic. Cap autoritat pot considerar-se per sobre de la llei. La negligència, els encobriments i la falta de responsabilitat són punibles. No hi ha marxa enrere d’aquesta forma de govern més transparent i responsable. La corresponsabilitat amb els laics i la incorporació d’homes i dones amb talent són claus per a aquesta transformació.

Necessitem líders talentosos a l’Església. Però això no és més fàcil que en política. La descripció de la feina d’un bisbe sembla gairebé impossible. Volem que els bisbes siguin jutges savis; ser inversors astuts; ser gestors prudents; ser pastors empàtics i disponibles; ser doctrinalment sòlid; ser predicadors inspiradors… La santedat, que hauria de ser primordial, arriba com una idea posterior.

El fet que l’Església catòlica sigui jeràrquica per mandat diví no és el problema. El dret canònic per a tota l’Església i les constitucions d’institucions particulars dins d’ella funcionen com un fre a l’autoritarisme o al domini personal.

El problema és el menyspreu de la dimensió del servei en l’exercici de l’autoritat. Com ha advertit sovint el papa Francesc, el clericalisme i l’elitisme corrompeixen l’autoritat.

Dins dels cercles de l’Església, avui dia, es parla molt de la “sinodalitat” com una nova forma d’una “eclesiologia de comunió” que garantirà l’obertura, la participació activa, la rendició de comptes i la responsabilitat compartida en el futur. Però tot això serà xerrada buida tret que els líders no es comprometin tant amb la renovació organitzativa com personal. Les bones lleis i els nous procediments seran lletra morta sense santedat personal.

Sixena: ferides molt obertes

L’11 de desembre del 2017, la Guàrdia Civil va ocupar el Museu de Lleida per endur-se els béns del monestir

El fotògraf Jordi V. Pou va documentar, per encàrrec del museu, tots els passos del requisament. JORDI V. POU (MUSEU DE LLEIDA

El Museu de Lleida no ha tor­nat a ser el mateix des de l’11 de desem­bre del 2017. En una Cata­lu­nya minada per l’arti­cle 155, un cen­te­nar de guàrdies civils armats van entrar al cen­tre i es van endur 44 obres ori­ginàries del mones­tir de Sixena per ordre d’un jut­jat de pri­mera instància d’Osca i d’un Íñigo Méndez de Vigo que exer­cia de con­se­ller de Cul­tura. L’ope­ració va començar a les 00.00 h, en una nit freda i plu­josa, i va durar catorze hores; les últi­mes, mar­ca­des per les càrre­gues dels Mos­sos d’Esqua­dra con­tra la gent vin­guda d’arreu del país que va pro­tes­tar als car­rers. Les sen­sa­ci­ons i els sen­ti­ments dels que van viure aque­lla acció, dins i fora del museu, roma­nen cinc anys després. Aquest repor­tatge és un exer­cici de memòria d’onze per­so­nes que mai obli­da­ran el traumàtic 11-D del 2017.

“Va ser un cúmul de per­ver­si­tats”, exclama el direc­tor del Museu de Lleida, Josep Giralt, que va haver de reac­ci­o­nar amb molt poc marge de temps i pren­dre deci­si­ons que aca­ba­rien sent clau per tram­pe­jar els embats de l’ordre d’exe­cució del tras­llat. “El jutge, que era tem­po­ral, va ome­tre que hi fos pre­sent un secre­tari judi­cial, un fet inau­dit. Se’n va obli­dar o ho va fer expres­sa­ment? A més, en decla­ra­ci­ons a la premsa ara­go­nesa, deia que no estàvem col·labo­rant i que, per por que la gent assaltés els fur­gons poli­ci­als i cremés les obres, va adop­tar un dis­po­si­tiu poli­cial exa­ge­rat, amb helicòpter inclòs. Això es pot con­sen­tir? El nos­tre neguit era: amb quina pre­dis­po­sició vin­dria la Guàrdia Civil? La meva gran pre­o­cu­pació era que no pren­gues­sin mal la ins­ti­tució ni els tre­ba­lla­dors del museu que vaig con­vo­car aque­lla nit. I la millor decisió que vaig pren­dre, asses­so­rat pels nos­tres advo­cats, va ser con­trac­tar un notari que fes segui­ment de tot i donés fe de totes les acci­ons. Així és com ens vam blin­dar. ¿No ho va ser també, de per­vers, que la línia de pro­tecció de la Guàrdia Civil fos­sin els Mos­sos per si s’havia de repar­tir lle­nya con­tra els mani­fes­tants, com així va ser? Encara em dol el silenci abso­lut que els pro­fes­si­o­nals de museus espa­nyols van man­te­nir en aquesta ope­ració, amb comp­tadíssi­mes excep­ci­ons (Com­promís del País Valencià i el direc­tor del Museo de León, Luis Grau). Tant la soci­e­tat civil llei­da­tana i cata­lana com els pro­fes­si­o­nals dels museus del país ens van acom­pa­nyar en cos i ànima, i això no es pot obli­dar mai. Cinc anys després, mal­grat les sen­sa­ci­ons agres que han que­dat latents, n’hem de fer una bona lec­tura: el museu s’ha situat en l’ima­gi­nari de tot el país, mai no ha dei­xat de rebre mos­tres de suport dels ciu­ta­dans, ha gua­nyat públic, s’ha reno­vat i té un pla de futur potent que els patrons estan ava­lant.”

Galeria d’imatges del que es va viure dins del museu l’11-D.
JORDI V. POU (MUSEU DE LLEIDA)

‘¿Por esto tanto follón?’

“Va ser el pit­jor dia de la meva vida”, con­fessa el lla­vors con­ser­va­dor del Museu de Lleida Albert Velasco, un dels tes­ti­mo­nis del que es va viure i es va patir dins del cen­tre a par­tir de les dues de la mati­nada, quan ell, jun­ta­ment amb els altres tècnics cata­lans, hi va entrar. La Guàrdia Civil i els tècnics ara­go­ne­sos van arri­bar minuts abans de dos quarts de qua­tre: “El vigi­lant de segu­re­tat del museu ens va avi­sar quan va escol­tar pel walkie d’un mosso que ja eren al peatge de Soses. La sen­sació men­tre els esperàvem era estra­nya, com la dels ostat­ges de l’atra­ca­ment d’un banc a les pel·lícules, amb la diferència que la poli­cia que estava a punt d’arri­bar sabies que no venia a sal­var-te. Pri­mer van reti­rar les peces del magat­zem, de poc o cap interès. «¿Por esto tanto follón?», va dir un poli­cia en veure-les. El més dur va ser quan van anar a bus­car les obres de les sales i vaig veure dos agents fent-se una sel­fie amb les cai­xes sepul­crals de les mon­ges. «On posa en el vos­tre pla de tre­ball que us heu de fer fotos amb les peces?», els vaig etzi­bar cri­dant. Els van obli­gar a esbor­rar-les. La relació amb els tècnics ara­go­ne­sos va ser cor­recta. Excepte amb el direc­tor gene­ral de Patri­moni, Nacho Escuín, que a esto­nes ens va estar pro­vo­cant. Al seu cap de premsa el van fer fora quan el van enxam­par tru­cant a peri­o­dis­tes per pas­sar-los infor­mació con­fi­den­cial. Un altre moment col­pi­dor va ser quan, de dins estant, ens van enviar per What­sApp els vídeos de les càrre­gues poli­ci­als con­tra la gent que pro­tes­tava al car­rer. Vaig plo­rar molt. Hi ha res de posi­tiu en uns fets tan bèsties? Doncs sí: que aquell dia i els següents el Museu de Lleida va arre­lar al cor dels ciu­ta­dans.”

La con­ser­va­dora del Museu de Lleida Car­men Ber­labé va ser una llui­ta­dora incan­sa­ble del patri­moni de Sixena pre­ser­vat a Cata­lu­nya des dels ini­cis del con­flicte. “Encara ara m’angoixo quan recordo l’entrada de la Guàrdia Civil al museu, en for­mació i a pas mili­tar. Van ocu­par el museu. Tots els que érem a dins vam estar retin­guts. Com si fóssim una banda armada. Nosal­tres érem l’ene­mic. Vaig pas­sar molta por. Sabíem que qual­se­vol situ­ació de pèrdua de ner­vis podia tenir unes con­seqüències bru­tals. I, de pro­vo­ca­ci­ons per fer-nos exal­tar, n’hi va haver. Tot estava pla­ni­fi­cat per crear psi­cosi. Per què, si no, van venir de nit? Era abso­lu­ta­ment inne­ces­sari. Va ser un acte d’escarni. Volien ense­nyar-nos que ens havien vençut. Un estat tota­li­tari ens va obli­gar a viure això. Va ser un escar­ment als cata­lans. L’únic moment en què em vaig sen­tir recon­for­tada va ser quan vam sor­tir a aco­mi­a­dar les obres i vam veure la gent del car­rer plo­rant i cri­dant de des­es­pe­ració. Les seves cares no les obli­daré mai [plora]. Quanta dig­ni­tat. Se’l sen­tien seu, aquell patri­moni. Les peces van ser les altres vícti­mes: d’estar ben cui­da­des en un museu públic ara estan en un edi­fici en obres de pro­pi­e­tat pri­vada. L’únic que espero és que el que vam viure aque­lla nit no es repe­teixi mai més. A mi m’ha que­dat estrès post­traumàtic. Vaig estar temps sense poder dor­mir bé. Tinc sobre­salts quan hi penso.”

Pocs dies abans, la cap de comu­ni­cació del Museu de Lleida, Marga del Campo, ja va veure les ore­lles al llop. “Estàvem a punt de tan­car, al museu ja pràcti­ca­ment no hi que­dava ningú, i es van pre­sen­tar un grup de guàrdies civils amb una ordre que jo vaig inter­pre­tar com una inti­mi­dació. Ner­vi­osa, vaig tru­car a l’advo­cat i em va dir que no hi podien entrar perquè l’ordre tenia un defecte de forma. Van mar­xar enfa­dats i em van dir: «El día 11 de dici­em­bre empi­eza a las 00.00 h.» El dia 10, diu­menge, al matí vaig anar a tre­ba­llar per aten­dre la premsa. Vaig pas­sar la tarda a casa i a les onze vaig tor­nar al museu, i ja no en vaig sor­tir. Els tècnics ara­go­ne­sos van venir proveïts de men­jar i cafè. Nosal­tres no teníem res. Només por. No hi va haver cap estona de des­cans. No sabies quina hora era. Et sen­ties sol i aïllat. No t’immu­ta­ves amb cap pro­vo­cació, ni quan et feien bro­me­tes. Pot­ser espe­ra­ven sen­tir-nos cri­dar o veure’ns plo­rar. No els vam donar aquest plaer. Vam voler cui­dar al màxim la imatge del museu, un museu públic obert a tot­hom. Als tre­ba­lla­dors ens havien posat al cen­tre de la diana. Hi vam res­pon­dre amb pro­fes­si­o­na­li­tat. I la nos­tra gran sort va ser con­trac­tar un notari perquè aixequés acta de tot el que passés aque­lla nit dins del museu. No se l’espe­ra­ven. No sé què hau­ria pas­sat sense la seva presència vet­lla­dora. Estàvem real­ment espan­tats. En aquell con­text de repressió, política, econòmica i també cul­tu­ral, el Museu de Lleida va ser una víctima més.”

La con­ser­va­dora res­tau­ra­dora del Museu de Lleida Núria Gilart té poques ganes de tor­nar a recor­dar. La seva feina va con­sis­tir a fer les fit­xes de totes les obres que van mar­xar, amb les ano­ta­ci­ons del seu estat de con­ser­vació: “El que els passés pel camí i al seu nou destí ja no era res­pon­sa­bi­li­tat nos­tra.” Però res va ser sen­zill. “Vam tre­ba­llar sota molta pressió i estrès. D’entrada ens van dir que tam­poc calia que fóssim allà, que ells ja tenien les fotos del que s’havien d’endur. Com si no fóssim neces­sa­ris. Ens hi vam qua­drar: les peces les trauríem nosal­tres una per una i ho docu­men­taríem tot, amb foto­gra­fies i vídeos. No s’espe­ra­ven que estiguéssim tan pre­pa­rats. Vaig anar per feina, con­cen­trada, en bucle, obvi­ant tota la resta. La relació amb els tècnics ara­go­ne­sos va ser dis­tant. No parlàvem. Només vaig interac­tuar amb les res­tau­ra­do­res. No crec que els fes gràcia el paper que els va tocar fer. A mi no me n’hau­ria fet. La situ­ació era sur­re­a­lista, incom­pren­si­ble. No tenia cap sen­tit des del punt de vista tècnic. Tot estava al ser­vei de la política. Vaig aca­bar molt can­sada i, sobre­tot, trista. Sense ganes de par­lar amb ningú, vaig mar­xar cor­rents cap a casa. Em va emo­ci­o­nar veure els mis­sat­ges al mòbil de tants col·legues que eren a fora i que patien per nosal­tres perquè no sabien què estava pas­sant a dins. El que vaig viure aque­lla jor­nada em va fer replan­te­jar mol­tes coses. No calia fer-ho així. Pro­curo no pen­sar-hi.”

“Tu saps què és estar envol­tat de 100 agents de la Guàrdia Civil armats amb metra­lla­do­res, fins i tot per anar al lavabo?” Jusèp Boya, lla­vors direc­tor gene­ral de Patri­moni de la Gene­ra­li­tat, va deci­dir motu pro­prio, jun­ta­ment amb Magda Gassó, cap del ser­vei de Museus, anar a Lleida. “El 155 havia dei­xat el govern escapçat i nosal­tres dos érem les dues úniques auto­ri­tats que quedàvem al Depar­ta­ment de Cul­tura. No vam volem dei­xar sol l’equip del Museu de Lleida. Ningú ens va orde­nar que hi anéssim, i el cas és que, un cop allà, els ara­go­ne­sos em volien fer fora. M’hi vaig qua­drar: «Soc aquí perquè això és casa meva.» Va ser una de les nits més dures de la meva vida pro­fes­si­o­nal. Vaig sen­tir una bar­reja de sen­ti­ments, d’impotència, ràbia i deso­lació. Tot el que va suc­ceir aque­lla llarga nit em va afec­tar moltíssim. Vam sen­tir el suport de la gent que hi havia a fora cri­dant (les càrre­gues dels Mos­sos em van fer plo­rar) i em va emo­ci­o­nar veure-hi tants com­panys dels museus cata­lans. Quan va mar­xar l’última caixa, vaig dir al per­so­nal del museu: «Hem de tan­car el dol. El Museu de Lleida ha de tirar enda­vant.» I ho ha fet. Aragó va bus­car pre­me­di­ta­da­ment aquesta punya­lada final. Mai va estar dis­po­sat a dia­lo­gar. Els vam ofe­rir un dipòsit de llarga durada d’una part impor­tant del fons, sem­pre que reco­ne­gues­sin la pro­pi­e­tat de la Gene­ra­li­tat. Però no, ells el que volien era la ren­dició. La lluita no s’ha aca­bat: els tri­bu­nals euro­peus encara hi han de dir la seva. Perquè no obli­dem que es van lliu­rar les obres, però no els diners.”

L’his­to­ri­a­dor de l’art i museòleg Damià Amorós va sor­tir de casa seva, a Sar­ral, que encara era de nit, i a Lleida el va rebre la mateixa fos­cor. “Les llums bla­ves de les sire­nes dels cot­xes poli­ci­als que tenyien la façana del museu van ser el pri­mer senyal que el que estava suc­ceint no era nor­mal. Hi havia un ambi­ent d’enter­ra­ment. De ràbia i de decepció. Era una der­rota. El que més em va col­pir no va ser el moment de la marxa de les obres, sinó la imatge just després, quan els tre­ba­lla­dors del museu van sor­tir tots junts a fora. Va ser un moment de molta con­nexió amb els pro­fes­si­o­nals dels museus cata­lans que érem allà. Vaig tro­bar fora de lloc que en la con­cen­tració també hi hagués polítics. A ells els per­to­cava fer una altra feina: les ges­ti­ons per impe­dir el que estava pas­sant, tan dramàtic per a la gent de Lleida que estava veient com li des­a­pa­rei­xia una part de la història del seu ter­ri­tori. Em dol que tot hagi que­dat confós en un fume­ral naci­o­nal ben estrany. Les grans dam­ni­fi­ca­des de la ins­tru­men­ta­lit­zació política d’aquest patri­moni han estat les peces. Pri­va­tit­zar el que era una col·lecció pública és gravíssim.”

El futur pre­si­dent de la Gene­ra­li­tat, Quim Torra, que con­cor­ria com a número onze en la llista de Junts per Cata­lu­nya a Bar­ce­lona en les elec­ci­ons al Par­la­ment, va arri­bar a Lleida de mati­nada. “Feia un fred ter­ri­ble, però la sen­sació de fred era, sobre­tot, inte­rior. Sem­blava men­tida que s’hagués arri­bat a aque­lla situ­ació, que no s’hagués pogut atu­rar. Era increïble que allò estigués pas­sant davant dels nos­tres nas­sos. Tots els que hi érem com­partíem un sen­ti­ment d’inde­fensió abso­luta davant d’aque­lla aber­ració patri­mo­nial. Ens sentíem ultrat­jats. Quan les obres van mar­xar, al car­rer es van viure moments de molta tensió. Vaig ser a un pam d’un poli­cia, un mosso… La con­tun­dent reacció de la gent va ser d’alta civi­li­tat. Em va com­moure sobre­tot el coratge del per­so­nal del museu, i aque­lla escena final, quan van sor­tir tots junts i els vam aplau­dir. Esta­ven des­fets.”

Estàvem en guerra?

La direc­tora del Museu d’Art de Girona, Carme Clu­se­llas, va aga­far l’últim tren que sor­tia de Girona i a les onze ja era a Lleida. Havia reser­vat una habi­tació d’hotel, però… “No em vaig moure del car­rer en tota la nit. Al prin­cipi n’érem poquets, va ser al matí que es va començar a omplir. Que què em va impac­tar més? Veure tants poli­cies armats, com si estiguéssim en guerra. Als museus no en por­tem, d’armes. I les mane­res amenaçado­res d’aquests poli­cies. Ens fil­ma­ven. Dues dones grans a pri­mera fila cri­da­ven: «Ens roben!» És el que va ser: un roba­tori. Com pot ser que se’ns estigués mal­trac­tant així? El Museu de Lleida l’únic que havia fet amb aquell patri­moni era cui­dar-lo, res­tau­rar-lo, difon­dre’l i expli­car-lo. No estava ama­gat en cap cata­cumba. La imatge dels tre­ba­lla­dors del museu al final de tot va ser un moment de llàgrima. Grans pro­fes­si­o­nals. Cinc anys després, les obres s’estan podrint i ningú diu res, no ho entenc. Aquí a Cata­lu­nya no interessa crear con­flicte, però allà, a Aragó, sí, perquè els dona uns enor­mes rèdits polítics. Som veïns, és tristíssim. Sí, ho tor­na­ria a fer, tor­na­ria a pas­sar una nit al ras per defen­sar el nos­tre patri­moni, a Lleida i allà on fes falta.”

El peri­o­dista d’El País José Ángel Montañés, amb una llarga tra­jectòria en diver­sos con­flic­tes patri­mo­ni­als, el de Sixena con­cre­ta­ment des del seu inici, va ser un dels pro­fes­si­o­nals de la infor­mació que van cobrir els fets de l’11 de desem­bre des de les dotze en punt de la nit, quan els Mos­sos van blin­dar l’accés al museu. “Intuïem que pas­sa­ria alguna cosa, però no sabíem ni quan ni com. A títol per­so­nal, va ser l’experiència més extrema que he vis­cut mai. Les sen­sa­ci­ons de sor­presa i incre­du­li­tat van ser inten­ses, perquè aque­lla brus­que­dat només l’asso­ci­a­ves a museus de països en situ­a­ci­ons de guerra. En el meu cas, vaig veure les dues cares de la notícia. A Lleida, la de la desgràcia, amb una violència en tots els sen­tits, no només física, i a menys de 60 quilòmetres, a Vila­nova de Sixena, la de l’ale­gria quan hi van arri­bar les obres. Les reac­ci­ons tan opo­sa­des de la gent, una gent que pot­ser fins lla­vors no s’havia interes­sat pas per aque­lles obres, ni aquí ni allà, em van sac­se­jar. La lliçó de tot ple­gat és que no és bo per al patri­moni que se’l col·loqui en l’àmbit de la política.”

El direc­tor del Museu d’Art Jaume Morera de Lleida, Jesús Navarro, ja era a mit­ja­nit al car­rer per donar suport als seus com­panys, i no se’n va moure. “Va ser una nit excep­ci­o­nal, amb molts moments durs, però també emo­tius, de soli­da­ri­tat i empa­tia. La gent, sobre­tot la de Lleida, se sen­tia iden­ti­fi­cada amb aquell patri­moni i ho va rebre com una agressió. Es va con­su­mar una ope­ració sense pre­ce­dents en l’àmbit dels museus i que difícil­ment es repe­tirà en un futur. El que menys impor­tava en aquest con­flicte era el patri­moni, perquè, si hagués estat l’interès pri­mor­dial, s’hau­ria acor­dat una gestió com­par­tida, una via que va ser ban­de­jada tot d’una. En por­tar-ho al pla polític, far­cit d’anti­ca­ta­la­nisme, ja no hi havia diàleg pos­si­ble, perquè tot es plan­te­java com la victòria dels uns i la der­rota dels altres. I el gran con­tra­sen­tit és haver tret les obres de l’expo­sició pública. Ni tan sols podem par­lar de res­ti­tució: a qui si les pro­pietàries ori­gi­nals ja ni exis­tei­xen?”

La marxa de les obres, catorze hores després. AGÈNCIES.

TRETZE DATES CLAU 

1188

El reial mones­tir de Santa Maria de Sixena (Vila­nova de Sixena, Osca), expo­nent de la riquesa de la Corona d’Aragó, va ser fun­dat per la reina Sança de Cas­te­lla, esposa d’Alfons el Cast, en ple desert dels Mone­gres. Des de l’ori­gen l’habi­ta­ven mon­ges de l’orde de Sant Joan de Jeru­sa­lem, que n’eren les pro­pietàries (tant de l’edi­fici com dels seus béns). 

1923 

El con­junt monàstic és decla­rat patri­moni naci­o­nal. Però la seva decadència, que ve de segles, con­ti­nuarà impa­ra­ble i en ple segle XXI encara no s’hi han fet les inver­si­ons per refor­mar-lo. 

1936 

A l’inici de la guerra, el cenobi va ser incen­diat pels revo­lu­ci­o­na­ris de la zona. Les pin­tu­res murals, molt afec­ta­des pel foc, van ser arren­ca­des per una expe­dició de ‘monu­ments men’ cata­lans, amb l’ajuda de gent del poble, i van ser tras­lla­da­des al MNAC per sal­va­guar­dar-les. 

1960 

Les mon­ges fir­men un como­dat (un préstec inde­fi­nit) de les pin­tu­res murals amb el museu català, que les ha res­tau­rat i les tracta amb cura màxima per pro­te­gir-les. 

1970 

Les reli­gi­o­ses, poques i ja grans, dei­xen el ruïnós mones­tir, aban­do­nat per les auto­ri­tats d’Aragó, i s’ins­tal·len a Cata­lu­nya, pri­mer a la Bona­nova de Bar­ce­lona i després en un con­vent de nova planta a Vall­do­reix. 

1983-94 

La Gene­ra­li­tat i el MNAC els com­pren 97 obres per 50 mili­ons de pes­se­tes (300.000 euros). També acti­ven con­jun­ta­ment les ges­ti­ons per con­ver­tir en donació la cessió de les pin­tu­res murals, però la mort de les últi­mes reli­gi­o­ses frena que es for­ma­lit­zin. 

1995 

La Santa Seu, pres­si­o­nada per l’Església espa­nyola, par­teix la diòcesi de Lleida, de la qual Sixena for­mava part, i trenca així vuit segles d’història comuna. 

2012 

El Tri­bu­nal Cons­ti­tu­ci­o­nal denega el dret de retracte per adqui­rir les obres que havia recla­mat Aragó catorze anys abans. Aragó activa imme­di­a­ta­ment un altre litigi, ara per la via civil, perquè es decla­rin il·legals els con­trac­tes de com­pra­venda de les peces. En paral·lel, també judi­ci­a­litza el cas de les pin­tu­res murals. Totes les sentències que es dic­ten a par­tir del 2015 seran a favor seu. Les auto­ri­tats ara­go­ne­ses en dema­nen les exe­cu­ci­ons pro­vi­si­o­nals, i els tri­bu­nals ara­go­ne­sos ho con­sen­ten. 

2016 

El jut­jat núm. 1 d’Osca obliga a entre­gar, encara sense sentència ferma, les 97 peces al mones­tir abans del 25 de juliol. El dia 26 només hi arri­ben les 53 que con­serva el MNAC als seus magat­zems. 

2017 

L’11 de desem­bre la Guàrdia Civil entra al Museu de Lleida i s’endú els altres 44 béns. 

2018 

El jut­jat núm. 2 d’Osca, que du el cas de les pin­tu­res murals, para­litza el retorn pro­vi­si­o­nal del con­junt, aler­tat pels experts, que l’avi­sen del seu deli­cat estat de con­ser­vació. Deixa la decisió final al Tri­bu­nal Suprem. 

2020 

La comu­ni­tat eclesiàstica que resi­deix de llo­guer a Sixena, de l’orde de Bet­lem i que no té res a veure amb les mon­ges sant­jo­a­nis­tes (a l’Estat, ja només resi­dei­xen en un con­vent, a Àlaba), deixa el mones­tir farta de l’enre­nou mediàtic i els menys­preus del govern d’Aragó

2022 

A finals de novem­bre, el Tri­bu­nal Suprem va adme­tre a tràmit els recur­sos de cas­sació que va pre­sen­tar fa dos anys la part cata­lana con­tra la sentència de les pin­tu­res murals. A la comu­ni­tat veïna han anat sor­tint veus crítiques amb la gestió de l’afer. Diver­ses enti­tats reli­gi­o­ses i civils han fet una reco­llida de fir­mes per dema­nar al papa que es reins­tauri la vida espi­ri­tual al mones­tir.

https://www.elpuntavui.cat/cultura/article/19-cultura/2227701-sixena-ferides-molt-obertes

Santa Sede a la ONU: La pornografía contribuye al abuso infantil

NUEVA YORK, 14 de octubre (C-Fam) Durante los debates de la ONU esta semana, la delegación de la Santa Sede, que representa al Papa Francisco en las Naciones Unidas, denunció el aborto, la pornografía y la subrogación como “prácticas que reducen a la persona humana a un objeto.”

“Es un error pensar que en una sociedad en donde el consumo anormal de sexo por internet es desenfrenado entre los adultos podría ser capaz de proteger eficazmente a los menores”, dijo Monseñor Robert Murphy al tercer comité de la ONU al citar los comentarios del Papa Francisco contra la pornografía infantil. El comité, que se ocupa de temas sociales, se reunió a principios de esta semana para debatir los derechos de los niños.

Monseñor Murphy tampoco se anduvo con rodeos al describir la gestación subrogada, afirmando que “convierte al niño en el mero objeto de un absoluto deseo de ser satisfecho y no puede justificarse por motivaciones solidarias”.

Dijo que la mercantilización de los niños también estaba presente en relación con el aborto porque “trata a los niños como descartables”. Como ejemplos, señaló el rechazo a las niñas y niños con discapacidad a través del aborto selectivo por sexo y el aborto basado en la discapacidad.

Monseñor Murphy destacó la importancia de la familia como “la base para el bienestar de los niños” de acuerdo con el derecho internacional. Hizo hincapié en el papel de los padres como los “principales educadores de sus hijos”, y enfatizó que los padres significaban tanto “madre como padre” cuando se referían a los padres. Y lamentó cómo “los niños sin el cuidado de sus padres tienen más probabilidades de sufrir exclusión, violencia, abuso, abandono y explotación”.

“Por lo tanto, los esfuerzos para promover y proteger los derechos y el bienestar de los niños deben ir de la mano con medidas para apoyar y fortalecer a la familia”, concluyó.

Los comentarios de Murphy contrastaron con los comentarios de países occidentales poderosos que no mencionaron en absoluto a las madres, los padres y la familia en sus declaraciones sobre los derechos de los niños.

La delegación de Estados Unidos eligió el debate sobre los derechos del niño para promover la homosexualidad y la transgeneridad.

“En todo el mundo, los niños LGBTQI+ están sufriendo y, a menudo, en silencio. Los niños LGBTQI+ corren un mayor riesgo de quedarse sin hogar, suicidio, depresión, ansiedad, abuso y uso de sustancias. Debemos trabajar juntos para garantizar que los niños LGBTQI+ en todas partes sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen”, dijo Dylan Lang, asesor de EE. UU. para el Tercer Comité.

La Unión Europea enfatizó el derecho de los niños a “ser escuchados” ya tomar sus propias decisiones.

Varios países mencionaron las políticas familiares en el contexto de la protección infantil, pero ninguno más que Hungría.

“La protección de los niños es una alta prioridad para Hungría, consagrada en nuestra Ley Fundamental”, dijo la delegación húngara. “Con este espíritu, no escatimamos esfuerzos para apoyar el desarrollo físico, mental y social de los niños y hemos brindado un apoyo integral directamente a los niños que lo necesitan, como catering escolar gratuito, así como un entorno familiar propicio a través de la licencia parental pagada, exención de impuestos para familias con cuatro o más hijos, protección social, así como apoyo en la crianza de los hijos a familias en situación de vulnerabilidad”.

Las resoluciones de la Tercera Comisión finalmente se enviarán a la Asamblea General en pleno en diciembre.

Un observador le dijo al Friday Fax: “Es muy útil cuando la Santa Sede habla con tanta fuerza. También ayuda a todas las delegaciones que quieren hacer oir su voz”.

La ultraderecha ataca al Papa; los obispos callan

El Papa Francisco recibe a un niño durante su audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI en la Ciudad del Vaticano.- EFE

El mundo al revés: cuentas de twitter del mundo de la izquierda haciéndose eco, e incluso aplaudiendo, según qué declaraciones del Papa Francisco, y tanto la derecha ultra como la ultraderecha españolas criticándolo o ninguneándolo, cuando no insultándolo sin recato alguno. No entiendo nada, pero lo que menos alcanzo a comprender es el silencio de los obispos españoles.

El sábado 16 de octubre, durante su intervención vía zoom en el IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, el Papa defendió “un salario universal” y abogó por “la reducción de la jornada laboral” como medidas para un mayor acceso de todos al trabajo. Con esta propuesta, Bergoglio vino a redondear el mensaje que días antes había dirigido a la FAO durante la celebración del Foro Mundial de la Alimentación, y en el que textualmente afirmó: “Para la humanidad el hambre no es sólo una tragedia sino una vergüenza. Ante esta realidad, no podemos permanecer insensibles o quedar paralizados. Todos somos responsables”.

¿Cómo queremos que diciendo estas cosas la ultramontana derecha española no ande cabreada con el Sumo Pontífice? Andan descolocados, los “pobres”, porque además del himno o la bandera, sin duda están convencidos de que el catolicismo es también patrimonio exclusivamente suyo. Les está complicando mucho el discurso tanto a ellos como a cuantos poderosos abusan de su posición:

Pido a los medios de comunicación que terminen con la lógica de la post-verdad, la desinformación, la difamación, la calumnia y esa fascinación enfermiza por el escándalo y lo sucio”, escribió Francisco en su cuenta de twitter –@Pontifex- el mismo día 16 de octubre echando más leña al fuego. Este Papa “es una catástrofe para la iglesia, un populista, se apresuró a proclamar Marhuenda en la tele esa misma noche. Y añadió: “Como católico, lo resistiré hasta que dios lo lleve a su sino y llegue un Papa que tenga la cabeza mejor ordenada”.

Quizás convenga recordar a estos “sepulcros blanqueados” que lo que está haciendo Francisco, en realidad no es ninguna novedad: proviene de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), allá por 1891, cuando los Papas empezaron a publicar encíclicas sociales. En todas ellas, desde la Rerum novarum de León XIII hasta la Laborem excersens de Juan Pablo II, se encuentran presentes ideas como que “el trabajo está por encima de la producción” o que “toda propiedad tiene una hipoteca social”. Y en todas aparecen principios básicos como la dignidad del ser humano, el bien común o la solidaridad.

Lo que ha hecho Francisco es proporcionarle mayor altavoz a esta doctrina, reivindicarla, ponerla en valor, pero todo estaba ya dicho por algún Papa anterior. En la carta que envió a México para ser leída el 26 de septiembre durante los actos del Bicentenario de la Independencia no se decía nada que no se hubiera dicho ya: “Tanto mis antecesores como yo mismo, recordaba, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”.

En su cuenta políglota de twitter, el sábado pasado Francisco debió pensar que era un buen día para difundir su mensaje “urbi et orbi”: además de leerle la cartilla a los medios de comunicación como ya hemos visto, decidió no dejar a nadie con poder sin su correspondiente admonición:

Pido a los gobiernos y a todos los políticos que trabajen por el bien común; a los fabricantes y traficantes de armas que cesen totalmente su actividad, a los grandes laboratorios que liberen las patentes, a las grandes corporaciones alimentarias, que dejen de imponer estructuras monopólicas de producción y distribución. A los grupos financieros y organismos internacionales de crédito, pido que permitan a los países pobres garantizar las necesidades básicas….” Y así sucesivamente hasta completar una docena de tuits donde no dejó títere con cabeza.

Ni siquiera aquí había nada nuevo, porque estas admoniciones se pueden encontrar en la encíclica “Fratelli tutti” publicada hace ahora un año, también en la exhortación apostólica “Evangelii gaudium”, de noviembre de 2013, o en la encíclica “Laudato si” de 2015, dedicada a la ecología. Tanto en estos como en otros muchos escritos Francisco había denunciado ya la existencia de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera.

Lo único novedoso es que el Vaticano decida trasladar todo esto a las redes sociales aumentando así tanto su repercusión como el escozor producido a la mayoría de los hooligans de la ultraderecha española. Que los medios españoles, teniendo en cuenta en manos de quiénes están, insulten o permanezcan callados puede entenderse, pero los jerarcas de la Iglesia católica… ¿qué hacen ellos puestos de perfil? ¿qué hacen viendo pasar los días sin decir esta boca es mía?

Consulto la cuentas de twitter de Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal: ni un solo retuit a las peticiones de su jefe directo; tampoco en la cuenta de Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. Y eso que ambos son, al menos sobre el papel, las personas de confianza colocadas por Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Española. Ninguna referencia tampoco en la cuenta institucional, ni en la de Luis Argüello, secretario general, aunque este sí salió a la palestra para reclamar que se leyera la carta completa del Papa a los mexicanos antes de criticarla. Por lo demás, nada de contestar a las arremetidas ultras. Solo silencio. ¿Alguien me lo puede explicar?

Al final vamos a tener que resignarnos y verle la parte positiva. Por lo menos no están echando leña al fuego ni apoyando públicamente los desafueros de Marhuenda, Ayuso, Espinosa de los Monteros, Aznar y compañía. Algo es algo. Porque algunos obispos me conozco yo que estarían encantados, si tuvieran poder en estos momentos, de irrumpir en escena y soltar cuatro frescas en esa línea.

No estaría mal que la plana mayor de los obispos españoles, en teoría todos ellos de la confianza de Francisco, salieran ya de sus madrigueras y se pronunciaran claramente contra esta especie de cruzada de las ultraderechas contra un Papa al que ahora solo parece defender la izquierda. Que tampoco es eso, ni tanto ni tan calvo. Cuanto antes acabemos con esta esquizofrenia mejor, ¿no les parece?

Acusen l’ultradreta d’aprofitar-se del cristianisme

La sociòloga de la religió Mar Griera i el teòleg i jesuïta Víctor Codina han alertat de l’aprofitament que fa l’extrema dreta del cristianisme per difondre el seu missatge i han alertat del fonamentalisme cristià que fomenten dirigents com Donald Trump (EUA), Jair Bolsonaro (Brasil) o Jeanine Áñez (Bolívia).

Griera, que va participar dilluns passat amb Codina a la conferència “Fonamentalismes cristians i autoritarismes” organitzada per Justícia i Pau i Cristianisme i Justícia, ha advertit, en declaracions a Efe, de la instrumentalització del cristianisme que duen a terme aquests dirigents polítics.

Griera defensa que “les persones que formen part de comunitats cristianes voten menys a la dreta radical”, però que entre els votants de l’extrema dreta es troba “una identitat cristiana no practicant que oposa la cultura cristiana als migrants musulmans que rebutgen”.

La sociòloga posa com a exemple d’aquest simbolisme cristià que utilitza el líder de l’extrema dreta Santiago Abascal, “que primer es va casar pel civil, però després del divorci, es va casar per l’Església”.

“Racisme cultural”

“El racisme de l’extrema dreta actual no és biològic, sinó cultural”, adverteix Griera, que ha assenyalat que la ultradreta “utilitza el discurs que la civilització judeocristiana ha de separar-se de la civilització islàmica per justificar el racisme”.

El fonamentalisme cristià va sorgir en la dècada del 1910 als Estats Units, i segons Griera, en aquell moment “eren comunitats tancades que rebutjaven entrar en política i que se centraven a interpretar la Bíblia de manera literal”.

Aquesta reclusió canvia al llarg de segle XX, fins que apareix “un fonamentalisme amb característiques de moviment social”, que es vincula amb una dreta radical que “formalment respecta el mètode democràtic però que ataca les bases de la democràcia”.

“Les grans manifestacions de plataformes com Hazte Oír a principis dels anys 2000 contra el matrimoni entre persones de mateix sexe o l’avortament són mostres d’aquesta agenda conservadora de l’església que surt al carrer”, exposa Griera.

“Més incògnites que certeses”

Tot i així, la sociòloga alerta que hi ha “més incògnites que certeses” pel que fa al fenomen de l’extrema dreta, ja que és un fenomen recent: “estudis de fa dos anys explicaven que a Espanya no era previsible el sorgiment d’una força d’extrema dreta com a la resta d’Europa”, recorda.

El teòleg Víctor Codina explica que la instrumentalització del cristianisme “aporta seguretat a l’extrema dreta” per justificar un discurs de “pensament únic, vertical, sense diàleg i masclista” i posa l’exemple del polític italià Matteo Salvini, que va parlar en contra dels migrants “amb el rosari a la mà”.

Papa Francisco: “Latinoamérica será víctima hasta que no se libere de imperialismos explotadores”

En una extensa entrevista con la agencia argentina de noticias ‘Télam’, el pontífice habla del “sueño de San Martín y Bolívar” y convoca a la unidad regional

El papa Francisco durante una audiencia general en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
ALESSANDRA BENEDETTI (CORBIS)

El papa Francisco hizo una firme defensa del perfil “popular” de la Iglesia latinoamericana y su papel emancipador en una región que, consideró, “será víctima hasta que no se termine de liberar de imperialismos explotadores”. En una entrevista de alto contenido político, concedida en Santa Marta la semana pasada a la agencia argentina de noticias Télam, el pontífice evitó mencionar a esos “explotadores” porque, dijo, “son tan obvios que todo el mundo los ve”. E invitó a América Latina a pensarse “desde la periferia” para cumplir el “sueño de unidad de San Martín y Bolívar”.

“Me llamó la atención una conferencia que escuché de Amelia Podetti, una filósofa que ya falleció, en la que dijo: ‘Europa vio el Universo cuando Magallanes llegó al Sur’. O sea, desde la periferia más grande, se entendió a sí misma. La periferia nos hace entender el centro. Podrán estar de acuerdo o no, pero si vos querés saber lo que siente un pueblo, andá a la periferia. Las periferias existenciales, no sólo las sociales. Y ahí se muestra el pueblo”, dijo el Papa.

En esa periferia está América Latina, ese sitio donde “se ve la verdadera realidad”, según Francisco. La región tiene entonces el desafío de construir desde allí la unidad y “liberarse de los imperialismos”. “Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar por la unidad de la región. El sueño de San Martín y Bolívar es una profecía, ese encuentro de todo el pueblo latinoamericano más allá de la ideología. Esto es lo que hay que trabajar para lograr la unidad latinoamericana”, dijo Francisco a Télam.

Nacido en Argentina hace 85 años, Francisco se convirtió el 13 de marzo de 2013 en el primer Papa latinoamericano. Desde entonces no ha vuelto a su país, pero ha visitado Brasil -su primer viaje al exterior, en julio de aquel mismo año-, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Cuba, México y Colombia. En todos esos países la Iglesia Católica está fuerte porque, dijo Francisco, “tiene una historia de cercanía al pueblo muy grande”: “Es una Iglesia popular, en el sentido real de la palabra. Es una Iglesia que se desnaturalizó cuando el pueblo no podía expresarse y terminó siendo una Iglesia de capataces de estancia, con los agentes pastorales que mandaban”. “La Iglesia latinoamericana tiene aspectos de sujeción ideológica en algunos casos. Los ha habido y los seguirá habiendo porque eso es una limitación humana”, agregó el Papa, “pero es una Iglesia que pudo y puede expresar cada vez mejor su organización popular”.

Francisco habló durante más de una hora y media y se mostró francamente recuperado de su artrosis en la rodilla derecha, el mal que lo obligó a suspender una gira prevista para principios de julio por República Democrática del Congo y Sudán del Sur. La suspensión disparó los rumores de una posible renuncia. Consultado por Télam si aún había “Papa para rato”, optó por una respuesta casi de protocolo: “Que lo diga el de arriba”. Se mostró, sin embargo, muy animado durante la charla. Habló de la guerra en Ucrania, la necesidad de acercar la política a los jóvenes y del fin de la pandemia. “No podemos volver a la falsa seguridad de las estructuras políticas y económicas que teníamos antes [de la covid-19]. Así como digo que de la crisis no se sale igual, sino que se sale mejor o peor, también digo que de la crisis no se sale solo. O salimos todos o no sale ninguno”, dijo Francisco.

El Papa es consciente del poder de su voz “disonante”, como la definió, pero también criticó lo que consideró la manipulación mediática de sus palabras. “Si hablo yo todos dicen “habló el Papa y dijo esto”. Pero también es cierto que te agarran una frase fuera de contexto y te hacen asegurar lo que no quisiste decir. Por ejemplo, con la guerra hubo toda una disputa por una declaración que hice en una revista jesuita: dije “aquí no hay buenos ni malos” y expliqué por qué. Pero se tomó esa frase sola y dijeron ‘¡el Papa no condena a Putin!’. La realidad es que el estado de guerra es algo mucho más universal, más serio, y aquí no hay buenos ni malos. Todos estamos involucrados y eso es lo que tenemos que aprender”, dijo. Llamó entonces a reconsiderar el concepto de “guerra justa”, aquella que justifica la reacción la víctima: “Puede haber una guerra justa, hay derecho a defenderse, pero como se usa hoy día ese concepto hay que repensarlo. Yo he declarado que el uso y la posesión de armas nucleares es inmoral. Resolver las cosas con una guerra es decirle no a la capacidad de diálogo”.

Jorge Bergoglio cumplirá el año próximo diez años como Papa. “Bergoglio nunca se imaginó que iba a terminar aquí. Nunca”, dijo. Y recordó cómo fue aquel día de la elección. “Yo vine al Vaticano con una valijita, con lo puesto y un poquito más. Más aún: dejé preparados en Buenos Aires los sermones para el Domingo de Ramos. Pensé: ningún Papa va a asumir el Domingo de Ramos, así que yo el sábado viajo de vuelta a casa. O sea, nunca me imaginé que iba a estar acá”. “¿Y cómo miraría Bergoglio al Papa?”, le preguntó Télam. “Yo creo que en el fondo diría ‘¡Pobre tipo! ¡La que te tocó!’. Pero no es tan trágico ser Papa”.

https://elpais.com/argentina/2022-07-01/el-papa-francisco-latinoamerica-sera-victima-hasta-que-no-se-libere-de-imperialismos-explotadores.html

¿Qué es el capital espiritual y qué relación tiene con el suicidio juvenil?

Discurso del Papa en Asís en ocasión del evento Economy of Francesco. En el habla de 3 formas de sostenibilidad (social, relacional y espiritual) y da tres claves para ir adelante. En el ámbito de la sostenibilidad espiritual dice qué es y habla del suicidio juvenil.

(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano-Asís, 25.09.2022).- A las 9.00 de la mañana del sábado 24 de septiembre, el Santo Padre Francisco despegó del helipuerto del Vaticano para viajar a Asís con motivo del evento «Economía de Francisco».

A su llegada a la Piazzale frente al Pala-Eventi de Santa Maria degli Angeli, el Papa fue recibido en el Teatro Lyrick por tres jóvenes, en representación de los participantes en el evento; por el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Card. Michael Czerny, S.I.; el Arzobispo-Obispo de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, y de Foligno, Monseñor Domenico Sorrentino; la Presidenta de la Región de Umbría, Dra. Donatella Tesei; el Prefecto de Perugia, Dr. Armando Gradone; el Alcalde de Perugia, Dr. Francesco C. G. M., y el Presidente de la Región de Umbría, Dr. Francesco C. M. S., de la Provincia de Perugia. Armando Gradone; la Alcaldesa de Asís y Presidenta de la Provincia de Perugia, Dra. Stefania Proietti; los miembros del Comité Promotor del Evento, Prof. Luigino Bruni; la Dra. Francesca di Maolo y Sor Alessandra Smerilli, F.M.A, y por Representantes de las Familias Franciscanas de Asís y Pro Civitate Christiana.

A las 9.50 de la mañana el Papa Francisco llegó al escenario del Teatro Lyrick donde comenzó el encuentro con los jóvenes. Tras varios momentos musicales y teatrales y los testimonios de ocho jóvenes, el Papa Francisco pronunció su discurso. Inmediatamente después, se procedió a la lectura y firma del «Pacto».

Al final, tras saludar a los jóvenes presentes en el escenario, el Santo Padre se dirigió a la plaza frente al teatro desde donde -a las 11.50 horas- partió en helicóptero para regresar al Vaticano. Ofrecemos a continuación la traducción en español del discurso del Papa en Asís:


Queridos jóvenes, ¡buenos días! Saludo a todos los que habéis venido, que habéis tenido la oportunidad de estar aquí, pero también quiero saludar a todos los que no han podido llegar, que se han quedado en casa: ¡un recuerdo para todos! Estamos unidos, todos nosotros: ellos desde su lugar, nosotros aquí.

He esperado más de tres años este momento, desde que, el 1 de mayo de 2019, escribí la carta que les llamó y luego les trajo aquí a Asís. Para muchos de vosotros –acabamos de escuchar– el encuentro con la «Economía de Francisco» despertó algo que ya teníais dentro. Ya estabais comprometidos con la creación de una nueva economía; esa carta os unió, os dio un horizonte más amplio, os hizo sentir parte de una comunidad mundial de jóvenes que tenían la misma vocación que vosotros. Y cuando un joven ve en otro joven su propia vocación, y luego esta experiencia se repite con cientos, miles de otros jóvenes, entonces se hacen posibles grandes cosas, incluso esperar cambiar un sistema enorme, un sistema complejo como la economía mundial. De hecho, hoy casi hablar de economía parece algo antiguo: hoy hablamos de finanzas, y las finanzas son una cosa acuosa, una cosa gaseosa, no se pueden tomar. Una vez, una buena economista del mundo me dijo que había tenido una experiencia de encuentro entre la economía, el humanismo y la religión. Y fue bien, esa reunión. Quiso hacer lo mismo con las finanzas y fracasó. Cuidado con esta gaseosidad de las finanzas: hay que devolver la actividad económica a sus raíces, a sus raíces humanas, tal y como fueron hechas. Vosotros, los jóvenes, con la ayuda de Dios, sabéis cómo hacerlo, podéis hacerlo; los jóvenes lo han hecho muchas veces a lo largo de la historia.

Estás viviendo tu juventud en una época que no es fácil: la crisis medioambiental, luego la pandemia y ahora la guerra de Ucrania y las otras guerras que se suceden desde hace años en varios países, están marcando nuestras vidas. Nuestra generación os ha legado muchas riquezas, pero no hemos sabido cuidar el planeta y no estamos cuidando la paz. Cuando te enteras de que los pescadores de San Benedetto del Tronto en un año han sacado del mar 12 toneladas de suciedad y plásticos y cosas así, ves cómo no sabemos cuidar el medio ambiente. Y, en consecuencia, tampoco guardamos la paz. Estáis llamados a convertiros en artesanos y constructores de la casa común, una casa común que está «cayendo en la ruina». Digámoslo: lo es. Una nueva economía, inspirada en Francisco de Asís, puede y debe ser hoy una economía respetuosa con la tierra, y una economía de paz. Se trata de transformar una economía que mata (cf. Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 53) en una economía de la vida, en todas sus dimensiones. Para llegar a ese «buen vivir», que no es la dolce vita o el vivir bien, no. El buen vivir es esa mística que los pueblos aborígenes nos enseñan a tener en relación con la tierra.

Me gustó su elección de modelar esta reunión de Asís sobre la profecía. Me ha gustado lo que has dicho sobre la profecía. La vida de Francisco de Asís, después de su conversión, fue una profecía, que continúa incluso en nuestro tiempo. En la Biblia, la profecía tiene mucho que ver con los jóvenes. Samuel era un niño cuando fue llamado, Jeremías y Ezequiel eran jóvenes; Daniel era un niño cuando profetizó la inocencia de Susana y la salvó de la muerte (cf. Dan 13:45-50); y el profeta Joel anuncia al pueblo que Dios derramará su Espíritu y «vuestros hijos e hijas se convertirán en profetas» (3:1). Según las Escrituras, los jóvenes son portadores de un espíritu de conocimiento e inteligencia. Fue el joven David quien humilló la arrogancia del gigante Goliat (cf. 1 Sam 17:49-51). De hecho, cuando la comunidad civil y las empresas carecen de las habilidades de los jóvenes, toda la sociedad se marchita, la vida de todos se extingue. Falta creatividad, falta optimismo, falta entusiasmo, falta valor para asumir riesgos. Una sociedad y una economía sin jóvenes son tristes, pesimistas, cínicas. Si quieren ver esto, vayan a esas universidades ultra especializadas en economía liberal, y miren las caras de los jóvenes que estudian allí. Pero gracias a Dios estás ahí: no sólo estarás ahí mañana, sino que estás ahí hoy; no sólo eres el «todavía no», también eres el «ya», eres el presente.

Una economía que se inspira en la dimensión profética se expresa hoy en una nueva visión del medio ambiente y de la tierra. Debemos ir a esta armonía con el medio ambiente, con la tierra. Hay muchas personas, empresas e instituciones que están haciendo una conversión ecológica. Debemos avanzar por este camino, y hacer más. Lo haces «más» y se lo pides a todos. No basta con maquillar, hay que cuestionar el modelo de desarrollo. La situación es tal que no podemos esperar a la próxima cumbre internacional, que puede no ser necesaria: la tierra arde hoy, y es hoy cuando debemos cambiar, a todos los niveles. Este último año ha trabajado en la economía vegetal, un tema innovador. Has visto que el paradigma vegetal contiene un enfoque diferente de la tierra y el medio ambiente. Las plantas saben cooperar con su entorno, e incluso cuando compiten, en realidad están cooperando por el bien del ecosistema. Aprendamos de la mansedumbre de las plantas: su humildad y su silencio pueden ofrecernos un estilo diferente que necesitamos urgentemente. Porque si hablamos de transición ecológica pero nos quedamos en el paradigma económico del siglo XX, que expolió los recursos naturales y la tierra, las maniobras que adoptemos siempre serán insuficientes o estarán enfermas de raíz. La Biblia está llena de árboles y plantas, desde el árbol de la vida hasta el grano de mostaza. Y San Francisco nos ayuda con su fraternidad cósmica con todos los seres vivos. Los humanos, en los dos últimos siglos, hemos crecido a costa de la tierra. Es ella quien ha pagado la factura. A menudo lo hemos saqueado para aumentar nuestro bienestar, y ni siquiera el de todos, sino el de un pequeño grupo. Es el momento de un nuevo coraje para abandonar las fuentes de energía fósiles, para acelerar el desarrollo de fuentes de impacto cero o positivo.

Y luego hay que aceptar el principio ético universal -que no nos gusta- de que hay que reparar el daño. Se trata de un principio universal y ético: el daño debe ser reparado. Si hemos crecido abusando del planeta y de la atmósfera, hoy también debemos aprender a hacer sacrificios en estilos de vida que siguen siendo insostenibles. De lo contrario, serán nuestros hijos y nietos los que paguen la factura, una factura demasiado alta e injusta. Hace seis meses escuchaba a un científico mundial muy importante que decía: «Ayer me nació una nieta. Si seguimos así, pobrecita, dentro de treinta años tendrá que vivir en un mundo inhabitable». Serán los hijos y los nietos los que paguen la factura, una factura que será demasiado alta y demasiado injusta. Es necesario un cambio rápido y decisivo. Lo digo en serio: ¡cuento con ustedes! Por favor, no nos dejen solos, den el ejemplo. Y les digo la verdad: para vivir en este camino se necesita valor y a veces una pizca de heroísmo. Escuché, en una reunión, a un joven, de 25 años, que acababa de salir como ingeniero superior, no encontraba trabajo; al final lo encontró en una industria que no sabía muy bien lo que era; cuando estudió lo que tenía que hacer -sin trabajo, en condiciones de trabajar- lo rechazó, porque estaban fabricando armas. Estos son los héroes de hoy.

La sostenibilidad, pues, es una palabra multidimensional. Además de la medioambiental, también están las dimensiones social, relacional y espiritual.

1º Sostenibilidad social

El social empieza a ser reconocido lentamente: nos damos cuenta de que el grito de los pobres y el grito de la tierra son el mismo grito (cf. Enc. Laudato si’, 49). Por lo tanto, cuando trabajamos por la transformación ecológica, debemos tener en cuenta los efectos que algunas opciones medioambientales tienen sobre la pobreza. No todas las soluciones medioambientales tienen los mismos efectos sobre los pobres y, por lo tanto, hay que preferir las que reducen la miseria y la desigualdad. Mientras intentamos salvar el planeta, no podemos descuidar al hombre y la mujer que sufren. La contaminación que mata no es sólo el dióxido de carbono, la desigualdad también contamina mortalmente nuestro planeta. No podemos permitir que las nuevas calamidades medioambientales borren de la vista pública las antiguas y siempre presentes calamidades de la injusticia social, incluso de la injusticia política. Pensemos, por ejemplo, en la injusticia política; el pobre pueblo maltratado de los rohingya que vaga de un lado a otro porque no puede vivir en su propia patria: una injusticia política.

2º Sostenibilidad relacional

También hay una insostenibilidad de nuestras relaciones: en muchos países, las relaciones de las personas se están empobreciendo. Especialmente en Occidente, las comunidades son cada vez más frágiles y fragmentadas. La familia, en algunas regiones del mundo, está sufriendo una grave crisis, y con ella la aceptación y custodia de la vida. El consumismo actual busca llenar el vacío de las relaciones humanas con bienes cada vez más sofisticados: ¡la soledad es un gran negocio en nuestra época! – pero de esta manera se genera una hambruna de felicidad. Y eso es algo malo. Piensa en el invierno demográfico, por ejemplo, cómo se relaciona con todo esto. El invierno demográfico en todos los países está disminuyendo mucho, porque la gente no está teniendo hijos, pero es más importante tener una relación afectiva con los perritos, con los gatos, etc. Tienen que empezar a procrear de nuevo. Pero también en esta línea de invierno demográfico está la esclavitud de la mujer: una mujer que no puede ser madre porque en cuanto le sube la barriga la despiden; a las embarazadas no siempre se les permite trabajar.

3º Sostenibilidad espiritual

Por último, está la insostenibilidad espiritual de nuestro capitalismo. El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, antes de ser un buscador de bienes es un buscador de sentido. Todos somos buscadores de sentido. Por eso el primer capital de cualquier sociedad es el espiritual, porque es el que nos da las razones para levantarnos cada día e ir a trabajar, y genera la alegría de vivir que también es necesaria para la economía. Nuestro mundo está consumiendo rápidamente esta forma esencial de capital acumulado durante siglos por las religiones, las tradiciones de sabiduría y la piedad popular. Y así, los jóvenes en particular sufren esta falta de sentido: a menudo enfrentados al dolor y las incertidumbres de la vida, se encuentran con un alma agotada de recursos espirituales para procesar el sufrimiento, la frustración, la decepción y el duelo. Mira la tasa de suicidio juvenil, cómo ha subido: y no los publican todos, ocultan la cifra. La fragilidad de muchos jóvenes proviene de la falta de este preciado capital espiritual; yo digo: ¿tienes capital espiritual? Todos responden en su interior, un capital invisible pero más real que el financiero o el tecnológico. Hay una necesidad urgente de reponer este capital espiritual esencial. La tecnología puede hacer mucho; nos enseña el «qué» y el «cómo» hacer: pero no nos dice el «por qué»; y así nuestras acciones se vuelven estériles y no llenan la vida, ni siquiera la económica.

Estando en la ciudad de Francisco, no puedo evitar pensar en la pobreza. Hacer economía inspirada en él es comprometerse a poner a los pobres en el centro. De ellos a mirar la economía, de ellos a mirar el mundo. Sin la estima, el cuidado, el amor por los pobres, por cada persona pobre, por cada persona frágil y vulnerable, desde el concebido en el vientre materno hasta el enfermo y discapacitado, hasta el anciano con dificultades, no hay «Economía Francisco». Yo iría más allá: una economía de Francisco no puede limitarse a trabajar para o con los pobres. Mientras nuestro sistema produzca residuos y funcionemos según este sistema, seremos cómplices de una economía que mata. Así que preguntémonos: ¿estamos haciendo lo suficiente para cambiar esta economía, o nos conformamos con pintar una pared cambiando de color, sin cambiar la estructura de la casa? No se trata de dar pinceladas de pintura, no: hay que cambiar la estructura. Tal vez la respuesta no esté en lo que podemos hacer, sino en cómo podemos abrir nuevos caminos para que los propios pobres se conviertan en protagonistas del cambio. En este sentido, hay experiencias muy grandes y muy desarrolladas en la India y en Filipinas.

San Francisco no sólo amaba a los pobres, sino también a la pobreza. Esta forma de vida austera, digamos. Francisco fue a los leprosos no tanto para ayudarlos, sino porque quería hacerse pobre como ellos. Siguiendo a Jesucristo, se despojó de todo para ser pobre con los pobres. Pues bien, la primera economía de mercado nació en la Europa del siglo XIII en contacto diario con los frailes franciscanos, amigos de aquellos primeros comerciantes. Esa economía creaba riqueza, claro, pero no despreciaba la pobreza. Creó riqueza sin despreciar la pobreza. Nuestro capitalismo, en cambio, quiere ayudar a los pobres pero no los estima, no entiende la paradójica bienaventuranza: «bienaventurados los pobres» (cf. Lc 6,20). No hay que amar la pobreza, sino combatirla, en primer lugar creando trabajo, un trabajo digno. Pero el Evangelio nos dice que sin valorar a los pobres no se puede combatir la miseria. Y es de aquí de donde debemos partir, incluso vosotros, empresarios y economistas: de vivir estas paradojas evangélicas de Francisco. Cuando hablo con la gente o me confieso, siempre pregunto: «¿Das limosna a los pobres?». – «¡Sí, sí!» – «Y cuando das limosna a los pobres, ¿les miras a los ojos?» – «Eh, no sé…» – «Y cuando das limosna, ¿tiras la moneda o tocas la mano del pobre?» No miran a los ojos y no tocan; y esto es un alejamiento del espíritu de la pobreza, un alejamiento de la verdadera realidad de los pobres, un alejamiento de la humanidad que debe tener toda relación humana. Alguien me dirá: «Papa, llegamos tarde, ¿cuándo vas a terminar?»: Terminaré ahora.

Y a la luz de esta reflexión, me gustaría dejarles tres indicaciones para seguir adelante.

1ª Mirar al futuro a través de los ojos de los más pobres

La primera: mirar el mundo a través de los ojos de los más pobres. En la Edad Media, el movimiento franciscano pudo inventar las primeras teorías económicas e incluso los primeros bancos solidarios (los «Monti di Pietà»), porque miraba el mundo con los ojos de los más pobres. Tú también mejorarás la economía si miras las cosas desde la perspectiva de las víctimas y los descartados. Pero para tener los ojos de los pobres y las víctimas hay que conocerlos, hay que ser su amigo. Y, creedme, si os hacéis amigos de los pobres, si compartís su vida, también compartiréis algo del Reino de Dios, porque Jesús dijo que de ellos es el Reino de los Cielos, y por ello son bienaventurados (cf. Lc 6,20). Y repito: que tus elecciones diarias no produzcan residuos.

2ª No olviden a los trabajadores

La segunda: sois sobre todo estudiantes, académicos y empresarios, pero no olvidéis el trabajo, no olvidéis a los trabajadores. El trabajo de las manos. El trabajo es ya el reto de nuestro tiempo, y lo será aún más en el futuro. Sin un trabajo digno y bien remunerado, los jóvenes no se convierten realmente en adultos, las desigualdades aumentan. A veces se puede sobrevivir sin trabajo, pero no se vive bien. Por lo tanto, mientras creas bienes y servicios, no olvides crear trabajo, buen trabajo y trabajo para todos.

3ª La Encarnación

La tercera indicación es: la encarnación. En los momentos cruciales de la historia, quienes fueron capaces de dejar una buena impresión lo hicieron porque tradujeron los ideales, los deseos, los valores en obras concretas. Es decir, los encarnaron. Además de escribir y hacer congresos, estos hombres y mujeres dieron vida a escuelas y universidades, bancos, sindicatos, cooperativas, instituciones. Cambiarás el mundo de la economía si, junto con tu corazón y tu cabeza, también utilizas tus manos. Los tres idiomas: la cabeza, el lenguaje del pensamiento, pero no sólo: combinado con el lenguaje del sentimiento, del corazón. Y no sólo: combinado con el lenguaje de las manos. Y tienes que hacer lo que sientes y piensas, sentir lo que haces y pensar lo que sientes y haces. Es la unión de las tres lenguas.

Las ideas son necesarias, nos atraen mucho sobre todo cuando somos jóvenes, pero pueden convertirse en trampas si no se convierten en «carne», es decir, en concreción, en compromiso diario: los tres lenguajes. Las ideas por sí solas enferman y acabamos en órbita, todos nosotros, si sólo son ideas. Las ideas son necesarias, pero deben hacerse «carne». La Iglesia siempre ha rechazado la tentación gnóstica -el gnosticismo, el de la sola idea-, que piensa que puede cambiar el mundo sólo con un conocimiento diferente, sin el esfuerzo de la carne. Las obras son menos «luminosas» que las grandes ideas, porque son concretas, particulares, limitadas, con luces y sombras juntas, pero fecundan la tierra día tras día: la realidad es superior a la idea (cf. Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 233). Queridos jóvenes, la realidad es siempre superior a la idea: estad atentos a esto.

Queridos hermanos y hermanas, os agradezco vuestro compromiso: gracias. Sigue adelante, con la inspiración e intercesión de San Francisco. Y yo -si están de acuerdo- quisiera concluir con una oración. Yo lo leo y vosotros con el corazón lo seguís:

“Padre, te pedimos perdón por haber herido gravemente la tierra, por no respetar las culturas indígenas, por no estimar y amar a los más pobres, por crear riqueza sin comunión. Dios vivo, que con tu Espíritu inspiraste los corazones, los brazos y las mentes de estos jóvenes y los pusiste en marcha hacia una tierra prometida, mira con benevolencia su generosidad, su amor, su voluntad de gastar su vida por un gran ideal. Bendícelos, Padre, en sus empresas, en sus estudios, en sus sueños; acompáñalos en sus dificultades y sufrimientos, ayúdales a transformarlos en virtud y sabiduría. Apóyalos en sus deseos de bondad y de vida, sostenlos en sus decepciones ante los malos ejemplos, que no se desanimen y sigan su camino. Tú, cuyo Hijo unigénito se hizo carpintero, dales la alegría de transformar el mundo con amor, ingenio y manos. Amén”.

Y muchas gracias.