Category Archives: Reflexions

La monetización del odio a las mujeres

En los últimos años, los artistas del ligue, los influencers “incels” y las políticas de extrema derecha han encontrado en el insulto a las mujeres una fuente de ingresos, bien sea a través de talleres y venta de libros, suscriptores a su canal o haciendo carrera política en partidos masculinizados.

El pasado mes de noviembre asistimos, estupefactas, a un nuevo episodio bochornoso dentro de la política de nuestro país: el insulto por el insulto de una concejala de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zaragoza y de una diputada de Vox en el Congreso a la ministra de Igualdad Irene Montero. La política de Ciudadanos, Carmen Herrarte, durante una comisión de Hacienda celebrada en su ayuntamiento, escupía sin venir a cuento que Irene Montero “está donde está porque la ha fecundado el macho alfa”. Por su parte, la diputada de Vox, Carla Toscano, en el pleno del debate presupuestario, vomitaba que “el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”, refiriéndose también a la ministra.

Podríamos reflexionar sobre la fijación que tiene la extrema derecha (en estos momentos, Ciudadanos es un partido que ha virado sus posiciones hacia este punto del tablero, apoyando una y otra vez gobiernos del PP junto a Vox y, sus integrantes parecen abrazar ya estas posiciones) con insultar en Irene Montero en cualquier situación o debate, y atacarla siempre por su vida privada, pero la cortina de humo del griterío y la ofensa oculta unas cuantas verdades incómodas.

La extrema derecha predica volver a la sociedad tradicional basada en los valores familiares que implica un recorte de los derechos alcanzados para las mujeres como los derechos reproductivos o, incluso, el condicionamiento del divorcio bajo una serie de supuestos y para la que el ideal social sería el devolver a la mujer al seno del hogar y encerrarla en los cuidados gratuitos. Entonces, ¿cómo es posible que veamos rostros femeninos en sus formaciones? ¿Por qué está creciendo su base de votantes entre las mujeres jóvenes con estudios?

En primer lugar, las políticas de derecha han encontrado un filón en estos partidos masculinizados: ellos necesitan integrarlas en sus filas para dar una imagen moderna y de apertura. Ellas hacen carrera política aprovechándose de esta situación. Son un porcentaje pequeño dentro del partido y tienen posiciones poco relevantes en la toma de decisiones pero, siendo la excepción, tanto ellos como ellas salen ganando.

Que el discurso de extrema derecha haya calado más o menos en mujeres jóvenes y universitarias supone que prefieren defender unos valores tradicionales en la sociedad. Esto quiere decir que prefieren anteponer sus posiciones racistas, islamófobas y patrioteras frente a sus propios intereses de género. Los enemigos son (somos) las feministas que buscamos destruir el país (el que sea porque este discurso es transnacional) con la “ideología de género”, que implica la destrucción de la familia tradicional y la caída de occidente. Creemos en el matrimonio igualitario, buscamos la igualdad de género y defendemos los derechos de las minorías. Según la extrema derecha, las feministas y el movimiento LGTBIQ destruimos la patria y propiciamos que otras culturas invadan la nuestra y nos arrebaten derechos (puestos de trabajo o derechos sociales) e impongan sus costumbres .

Este discurso encuentra suelo fértil en la sociedad actual, donde el empleo precario está estructuralmente instalado y las jóvenes que apoyan estas posiciones lo hacen desde la tranquilidad de disfrutar de una serie de derechos que hemos conseguido para todas las feministas: derechos políticos y civiles como el divorcio, derechos reproductivos, igualdad salarial y en el empleo y sobre los que seguimos trabajando. Las influencers tradwifes (esposas tradicionales) rentabilizan sus seguidoras y seguidores desde el privilegio blanco, occidental y de clase media, sus redes sociales que cuentan con una cuidada y estilizada imagen soporte perfecto para marcas publicitarias de productos cosméticos, gastronómicos o accesorios de lujo.

Dejando todo esto a un lado, ¿por qué esa fijación en mentir sobre el currículo académico de la ministra y afirmar que no tiene ninguna cualificación cuando está licenciada en Psicología y tiene un máster en esta materia, todo ello con altas calificaciones?

Ahí es donde la extrema derecha se coge de la mano con los artistas del ligue (supuestos gurús del ligue que imparten talleres sobre técnicas de conquista y seducción), los incel (celibato involuntario, del inglés, involuntarily celibate) y los caballeros supremos (aquellos incels que pasan a la acción violenta y llevan a cabo su ideario machista).

Steve Bannon, ex estratega jefe en la Casa Blanca durante la administración de Donald Trump, diseñó una campaña de ascenso de la ultraderecha a nivel global que implicaba tanto a EEUU como a Europa. Esta, aparte de incluir fake news, anuncios personalizados en las redes sociales que apuntaban directamente a los votantes potenciales y a la manipulación de la opinión pública próxima a las elecciones, pasa por el ataque personal y sistemático contra los miembros de la oposición. El ataque a las feministas se escribe solo.

Para escribir este artículo pensé en zambullirme en la deep web (todo el contenido online que no está indexado en buscadores, por lo que no está disponible a simple vista) pero, ¿para qué? El discurso de odio a las mujeres está frente a nuestras pantallas, explícitamente expresado en foros como Reddit o 4chan, hilos de Twitter (con el beneplácito de su nuevo dueño Elon Musk) o en vídeos de Youtube. Preferí consultar Odio a las mujeres. Inceles, malfollaos y machistas modernos, de Susanne Kaiser, publicado este mismo año por la editorial Katakrak y traducido por Gema Facal Lozano. En él, la autora hace una exhaustiva investigación sobre este movimiento, apoyándose en las tesis de Michael Kimmel expuestas en Hombres (blancos) cabreados, publicado por la editorial Barlin en 2020 y con traducción de Daniel Esteban Sanzol.

El marco teórico principal que defiende el discurso de los autodenominados incel es que la sociedad está adormecida por el discurso y las políticas progresistas que la han ido feminizando y que han ido “afeminando” a los hombres. Haciendo referencia a la película Matrix hay quienes han aceptado la píldora azul y viven anestesiados, pero otros han tomado la píldora roja y han despertado para ver la realidad, una en la que las mujeres odian a los hombres y buscan someterlos a sus deseos y aprovecharse económica y socialmente de ellos. Aplican la ley de Pareto para afirmar que el 20 por ciento de los hombres bien parecidos, los machos alfa, tienen acceso al 80 por ciento de las mujeres sexualmente atractivas. Abogan por volver a una sociedad patriarcal (primera noticia de que no vivamos en una de ellas) en la que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde, sometidas a los hombres. Los hombres tienen que recuperar su masculinidad violenta y agresiva, perdida por la educación actual, y alcanzar el puesto que les corresponde como caballeros supremos, ostentando el poder sobre los considerados normies (personas físicamente normativas) y acaparando las relaciones sexuales con las mujeres que consideren más apetecibles Los artistas del ligue utilizan esta frustración de los considerados a sí mismos como machos beta para venderles cursos y libros supuestamente infalibles para ligar con mujeres. Las tácticas se basan en la violencia verbal, la humillación y el acoso hacia ellas. Los autoconsiderados “machos beta” también tienen sus propias estrellas de internet, con miles de seguidores que rentablizan cada suscripción a su canal o cada reproducción de uno de sus vídeos.

Llevado a posiciones extremas, este discurso plagado de machismo, misoginia, racismo y homofobia ha sido el que ha impregnado los últimos atentados y tiroteos masivos de hombres (blancos y cabreados) contra multitudes y colegios en Estados Unidos y Europa. Sí, en los han ocurrido durante los últimos 20 años, casi siempre había un vídeo, una carta o un manifiesto en internet de odio contra las mujeres. Y pocas veces los medios de comunicación en España hablan de ello.

El pasado 20 de agosto, Juan Soto Ivars escribió una columna de opinión en El Confidencial donde defendía a los incel del supuesto menosprecio e insulto progre porque, al fin y al cabo, son hombres que no han tenido suerte en el amor o son unos fracasado en sus relaciones afectivosexuales. Y no se puede afirmar que sean unos terroristas y que vayan a hacer un ataque masivo. No Juan, en eso te equivocas, la propia definición de incel implica un discurso político de extrema derecha. No son corazones rotos, son la ultra derecha y están organizados. A todo el mundo nos han roto el corazón y no por eso odiamos a la mitad de la población y fantaseamos con una masacre o con esclavizar a nadie.

Fuente: https://www.pikaramagazine.com/2023/01/la-monetizacion-del-odio-a-las-mujeres/

Vivim en una societat polaritzada

Vivim en una societat polaritzada, però què vol dir això?
La investigadora Míriam Juan Torres n’explica les conseqüències a ‘El Cafè de l’Observatori Social’

Una societat polaritzada és aquella que pateix un moviment considerable de ciutadans cap a posicionaments polítics extremistes. Així, en una societat polaritzada, l’opinió pública es divideix en grups de pensament totalment oposats. Consegüentment, en una societat polaritzada, existeix una probabilitat d’entesa entre contraris molt escassa. Sens dubte, és una situació indesitjable, ja que deteriora la qualitat de la democràcia i provoca desafecció política entre la ciutadania. Tot plegat, pot perjudicar el progrés del país i la convivència.

Dit això, podem concloure que una societat polaritzada és aquella en què assumptes fonamentals han adoptat postures radicals que dificulten la concòrdia i els acords de progrés. En aquest sentit, escau esmentar que la polarització social pot desembocar en l’ús de la violència per imposar unes determinades idees.

Foto: Pexels

Desgraciadament, vivim en una societat cada vegada més polaritzada que no accepta termes mitjans. Aquesta polarització cada cop és més gran per culpa de, entre altres, la barreja de les emocions amb la política. Una combinació perillosa que ha provocat que molts ciutadans hagin perdut l’interès per la política. I és que vivim en una marea socioemocional constant esperonada per les dinàmiques de comunicació actuals. Malgrat que tots som responsables de la responsabilitat social, és cabdal el paper dels líders polítics i socials.

Vivim una època que no admet termes mitjans
Certament, som éssers racionals, però les nostres creences i el nostre sentit de la identitat acostumen a sobrepassar la raó. Quin significat donem a les diferències entre persones i grups? Si la nostra naturalesa és grupal, i vivim un moment històric que subratlla les diferències… Quina és la manera de no fragmentar la societat i tenir un projecte comú? Doncs bé, Míriam Juan Torres, investigadora a l’Othering & Belonging Institute d’UC Berkeley i assessora sènior a More in Common, intenta respondre aquestes i d’altres incògnites en el nou espai d’anàlisi i reflexió de Fundació “la Caixa” anomenat “El Cafè de l’Observatori Social”.

Així doncs, la investigadora Míriam Juan Torres parla sobre la polarització social que vivim i explica com funcionen els mecanismes de polarització.

El Cafè de l’Observatori Social
El Cafè de l’Observatori Social és un espai d’entrevistes amb experts que pretenen divulgar coneixement rigorós en un format de fàcil consum i accessible a públic no expert. Les entrevistes es fan de la mà del Dr. Swen Seebach, vicerector d’Ordenació Acadèmica i Qualitat a la Universitat Abat Oliba, professor de sociologia i teoria de comunicació i expert en l’estudi sociològic d’emocions, del futur i de bioemergències.

Cafe Observatori Social / Fundació la Caixa
Foto: Fundació “la Caixa”
L’Observatori Social de la Fundació ”la Caixa”
Aquest espai d’entrevistes forma part de l’Observatori Social de la Fundació ”la Caixa”, una eina d’estudi de l’actualitat i dels reptes de la societat. L’Observatori crea i difon coneixement de base científica sobre temes socials a través de convocatòries competitives i estudis propis en col·laboració amb les diferents àrees de la Fundació ”la Caixa”. Entre altres accions, també organitza activitats de pensament i debat a CaixaForum Macaya i la resta dels centres CaixaForum.

Reflexiona amb el “Cafè de l’Observatori Social” de Fundació “la Caixa”, aprendràs molt!

https://www.elnacional.cat/ca/societat/vivim-societat-polaritzada-pero-que-vol-dir-aixo-investigadora-explica-consequencies_963102_102.html

Com combatre l’avorriment i deixar de mirar el mòbil

Consells per superar la falta d’inspiració i decidir millor com invertir el temps

Un home a casa seva mirant per la finestra en una imatge de recurs. GETTY

Cada cap de setmana arriba un moment en què algun dels meus fills, que tenen entre 8 i 11 anys, s’arrossega cap a mi i em diu que s’està avorrint. Esclar que el primer que faig és enumerar tot el que podrien fer llavors. Hi ha moltes coses, els dic, com llegir un llibre, començar algun projecte artístic o tocar un instrument. Encara no he acabat que ja m’han fulminat amb la mirada, perquè se senten exactament igual que com si acabés de demanar-los que fessin 150 flexions. Però això no només els passa als nens. Durant el confinament, que de vegades va semblar que no s’acabaria mai, molts adults també van notar que s’avorrien més del que era habitual. I si volem ampliar encara més la mostra, hi ha estudis recents que afirmen que darrerament els adolescents també han sentit que s’avorrien més que mai.

L’avorriment no és bo, però pot ser una font d’informació útil. “Apareix quan fem coses que no ens semblen ni interessants, ni satisfactòries, i ens porta a pensar que realment ens agradaria estar fent una altra cosa”, explica Andreas Elpidorou, filòsof de la Universitat de Louisville que estudia les emocions. Els estudis actuals revelen que l’avorriment pot aparèixer per moltes raons i que saber-ne l’origen pot ajudar-nos a prendre millors decisions sobre com invertim el temps o, com a mínim, replantegem les nostres activitats per fer-les més gratificants.

Per entendre l’avorriment, primer cal comprendre’n la causa. Erin Westgate, científica de la Universitat de Florida, ha passat anys investigant els detonants que ens porten a l’avorriment, i ha deduït que apareix en diverses situacions. Una d’elles és sentir-nos avorrits quan ens trobem fent una acció en la qual no som capaços de centrar l’atenció perquè és massa fàcil o massa difícil. “És necessari que hi hagi un equilibri entre les exigències cognitives i els recursos perquè ens interessi”, assegura Westgate. En altres paraules: les exigències de l’activitat que estem fent han de coincidir amb el que el nostre cervell pugui aportar.

També és habitual notar avorriment quan el que estem fent ens sembla difícil i aclaparador; per exemple, quan hem de redactar un informe de feina i no sabem per on començar. De la mateixa manera “ens passa quan estem veient una pel·lícula que té una trama molt complicada i ens perdem”, explica Karen Gasper, psicòloga de la Universitat Estatal de Pennsilvània que estudia la manera com els sentiments influeixen en la vida de les persones.

Modifica la tasca

Si el que ens fa avorrir és que ens trobem davant d’una tasca massa fàcil o difícil, cal fer alguna cosa per resoldre el problema. El com dependrà de la situació i de la flexibilitat a la nostra disposició, però la millor solució quan estàs avorrit és deixar de fer el que feies per passar a una altra cosa. Però això no sempre és possible, perquè quan som a l’escola o a la feina sovint demanen que fem tasques avorrides cada dia. Un estudi clàssic va trobar que la gent que assistia a classes avorrides de manera obligatòria sentia que el temps avançava més lentament que els que havien triat escoltar-les.

Si l’activitat que estàs fent et sembla massa senzilla, sempre que tinguis l’opció, pots “provar de fer alguna una cosa nova i estimulant”, recomana Gasper. Un exemple: potser estem començant a avorrir-nos amb els nostres passejos diaris, llavors és el moment de considerar fer senderisme o escalar muntanyes. Si no hi ha altra opció i has de continuar fent la mateixa activitat, pensa en diverses maneres d’afegir-li complexitat.

Westgate recomana que si et sents avorrit perquè el que estàs fent és massa difícil, és bo dividir la tasca en parts més petites amb la finalitat que el total se senti més manejable. En el cas de l’informe, plantejar-nos l’objectiu de redactar només una part del text abans d’anar a dinar.

Observa el panorama complet

Quan una tasca no et sembla interessant perquè no creus que valgui la pena, és útil pensar en el benefici que ens portarà, és a dir, de quina manera ens ajudarà a aconseguir propòsits més importants. Per exemple, si a la nostra filla no li agraden les matemàtiques, convidem-la que pensi de quina manera les matemàtiques podrien ser profitoses per al seu futur. Els estudis revelen que aquest tipus de plantejament ajuda que els estudiants es mantinguin compromesos i els vagi millor a l’escola.

Dit tot això, si el que estem fent ens avorreix constantment, seria bo reflexionar si hi ha alguna manera d’eludir aquestes feines, tal vegada delegant-les o canviant de professió, afirma Westgate. L’avorriment freqüent també pot ser un signe de depressió, va afegir; així que si t’adones que gairebé no gaudeixes de les teves activitats (sobretot si abans t’agradaven), millor parla amb el teu metge.

Deixa de navegar

És rellevant determinar el paper que tenen els smartphones i les xarxes socials en el nostre avorriment. ¿Naveguem tant per Instagram perquè estem avorrits? ¿La gratificació instantània que obtenim al consultar-lo ens pot fer sentir més avorrits quan intentem fer activitats quotidianes? Ningú ho sap amb certesa, però alguns estudis revelen que, tot i que recorrem al telèfon per pal·liar l’avorriment, la tecnologia també pot fer que ens sentim més avorrits. Westgate afirma que el preocupa que la tecnologia provoqui que no responguem d’una manera constructiva davant l’avorriment: “El fet que, en comptes d’afrontar-la, constantment mitiguem la sensació d’avorriment amb el telèfon impedeix que desxifrem un missatge molt útil”. A més, si cada vegada que estem avorrits consultem el telèfon, estem evitant trobar alguna cosa més satisfactòria.

Elpidorou explica que pot ser útil tenir una llista mental amb les activitats que gairebé sempre ens semblen satisfactòries a les quals podem acudir quan no se’ns ocorre què volem fer, com llegir, tocar algun instrument, dibuixar, cosir o qualsevol altre passatemps. “Tria alguna cosa que sol agradar-te –alguna cosa que puguis fer i que generalment desitges fer– i compromet-te a fer-ho uns minuts. Amb sort, t’atraparà i l’avorriment passarà”, conclou Gasper.

Copyright The New York Times

COMENTARIS

@M. AngelsSEGUEIX 06/01/2023 L’avorriment es un problema de societats riques que tenim de tot.On hi ha misèria i mancances de tota mena no hi ha espai per l avorriment. 

https://www.ara.cat/estils/estils-vida/combatre-l-avorriment-deixar-mirar-mobil_1_4590400.html

Falten paletes: treballar a la construcció no atrau els joves

El cap de suro d’en Felip Gonzàlez, va dir que Espanyap seria un país de paletes i de cambrers.

Doncs, apart del nyap de la Reforma Educativa, que ha convertit els instituts en aparcaments de nens i guarderies d’adolescents, ni aquest senyor ni els seus succesors tampoc han sabut dissenyar ni fer que el país tingui una Formació Professional de qualitat.

El Gremi de Constructors d’Obres alerta del problema greu que afronta i vol incentivar els joves a treballar en el sector.

Les empreses constructores alerten que els falten paletes d’ofici

Cada cop costa més trobar mà d’obra qualificada al sector de la construcció. Les noves generacions no volen treballar de paleta i la mitjana d’edat dels professionals que s’hi dediquen ja supera els 50 anys.

Les empreses constructores afirmen que el sector afronta un problema greu i alerten que els falten més de mig milió de treballadors. I des del Gremi de Constructors del Baix Camp asseguren que, quan hi ha pics de feina, els falta gent d’ofici.

El Florin, un jove de 20 anys que ha optat fer de paleta perquè el seu pare li ha ensenyat la professió, és una excepció.

Precisament, el Gremi de Constructors d’Obres ha llançat una campanya de comunicació per impulsar la construcció entre joves i per això aquest dimecres i dijous estan presents al Saló de l’Ocupació que se celebra al recinte de Montjuïc, a Barcelona.

https://www.ccma.cat/324/falten-paletes-treballar-a-la-construccio-no-atrau-els-joves/noticia/3195065/

Por qué los hombres se suicidan más que las mujeres y qué tiene que ver con el machismo

En España, los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres, aunque los expertos alertan de que ellas lo intentan más; son muchos los factores que entran en juego, pero los estereotipos de género y los mandatos patriarcales también tienen que ver con estas cifras

Cuando el psicólogo Iñaki Lajud lanzó la pregunta en el grupo de hombres que dinamizaba, prácticamente todos levantaron la mano: “¿Quién ha pensado alguna vez en quitarse de en medio?”. El resultado sorprendió a los hombres, pero no al psicólogo. “Suele repetirse en los grupos en los que reflexionamos sobre cómo ha influido el machismo en nuestra forma de vida”, explica el profesional de la asociación Masculinidades Beta.

Los datos avalan esa mayoría de manos levantadas. En España, los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres, una tendencia generalizada en los países ricos, y que confirman los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Varios estudios muestran, no obstante, que las mujeres registran más intentos de suicido. Aunque en un fenómeno como este son muchos los factores que entran en juego, los estereotipos de género y los mandatos patriarcales también tienen que ver con estas cifras.

Los suicidios son tres veces más frecuentes entre los hombres

Evolución de la tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes en España por géneros

En 2021, 4.003 personas murieron por suicidio: 2.982 hombres y 1.021 mujeres. Los datos indican que hay 12,8 suicidios por cada 100.000 hombres y 4,2 por cada 100.000 mujeres. Desde 2019, los suicidios han aumentado, tanto en hombres como en mujeres, aunque la proporción y la diferencia entre sexos sigue siendo parecida. Aunque la extrema derecha ha utilizado estos datos como arma arrojadiza contra el feminismo, lo cierto es que el análisis de expertos concluye justo lo contrario: son precisamente los mandatos patriarcales los que influyen negativamente en la salud de los hombres (y también de las mujeres) y los que se suman como factor de riesgo del suicidio masculino.

La psicóloga experta en trastorno mental grave y especialista en suicidio Paula G. Valverde Fonseca subraya que el del suicidio es un fenómeno multifactorial en el que influyen muchas variables, desde factores genéticos a sociales y económicos: la existencia de traumas, discriminaciones, antecedentes familiares, trastornos mentales, dolor crónico, consumo de sustancias, situación financiera, abusos, existencia o no de red de apoyo…

Los datos e investigaciones, agrega la experta, apuntan en una doble dirección: “Los hombres fallecen más por suicidio, pero las mujeres lo intentan mucho más. Así que los hombres cometen intentos letales con más frecuencia que las mujeres”. Ese hecho, que las mujeres registran más intentos de suicidio, lo constatan diferentes estudios internacionales.

¿Cómo es posible, entonces, que los hombres mueran más por suicidio? Una explicación tiene que ver con los métodos: los hombres eligen formas más letales. “Son más eficaces a la hora de tomar la decisión. Existe una cuestión de género tanto en la eficacia como en los métodos elegidos: son métodos más letales, además, el haber meditado el plan hace más difícil el rescate. A veces, o el método falla o la persona es rescatada a tiempo y digamos que los hombres tienen eso más en cuenta, que no falle el método y que no les rescaten a tiempo”, apunta Valverde Fonseca. La autora del libro Prevenir el suicidio: una guía para ayudarte a ayudar (Almuzara) prefiere no especificar las diferentes metodologías utilizadas pero asegura que las formas elegidas por los hombres suelen implicar niveles más elevados de violencia.

El antropólogo mexicano Benno de Keijzer, especialista en salud y género, insiste en que las mujeres utilizan medios “no necesariamente letales”. Si bien cualquier suicidio puede ser considerado como una llamada de socorro, De Keijzer cree que esta diferencia puede indicar que en muchas mujeres el intento es más “una petición desesperada de ayuda”, mientras que los hombres “ni siquiera piden ayuda” y ejecutan con más violencia una decisión aun más meditada.

Las tasas de suicidio son más elevadas en los países bálticos

Tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes, entre hombres y mujeres, en cada país. Datos de 2017. No hay datos para los países en gris

La tormenta perfecta
El psicólogo de Masculinidades Beta Iñaki Lajud considera que, en el caso de los hombres, hay una mezcla de factores, algunos muy relacionados con la masculinidad tradicional, que terminan formando una “tormenta perfecta”. “Muchos hombres tienen intenciones suicidas en algún momento de sus vidas, durante periodos malos, pero luego no siempre llevan a cabo ese pensamiento, ni siquiera hay un intento. Pero ahí subyace una muy mala gestión emocional. Los hombres identificamos muy mal las emociones, no las detectamos, no las sabemos manejar… eso hace que haya estados que no identifiquemos como un problema”, asegura.

“Además –prosigue Lajud– tenemos la idea de que podemos solos. Para los hombres, pedir ayuda es un símbolo de debilidad, mostrar cómo nos sentimos es ponernos en un lugar de vulnerabilidad. Y para la masculinidad tradicional, la vulnerabilidad es debilidad”, apunta.

Según el estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD ‘La caja de la masculinidad’, “el tipo de posicionamiento frente a la masculinidad tiene un claro impacto sobre la salud mental”. El informe recoge que el 51,2% de las mujeres de entre 15 y 29 años afirma haber experimentado ideas suicidas alguna vez o con frecuencia, frente al 34,3% de los hombres de la misma edad.

También son más mujeres que hombres las que afirman haber sufrido algún tipo de problema psicológico o psiquiátrico en el último año. Sin embargo, el estudio muestra cómo, entre los hombres, el malestar psicológico y las ideas suicidas se incrementan en aquellos que se sitúan dentro de “la caja de la masculinidad”, esto es, dentro de los valores tradicionales que se le asocian. El porcentaje es mucho menor en aquellos que se sitúan más lejos de ese estereotipo.

Paula G. Valverde Fonseca constata que “la cuestión cultural” marca importantes diferencias: “Las mujeres estamos más acostumbradas a apoyarnos y comunicarnos para buscar soluciones mientras que parece que los hombres tienen que ser autosuficientes, desatendiendo incluso el sufrimiento psicológico. Para nosotras es más habitual buscar una solución en comunidad, en nuestra red de apoyo, o buscarla fuera, en psicología, psiquiatría, terapia ocupacional… Esta búsqueda de apoyo no se da tanto en los hombres, en buena parte por miedo a lo que van a pensar los demás”. Curiosamente, apunta la experta, las mujeres llegan en menor medida a los recursos de salud mental, como centros de día o de rehabilitación. Es decir, las mujeres buscan más ayuda, formal o informal, pero son derivadas en menor medida a determinados dispositivos.

“Por un lado, en los hombres influye la presión de que tienes que volver a ser productivo, recuperarte, seguir. Y, sin embargo, parece que las mujeres, socializadas para ser cuidadoras, no necesitan esa ayuda mientras sigan ‘sirviendo’ para cuidar a sus familias y mantener el hogar. Todo eso es un factor para la cronificación del sufrimiento de las mujeres, porque no están viendo sus necesidades atendidas, y un factor de riesgo para los hombres porque la urgencia para que vuelvan a ser productivos puede llegar a desatender la situación de vulnerabilidad en la que están”, explica la psicóloga. Esos estereotipos, apunta, influyen en quienes experimentan una situación de sufrimiento pero también en los profesionales que deciden a quién derivar a un recurso.

Los hombres se suicidan más en todo el mundo

Tasas de mortalidad por suicidio, por cada 100.000 habitantes, ajustados por grupos de edad. Se agrupan los países según su renta. Datos de 2017 o el último año anterior disponible

Más allá de quién llega a esos centros, la psicóloga pone en cuarentena el enfoque que muchas veces tienen los tratamientos y las intervenciones con personas que sufren. “A menudo se trabaja desde la funcionalidad, desde la recuperación de las funciones que te van a hacer útil para la sociedad, desde la vuelta al trabajo, pero no tanto desde la atención a las necesidades emocionales. La urgencia puede evitar que se trabajen herramientas de comprensión y comunicación, de acercamiento y proceso de las emociones, algo que seguramente muchos hombres necesiten. Es atender a la punta del iceberg”. Y atender solo la punta del iceberg puede empeorar o cronificar determinados estados mentales.

Amigos, pero no para hablar de sí mismos
La brecha de género en el suicidio se agranda con la edad. A partir de los 70 años, el impacto crece muy significativamente entre los hombres, y no así entre las mujeres. Entre los 80 y los 89 años, la tasa de suicidios es del 34,3 por cada 100.000 en los hombres y del 7,1 en las mujeres. Este aumento tan significativo de la diferencia podría estar relacionado con la red social con la que cada persona cuenta.

Las diferencias por género en los suicidios se acentúan con la edad

Tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes en España, por géneros y grupos de edad, en 2020:

El antropólogo Benno de Keijzer habla de “la caída del sistema” que tiene lugar para muchos hombres en la tercera edad. “El hombre jubilado se queda sin su lugar-identidad, muy centrada en lo laboral, y se queda sin proyecto porque no lo ha construido o preparado. Muchos regresan a casa a tiempo completo sin involucrarse en lo doméstico o en la crianza, como sí lo hacen las mujeres, jubiladas o no. También las mujeres logran construir más vínculos emocionales significativos y diversos que los hombres”, explica a elDiario.es. Los datos de suicidio , dice, muestran el impacto que llegan a tener “los mandatos de la masculinidad tradicional” para muchos hombres: “Ese tener que ser los fuertes, no poder pedir ayuda, no reconocer la vulnerabilidad, tener un concepto equivocado de autosuficiencia”.

El factor social es también una de las claves que menciona el psicólogo Iñaki Lajud: “Un gran mandato de la masculinidad es no hablar de nuestras emociones, es ser frío, la independencia. Eso nos da estatus”. Un hombre puede tener muchas amistades, pero ¿qué tipo de amistades? Contar con una red robusta tiene más que ver con la calidad que con la cantidad de relaciones.

“Puedes quedar para ver el fútbol o jugar al pádel y te vas luego a casa y no has hablado de ti o no sabes bien cómo está tu colega. Nosotros nos vinculamos más a través de las acciones y las mujeres a través de las palabras y de crear intimidad. Una mujer queda con sus amigas y hablan o incluso quedan para hablar, nosotros siempre tenemos una actividad por medio y en los silencios los temas que se suelen tratar son la política, los deportes, la tecnología, la música… pero no hablamos de nosotros mismos, de nuestros miedos, preocupación sentimientos”, afirma el psicólogo. Las conversaciones masculinas giran en torno al afuera y el interior se vuelve así un terreno menos explorado y, desde luego, mucho más difícil de compartir con los otros.

Cuando existe un sufrimiento o alguna patología, “el mandato de no pedir ayuda hace que vayamos cayendo en una espiral cada vez más compleja y sin salida, que incluye no buscar atención psicológica”, añade Benno de Keijzer. Iñaki Lajud subraya la importancia de la red social, “de tener a diferentes personas de diferentes ámbitos y momentos de la vida que nos puedan proporcionar cariño, escucha, alternativas.”. “Con compartir el dolor y pedir ayuda y dejar que nos ayuden se solucionarían muchas cosas”, agrega el psicólogo, que habla de la importancia de contar con una red que permita contrastar los malos pensamientos que pueden llegar a tenerse.

Paula G. Valverde Fonseca habla de otra de las diferencias de género que existen y que tiene que ver con las metodologías del suicidio: “Las mujeres pueden ser hasta cuidadosas, piensan en quién las va a descubrir, que no quieren molestar a nadie.. hasta en ese momento están cuidando. Los hombres sienten que tienen que hacerlo y lo hacen sin importar tanto esas circunstancias y eso tiene mucho que ver con la socialización de género”.

En cualquier caso, la experta recuerda que apenas se registran como suicidios una pequeña parte de los que en realidad lo son. Algunos accidentes o abandono de tratamientos también podrían responder a esa lógica, pero no se reconocen como tales en la estadística. Y eso, aventura, podría cambiar algunas de las cifras que conocemos.

https://www.eldiario.es/sociedad/hombres-suicidan-mujeres-ver-machismo_129_9806017.html

Teresa Rodríguez rebate con la Biblia el racismo de Vox: “No les pido que sean humanitarios, pero sean cristianos”

La portavoz de Adelante Andalucía alude a pasajes bíblicos para reprochar a la formación de ultraderecha una moción sobre vivienda que excluye a extranjeros

Teresa Rodríguez habla desde la tribuna del Parlamento andaluz. Joaquín Corchero (EP)

La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ha esgrimido versículos de la Biblia en el Parlamento andaluz para reprocharle a Vox sus políticas xenófobas al hilo de una moción que la formación de ultraderecha ha presentado sobre política general en materia de vivienda en la que pone el requisito de “prioridad nacional” para los aspirantes. Rodríguez, además de incidir en que medidas de este tipo coinciden con las que defienden partidos como Fuerza Nueva, le ha reprochado a Vox que hay que verlo poniéndose en el papel de los miles de andaluces que han emigrado al extranjero y que pueden verse muy perjudicados si, en sus países de adopción, una formación de ultraderecha plantea iniciativas similares.

Al hilo de que el parlamentario de Vox Alejandro Hernández ha señalado que “la caridad empieza por uno mismo”, Teresa Rodríguez ha aprovechado para hablar de cristianismo, “una cultura que yo he compartido y una formación que he compartido seguramente con muchos de ustedes”. En este sentido, le ha recordado a la formación de ultraderecha que su candidata en las pasadas elecciones autonómicas, Macarena Olona, “estuvo toda la campaña diciendo que había que regar Andalucía de cruces y recuperar la cultura cristiana como base de nuestra civilización”, además de señalar que “trajeron a la señora Meloni [primera ministra italiana], que habló de la universalidad de la cruz”.

“No les voy a citar aquí ni el Manifiesto Comunista ni la Declaración Universal de Derechos Humanos, ni siquiera la Constitución ni el Estatuto de Autonomía de Andalucía, les voy a citar la Biblia, y miren ustedes, señores de Vox, la Biblia maldice a los xenófobos”. A continuación, ha citado versículos como “maldito el que viole el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda” (Deuteronomio 17:19) o “al forastero que reside junto a nosotros lo miraréis como a uno de vuestro pueblo y le amarás como a ti mismo” (Levítico 19:34). También ha recordado que “conoceréis la suerte del emigrante porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto” (Éxodo 23:9).

También ha recordado palabras de Jesucristo en el Nuevo Testamento, como “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis”, o cuando resalta que al ayudar a personas, entre ellas migrantes, “lo hicisteis también a mí mismo, eso dice Jesucristo”. También ha mencionado Hebreos 13:1 (“no se olviden de practicar la hospitalidad porque gracias a ello algunos sin saberlo hospedaron a ángeles”), “así que señores de Vox, no les pido que sean humanitarios, les pido que sean ustedes cristianos”, afirmación que ha remachado con un “feliz Navidad”.

https://www.eldiario.es/andalucia/teresa-rodriguez-rebate-racismo-vox-citando-versiculos-biblia_1_9797055.html

Vives rodeado de gente que ha dejado el trabajo pero sigue cobrando

Si no ha habido Gran Renuncia en España es porque quizás ha habido Gran Exilio: gente que, harta de todo y quemada, espera con el piloto automático que salga algo mejor

Tengo una teoría sobre la empresa española difícilmente comprobable, así que animo a los antropólogos laborales a intentar demostrarla: si quieres que te despidan, no te van a echar nunca, pero cuanto más necesitas el trabajo, más probable es que te larguen.
En el primer caso, porque la empresa se lo toma como un reto. ¿Cómo, que quieres que te eche? Eso es lo que te gustaría, vas listo. En el segundo, porque cuanto más vulnerable eres, más posibilidades tienes de ser el último mono cuya liana es cercenada en la última reestructuración. No hay nada menos meritocrático que un despido, que en la mayoría de casos depende de estar en el lugar equivocado en el momento incorrecto. Mala suerte.

Nos pasamos la vida dimitiendo en nuestra cabeza, fantasías que a veces se consuman

He recordado esta chapucera teoría de barra de bar porque últimamente me encuentro con mucha gente que ha dimitido de sus trabajos. No, no es que se haya marchado de la empresa como parte de esa Gran Renuncia que nos dicen que no está ocurriendo en España, aunque tengamos la sensación de que sí. Tal vez lo que está pasando es que los trabajadores han dimitido pero sin marcharse de sus puestos, porque en España quién va a hacerlo alegremente con una tasa de paro que no baja del 10% desde hace una más de una década. Esa quizá sea nuestra Gran Renuncia: no un portazo en Recursos Humanos, sino un exilio interior. El “en cuanto me salga algo me voy” se escucha más que “slo-mo-mo-mo”.
Hablando con unos y con otros me he sorprendido de cómo en todas partes ha proliferado el trabajador harto o enfadado o agotado que aguanta con el piloto automático. Vivimos rodeados por zombis que llegan a su hora a su puesto, que hacen las tareas que les han pedido, que hablan poco y tal vez no se quejen demasiado, que ni una mala palabra ni una buena acción, pero que en su fuero interno, han decidido que ya no trabajan para esa empresa. Estamos rodeados de zombis y esos zombis somos todos. Porque el trabajador zombi es, básicamente, el trabajador quemado, en algún punto del amplio espectro que va del término clínico al simple “harto de todo”. Lo dicen los manuales: el ‘burnout’ se manifiesta por “la pérdida del interés por sus tareas” y “una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral”. La Gran Renuncia no deja de ser el último paso de un proceso que llevaba años larvándose. Como me contaba Anthony Klotz, esto ya existía, pero ahora no es tabú.

Un trabajador zombi. (Reuters/Thaier Al-Sudani)

A menudo resulta imposible distinguir al trabajador dimitido del entusiasmado. Pueden seguir siendo productivos, cumplidores, incluso participativos, liberados de la carga de la responsabilidad y animados por el compañerismo. La diferencia es que, en su mente, ya están fuera, ‘fuerísima’.

Ocurre como en esos matrimonios que siguen funcionando por inercia durante décadas, aunque los dos sepan que hace tiempo que se acabó. Todos conocemos a ancianos que han dimitido de la vida, aunque sigan viviendo. Todos decimos basta poco a poco. La vida es una serie de dimisiones, a menudo simples fantasías que no se consuman, pero que ayudan a levantarse de la cama. La vida también es un proceso de espera, y en eso viven estos millones de dimitidos. En espera de otra cosa, de que algo cambie, y si tienen que elegir entre hacerlo en la calle o cobrando, es natural que se decante por ver hasta dónde pueden tensar la cuerda.

Es una rebeldía que se parece más a la del despechado que espera su momento para asestar la puñalada final que a la del revolucionario que quiere tomar el Palacio de Invierno. Una resistencia pasiva que tiene algo de huelga de celo, en la cual uno sigue en cuerpo y con buena cara, que hoy es viernes, pero no en espíritu. Sonreír, decir que sí y olvidar. Es como uno de esos juegos de aguantar la mirada: la empresa no quiere perder Si eso fuese verdad, les habrían echado ya, dirán. Pero a menudo hay pocos incentivos para hacerlo. Llevan tanto tiempo quemados que, precisamente por esa razón, uno ya no recuerda cómo eran cuando estaban motivados; un dimitido veterano seguramente conozca mejor su trabajo que un entusiasmado novato; y uno se ha reducido tanto que no se espera nada de él. Tengo, además, la sensación de que la cultura de la presencialidad española, irónicamente, hace pasar desapercibido al trabajador dimitido mientras siga ocupando su silla, que es para lo que le pagan. Es como uno de esos juegos de aguantar la mirada: la empresa no quiere ser la primera en apartar la vista.


Leía divertido un artículo de ‘The Washington Post’ en el que explicaba la dificultad que tienen las empresas americanas para despedir a la gente. Probablemente, sea difícil trasladarlo a España, pero daba pistas interesantes: como contaba el autor, “hay trabajos que requieren poco más que mantenerse despierto para hacerlos, y en un mercado tan ajustado, la gente con puestos más altos puede salir adelante fácilmente con el puesto automático”. Cuenta en el reportaje David Cancel, CEO de una firma de ‘marketing’, que para que te echen como ingeniero informático en su empresa hay que ser increíblemente chapucero. No despiden a nadie porque no son capaces de encontrar sustitutos. Dudo que en España sea exactamente igual, pero suena esperanzador después de décadas de “hace mucho frío ahí fuera”.
Ay, me voy otra vez, ay, te dejo
Dice una encuesta de Infojobs que el año pasado, el 23% de los trabajadores españoles se plantearon dejar su puesto de trabajo. Este, el porcentaje asciende hasta el 27%. Los resultados de LinkedIn son semejantes. A lo mejor no hay Gran Renuncia porque lo que hay es Gran Exilio interior.

Una silla calentita (Reuters/Christian Hartmann)

Como contaba mi compañera Paula Soler en un enfoque muy interesante, en España ‘we call it’ ‘Gran Rotación’. Según una encuesta de Adecco, solo un 5% de trabajadores piensan de verdad marcharse de su trabajo sin encontrar otro, lo que refuerza la teoría de que uno dimite sin marcharse, algo que no entra en ninguna estadística. Como matizará alguno, en España hay pocos incentivos económicos para marcharte por tu propio pie. Dicho artículo contaba que lo que retiene a los trabajadores es el teletrabajo, la formación y los programas de liderazgo, el horario flexible, el ambiente laboral o el desarrollo profesional. La salud mental, por otro lado, es el principal motivo por el que la población española activa se plantea dejar su trabajo. Es decir, cuando ya no puedes más.

Todos nos hemos replanteado a la fuerza nuestra relación con el trabajo y hemos llegado a conclusiones iluminadoras: los que cobran poco y saben que su rol es precario, que no les compensa dejarse pisar por dos duros y los que cobran algo más tienen cada vez menos miedo al futuro. Las empresas se encuentran con un duro competidor que hasta ahora no sabían que tenían. La vida, o mejor dicho, la posibilidad de controlar tu propio destino. Dimitir y seguir adelante, exiliado de tu entorno y refugiado en ti mismo, puede sonar alienante, pero es una forma de recuperar el control. Si la silla está calentita cuando suena la sirena, qué más quieren.

https://www-elconfidencial-com.cdn.ampproject.org/c/s/www.elconfidencial.com/amp/cultura/2022-06-13/vives-rodeado-gente-dejado-trabajo-cobrando_3440151/

La Barcelona o la societat amnèsica

L’Ajuntament de Barcelona va convocar una festassa, amenitzada per Comediants, per celebrar la retirada de l’estàtua de l’empresari, mecenes i primer marquès de Comillas, Antonio López y López (1817-1883), un català, amb orígens càntabres, que es va fer ric amb el comerç d’esclaus. Van acudir a la festa un miler de persones, incloent-hi un munt de nens que xalaven amb els números de circ, els tallers de plastilina, la xocolatada i la música d’Always Drinking Marching Band i del grup africà Djilandiang.

Festa per la retirada de l’estàtua d’Antonio López

Abans que una grua retirés l’estàtua del gran sòcol —el qual, per cert, continua al mateix lloc sense que n’hagin retirat unes al·legories més aviat sospitoses ni el nom de qui el coronava—, el cel de Barcelona va retronar amb els habituals focs artificials. La fanfàrria mediterrània de petards i festa provoca sempre l’admiració de grans i petits. Va ser un acte d’exorcisme com és degut. A falta de polítiques públiques de veritat, Barcelona en Comú sobreviu amb el recurs d’exalçar els simbolismes. Digueu-me quin biaix tenen els cerimonials simbòlics i us diré de quin peu calcen els que els organitzen.

L’estàtua-retrat en bronze d’Antonio López va ser esculpida per Venanci Vallmitjana i es va inaugurar el 13 de setembre del 1884. El 26 d’agost de 1936, l’estàtua va ser enderrocada per primera vegada i el bronze va ser destinat a les indústries de guerra. Acabada la Guerra Civil, Frederic Marès, diguem-ne un reputat escultor del règim, va refer el monument però va utilitzar pedra en lloc de bronze per a l’estàtua principal.

Tot això ho va explicar la meva amiga Judit Subirachs i Burgaya en un llibre excel·lent: L’escultura del segle XIX a Catalunya (1994). En repassar-lo m’he refermat en la idea que allò que està matant les ciutats és l’exhibició descarada de la ignorància, de la uniformització ahistòrica, que converteix els centres urbans en centres comercials a l’aire lliure sense ressaltar el que tenen d’històric els edificis que alberguen les grans i idèntiques marques que un transeünt pot trobar a Barcelona, a París o a Budapest. Als nens els enganyem amb llepolies en comptes d’ensenyar-los a gaudir de la ciutat històrica.

De l’ànima profunda d’una urbs que, com no podria ser d’una altra  manera, és feta amb retalls del passat que se superposen. Personalment, per exemple, em fascinava que l’estàtua del negrer i fundador de la Transmediterrània estigues a tocar, gairebé davant per davant, de Barcelona Head, l’escultura de grans dimensions de l’artista gràfic i escultor nord-americà Roy Lichtenstein, realitzada en col·laboració amb l’escultor extremeny Diego Delgado Rajado, i que es va instal·lar al moll de la fusta amb motiu dels Jocs Olímpics del 92. L’art públic urbà hauria d’adquirir la categoria dels estrats geològics i esdevenir la mesura del temps d’una ciutat.

Barcelona és, sobretot, un museu a l’aire lliure del segle XIX, amb illes setcentistes o gòtiques que en reforcen el sentit històric. Només caldria ajudar a interpretar-lo. Cluquin els ulls i imaginin-se que arrenquen a caminar des del carrer dels Montcada fins a l’estació de França, passant pel Born. En un espai tan reduït com aquest, s’hi condensa la història de la Catalunya medieval, moderna i contemporània. Una vegada vaig acompanyar uns amics japonesos a visitar les restes del Born. En van quedar admirats. Però el que més em va sorprendre va ser que, alçant la mirada cap amunt, va i em diuen: “El que ens agrada molt és l’edifici que han construït per preservar el jaciment”. Vaig quedar astorat. Va ser llavors que se’n va acudir que calia musegrafiar millor la ciutat. De passada ens estalviaríem els debats estèrils sobre la idoneïtat d’haver recuperat les restes del barri que va ser destruït per la repressió posterior al 1714. El Born no és un santuari nacionalista. És l’explicació més o menys ben resolta de la història d’una ciutat i té un aire, sense ser ben bé el mateix, del Covern Garden de Londres.

Els proposo un d’aquests itineraris imaginats. Baixin des de l’Arc de Triomf pel passeig de Lluís Companys (abans Saló de Sant Joan i durant la República de Fermín Galán i en època de Franco de Víctor Pradera), fins a les estàtues de l’alcalde Rius i Taulet (de Manel Fuxà i Pere Falqués 1897-1901), impulsor de l’Exposició Universal de 1888; de Roger de Llúria (de Josep Reynés 1885) i del pintor Antoni Viladomat (de Torquat Tasso 1888). Contemplin entretant l’estàtua de Pau Claris —deguda a Rafael Atché el 1917, retirada el 1939 i reinstal·lada el 1977—, i l’actual seu del Tribunal de Justícia, que es va començar a construir el 1887 i no es va inaugurar fins al 1908. L’estil de l’edifici és força eclèctic i en van ser responsables els arquitectes Enric Sagnier i Villavecchia i Josep Domènech i Estapà.

El conjunt contrasta amb l’estil modernista dels fanals del passeig, dissenyats per Pere Falqués, que són com guardians en la nit. Després entrin a la Ciutadella i topin amb l’estàtua eqüestre del general Prim (1887), obra de Lluís Puiggener, i facin un tomb pel parc, avui seu del Parlament, però que al segle XVIII es va concebre com un fortí, i el 1888 va acollir l’Exposició Universal. Ara té un aire de decadència impropi del que hauria de ser l’entorn de la seu de la sobirania popular. Des d’allí poden encarar l’avinguda del Marquès de l’Argentera (abans d’Eduard Maristany) i triar quin dels dos grans edificis d’arquitectura de ferro volen contemplar: el mercat del Born (ideat per Josep Fontserè i l’enginyer Josep Cornet i Mas, 1876) o bé l’estació de França (de Pedro de Muguruza, Raimon Duran i Reynals i Andreu Montaner i Serra, 1924-29).

Poden continuar avinguda avall cap al monument dedicat a Colom —un conjunt de ferro i pedra concebut el 1888 per Gaietà Buïgas i Monravà, que també caldria retirar si seguíssim la lògica d’Ada Colau—, i entretenir-se al Pla de Palau amb la Font del Geni Català (de Fausto Baratta i Francesc Daniel Molina, 1856) i els frisos dels porxos d’En Xifré, en un dels edificis més moderns de la seva època (1836-1840), del qual fins i tot es diu que va ser dels primers a tenir aigua corrent. És on hi ha el Restaurant 7 Portes.

Després podem passar per la plaça del duc Medinaceli, on hi ha la font-monument dedicada a l’almirall de l’armada medieval catalana Galceran Marquet, erigida el 1851, i explicar allà mateix els efectes de la desamortització eclesiàstica de 1835, que va afectar el primer establiment de l’orde franciscà, el convent de Sant Francesc, construït al segle XIII i enderrocat el 1836. On hi havia el convent ara hi ha la seu de la CNT. Paradoxes del temps. Els quadres de l’antic convent framenor van ser retirats per la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi abans de l’enderrocament i avui s’exposen al Museu Nacional d’Art de Catalunya. No hi ha res que ho indiqui.

Quan encara amb els ulls closos arribin a l’alçada de la Porta de la Pau, posin-se d’esquena al mar i busquin al començament de la Rambla, a mà dreta, l’Al·legoria del Comerç i de la Indústria (de Venanci i Agapit Vallmitjana, 1858-59) en una porta, ara inutilitzada, del lateral del Departament de Cultura, que abans donava entrada a l’antic Banc de Barcelona. Quin itinerari més bonic i ple d’història, oi?

Ara, però, si vull explicar als meus amics estrangers que Catalunya també havia estat un país esclavista, els hauré d’ensenyar una postal del monument d’Antonio López que ha estat retirat absurdament. Qui vulgui comparar el significat d’aquesta estàtua amb la polèmica i els disturbis generats per la retirada de l’estàtua del general Robert E. Lee a Charlottesville, senzillament fa demagògia.

És impensable que a Barcelona algú s’atrevís a convocar una manifestació supremacista als peus del negrer català, com sí que va passar amb els nostàlgics confederats nord-americans. Les accions polítiques han de guardar proporció amb el context on es donen i al dany o al benefici que provoquen.

David Rieff, un reconegut historiador i reporter nord-americà, fa temps va publicar dos llibres, Against Remembrance (2011) i In Praise of Forgetting (2016), tot i que el segon és una ampliació del primer, amb capítols idèntics entre l’un i l’altre. Aquest veterà corresponsal de guerra, fill de la gran Susan Sontag, és al·lèrgic al culte del passat. Arran d’haver palpat l’horror des d’inferns tan diversos com ara Irlanda del Nord, Bòsnia, Rwanda, Libèria, Sierra Leone o Kosova, ha fet seu un consell de Philip Roth: “recorda oblidar”. Les reflexions de Rieff no són fetes a la babalà. Escriu que al principi acceptava acríticament la cèlebre frase de l’assagista i filòsof hispano-nord-americà George Santayana (va néixer a Madrid el 1863 i va morir a Roma el 1952): “Aquells que no poden recordar el passat estan condemnats a repetir-lo”. Però el seu entusiasme memorialista va anar minvant amb l’impacte sobre seu de l’horror que diu així: “En tots aquests llocs [on va fer cròniques dels conflictes] vaig poder veure els efectes nefasts de l’ús de la memòria com a arma de guerra”. La memòria pot ser, certament, una arma llancívola perquè es basa en la regla, sempre arbitrària, de tants caps, tants barrets.

El temps tot ho cura, però. Almenys això diuen, sobretot si fem ús de la història i ens oblidem de la memòria, que n’és l’abús, perquè engalipa més que no pas explica. Recordar és un acte ètic, si es vol. I de vegades és necessari, sempre que no esdevingui un acte de fe. La política barrejada amb la religió, que és el que són les ideologies totalistes, és molt perillosa. La història és una altra cosa, atès que és font de coneixement i es construeix amb dades i no pas amb percepcions o opinions preconcebudes.

Historiar una ciutat és omplir-la de vida. És recrear-la i modificar-la alhora, perquè està feta amb les capes del temps. És un espai viscut. Només cal explicar-lo, com l’exercici que acabo de fer aquí. Gerardo Pisarello, doctor en Dret i tinent d’Alcalde de l’Ajuntament de Barcelona, va insistir a dir durant la festa de celebració de la retirada de l’estàtua d’Antonio López que aquella decisió era “un acte de reparació. El colonialisme i l’esclavatge són els pitjors productes de l’espècie humana”. Oh, i tant! Però la història no és cap judici sumaríssim. Reparar i recordar és possible. En canvi, fomentar l’amnèsia ciutadana converteix les ciutats en un geriàtric ple de malalts d’Alzheimer o en una guarderia de pàrvuls permanents. Els il·luminats que creuen tenir visions celestes de la vida així ho voldrien.

Publicat a elnacional.cat, 19/03/2018

Rafael Argullol: “Crec que es pot considerar la tragèdia del món i, alhora, dir sí a la vida”

Filòsof, escriptor i catedràtic d’estètica i teoria de les arts (UPF)

El professor Rafael Argullol (Barcelona, 1949) manté la seva lúcida capacitat d’analitzar el món des de la filosofia i l’art. Aquest 2023 ho farà a través de deu llibres compilats en un volum de “preguntes bàsiques”, en diu, sobre temes com la llibertat i la veritat. La idea d’Europa, l’humanisme, l’extrema dreta i el mirall de les xarxes socials: tot alimenta el gruix d’un pensador que escriu tant a prop del soroll de l’actualitat com del silenci de la poesia.

En moments d’incertesa mirem als filòsofs a la recerca de respostes. ¿En aquest moment té més respostes o més preguntes?

— Més preguntes. Jo no em considero filòsof, em considero cercador de coneixement i de llibertat. Com diu l’etimologia de la paraula, som amants o entusiastes del coneixement, no tant posseïdors del coneixement. La nostra arma són les preguntes. Les respostes, quan hi ha respostes, són sempre provisionals, transitòries. Un ha de treballar el món de les preguntes i això ens acosta a l’art, que és un espai a través del qual l’home s’ha fet preguntes i ha donat respostes sensorials limitades a través de les obres. Però la cultura és sobretot un gran dipòsit de preguntes.

Ha estat treballant durant els últims quatre anys en un llibre que sortirà al maig.

— És un llibre molt extens, de mil pàgines, i està dividit en deu llibres. El primer es diu llibre de la veritat, el segon de la restitució, n’hi ha un de la jovialitat, de la llum, de l’afinitat, de la llibertat… Són una sèrie de preguntes que jo em faig respecte a mi i respecte a l’època que m’ha tocar viure. ¿M’he dit la veritat, he estat lliure, he restituït allò que se m’ha donat?

¿Té resposta a la pregunta de què és la veritat?

— És de les preguntes més antigues i més difícils de contestar, perquè mentim contínuament. Des que som petits ens ensenyen que l’estratègia vital per sobreviure és no afrontar les coses sempre com una veritat crua. Per tant, la vida és una indagació sobre la veritat. Als Evangelis, a la part de la passió, quan Jesucrist diu “vinc a donar testimoni de la veritat”, el prefecte romà Ponç Pilat li diu: “Què és la veritat?” I se’n va. Aquesta pregunta plana sobre els segles i sobre les diverses cultures. Crec que és important dir-li a l’ésser humà que la veritat ens permet viure la vida d’una manera més rica. Sobretot hem d’intentar no mentir-nos a nosaltres mateixos.

¿Vivim precisament en un moment en què excel·leix la mentida col·lectiva? Estic pensant en les xarxes socials.

— És un moment en què la mentida col·lectiva té un cert prestigi. La mentida col·lectiva sempre ha existit, a tots els segles, a totes les cultures, el que passa és que hi havia com una muralla davant d’aquesta mentida col·lectiva que pretenia desprestigiar-la i intentar lleis, comportaments, conductes que cerquessin la veritat. El que és peculiar i perillós és que a la nostra època hi ha una indistinció entre la veritat i la mentida, i aquesta indistinció no és penalitzada, fins i tot hi ha vegades que és elogiada i premiada.

Ara fa 30 anys que vostè va publicar El cansancio de Occidente, el diàleg amb Eugenio Trias. ¿S’ha redreçat aquest rumb?

— En alguns aspectes la situació ha variat molt, sobretot pel predomini de les noves tecnologies. L’any 92, que és l’època olímpica en què escrivim aquest llibre, hi havia l’existència d’ideologies i de tradicions culturals que llavors semblaven molt fermes i ara, en canvi, no ho semblen. Un dels fets distintius de la nostra època és com avances cap al futur sense capacitat per mirar al passat, analitzar-lo i reflexionar-hi. Es descarten molts dels exemples de la gran cultura que havien sigut fars per a l’home europeu, per a l’home occidental i per a l’home en general.

¿La incapacitat de reflexionar sobre el passat és, per tant, una incapacitat d’aprendre?

— Tenim una gran incapacitat de memòria. Cedim la memòria a la tecnologia. Moltes coses que abans sabíem de memòria ara confiem que internet ens les digui. Però no únicament cedim les dades a la tecnologia, sinó la capacitat de reflexió. Per exemple la cultura. La cultura no és una dada concreta. Si jo pregunto per Voltaire, no cal saber qui és Voltaire, es mira a internet. Si pregunto per la Il·lustració, igual. Si pregunto per la Revolució Francesa, igual. Tot això es trobarà a internet més o menys ben explicat, però el que internet no farà serà lligar Voltaire, Il·lustració i Revolució Francesa. La capacitat d’interrelació que en efecte és la cultura tenia o té un dels seus eixos principals en la memòria. Per això els grecs a la memòria, mnemòsine, la posaven com la matrona de les arts. La memòria és la capacitat d’interrelació, i això també en la nostra vida personal i col·lectiva. En el moment en què perdem la memòria de nosaltres mateixos, de la nostra vida, perdem d’alguna manera la nostra humanitat.

¿Sense memòria, capacitat de concentració ni capacitat d’interconnectar, ens aboquem a un temps de frivolitat?

— Diria de fragilitat. Una manca de defenses, una manca de capacitat de resistència, una manca de capacitat de concentració, això porta a una fragilitat. L’ésser humà està immers en una mena de tirania de l’actualitat contínua que fa que allò que avui és decisiu i molt important potser demà o demà passat ja no es considera o no existeix, i això el porta a una sensació que els seus referents són escassos, una sensació de nuesa.
És una paradoxa perquè en teoria tenim l’ésser humà més armat tecnològicament de tota la història de la condició humana, però això, al mateix temps, va acompanyat d’una nuesa espiritual i fins i tot una nuesa mental considerable.

I com evitem aquesta fragilitat o nuesa? Amb l’humanisme?

— L’humanisme que hem d’intentar ha de tenir en compte la fi de l’egocentrisme, la fi de tants prejudicis de tot tipus que tenia la nostra cultura, fins i tot és un humanisme que ha de tenir en compte que l’home no es pot considerar el centre del món en el sentit absolut, sinó que s’han de considerar tots els éssers vius, el cosmos. És a dir, d’una manera egoista no podem proclamar que l’home és el centre del món, com el vell humanisme feia.

Com accedim a aquest nou humanisme?

— Hi ha dos corrents contraposats. Aquest predomini de la tecnologia que porta potser una pèrdua de la memòria, de referents, etcètera, sembla que podria anar en contra de l’humanisme. Però en els últims 20 anys el nou humanisme ha afrontat de cara molts prejudicis que tenia el que hem anomenat civilització i cultura. En aquest sentit, les desarticulacions més o menys revolucionàries que s’estan produint a la nostra època en el terreny de la raça, del sexe, en tots els terrenys que estaven oblidats, són molt interessants per a la construcció d’un nou humanisme.

¿Aquest nou humanisme té una revolució clau en el lloc de les dones al món?

— Indubtablement és un aspecte molt important, potser el més destacat, però també és molt important la nova relació que molts proclamen amb el planeta, amb la terra, amb el cosmos, amb els animals. Jo aquest estiu he estat llegint molt Simenon, i és un escriptor molt important i molt interessant, pràcticament un Balzac del segle XX, però els prejudicis que hi ha a la narrativa de Simenon, com en tots els escriptors del segle XIX, farien que molta gent s’escandalitzés actualment. Em penedeixo d’haver llegit un 80 per cent de llibres que tenien contingut antijueu, perquè això era habitual a la historia de la cultura europea, de la mateixa manera que era habitual el contingut racista i el contingut masclista.

¿Potser ara sí que haurem d’arribar a la conclusió que, malgrat el que sembla, evolucionem?

— Per això deia que es troben dos corrents contraposats, un que ens despulla i un altre que ens vesteix de manera diferent de com anàvem. I si això passa amb una certa saviesa, ens pot ajudar en aquest nou humanisme i pot facilitar un futur per a la condició humana.

¿Aquest nou humanisme com dialoga amb una Europa en guerra?

— L’humanisme vell va dialogar sempre amb situacions de guerra. L’humanisme reneix al Renaixement amb guerres contínues. El Renaixement es fa a Florència amb la pesta negra molt recent i amb guerres i lluites contínues. Montaigne escrivia assajos meravellosos a 20 quilòmetres del front de guerra al sud de França. Aquest nou humanisme ha d’apel·lar a la no-guerra, com feia l’antic, però amb les condicions actuals. Per posar un exemple, la invasió russa d’Ucraïna és totalment injusta i injustificada, però s’ha de tenir en compte que el manteniment de la geopolítica antiga també és injust. Intentar mantenir l’OTAN com el bloc hegemònic al món xoca amb la nova realitat del món, i per això la Xina, l’Índia, etcètera, no es conformaran que les coses siguin igual que al segle XX.

Europa ha de ser un territori flexible i obert a les migracions ”

Quina és la seva idea d’Europa?

— De les idees polítiques, la que més il·lusió m’ha fet a la meva vida és la idea d’Europa, però la idea que jo tenia és la de Goethe, de Rilke, de Valéry; és a dir, d’una Europa creativa des del punt de vista espiritual i cultural. Això ha estat substituït per una Europa que està massa construïda en termes burocràtics i centralistes, i en termes, per què no dir-ho, de corrupció, com s’està veient aquests dies. L’Europa unida a la qual podem aspirar és la dels primers grans pensadors, però tenint en compte que Europa de cap manera es pot plantejar recuperar la posició colonial o neocolonial, això és obvi. Europa ha de ser un territori flexible i obert a les migracions, fins i tot per necessitats demogràfiques.

¿La seva és una visió optimista de la realitat?

— Jo soc optimista o pessimista depenent de com em va el dia des del punt de vista emocional. El primer grau de coneixement de la veritat és saber com estàs tu. Els dolors i plaers de la humanitat no deixen de ser abstractes enfront del nostre plaer i el nostre dolor. Crec que es pot ser capaç de considerar la situació tràgica del món i, alhora, voler dir sí a la vida. No únicament sobreviure sinó viure. Per això torno al començament: un ha de viure per poder viure la vida dels altres, de la mateixa manera que un ha de tenir amor propi per poder estimar.

Però vivim un auge de la ultradreta. És un fruit humà més?

— M’indigna que quan es parla de Hitler o del nazisme es digui que és una cosa inhumana… Tant de bo fos diabòlica i inhumana! El problema és que va ser humana. Jo crec que els populismes d’ultradreta actuals són la conseqüència de l’enfonsament de les ideologies il·lustrades i romàntiques en la segona meitat del segle XX. El segle XXI és bastant orfe d’ideologia i, lligat amb l’amnèsia, és molt més fàcil que surtin a l’escenari bruixots que t’ofereixin curacions i salvacions immediates.

¿Per això nosaltres som més orfes en certeses?

— Som orfes en certeses perquè les velles ideologies humanístiques creaven complicitats entre aquells que hi participaven, i nosaltres tenim la sensació de campi qui pugui. Les noves tecnologies també juguen un gran paper d’emmascarament: la gent es creu que ja està connectada, però no està connectada amb profunditat. I com a conseqüència, un dels aspectes importants de la nostra època és el sentiment de soledat, del qual se n’ha parlat força últimament.

Estem més a la intempèrie.

— Estem més a la intempèrie, sí.

https://www.ara.cat/cultura/rafael-argullol-tragedia-vida-humanisme-ultradreta-cultura_128_4583137.html

Rafael Argullol: “El hombre con miedo es proclive a creer en fanatismos”
https://www.elmundo.es/papel/cultura/2019/02/08/5c5c059afc6c83526a8b466b.html

Abandonament escolar prematur a Catalunya

Què ens diuen les noves dades d’abandonament escolar prematur a Catalunya?

L’Enquesta de Població Activa, publicada a finals de gener de 2022, mostra que l’abandonament escolar prematur ha baixat 2,5 punts en un any a Catalunya i se situa en un 14,8%. Tot i tractar-se d’una baixada estructural de l’abandonament, i per tant no ser fruit de polítiques destinades específicament a aquest objectiu, cal celebrar la millora de les dades i impulsar mesures eficients per prevenir l’abandonament entre l’alumnat més vulnerable.

La xifra d’abandonament escolar prematur (AEP) que teníem fins ara (segons dades de 2020) era, a Catalunya, del 17,4% de joves entre 18 i 24 anys que no tenen cap titulació més enllà de l’ESO i que declaren que no estan estudiant. Espanya, amb un 16% de mitjana, es trobava en una vergonyosa primera posició a Europa, i Catalunya per sobre de la mitjana espanyola i molt per davant d’altres comunitats autònomes amb indicadors de nivell de vida similars als nostres.

Amb la publicació de les noves dades ens trobem amb una davallada molt significativa que ens indica que Catalunya té un AEP del 14,8% i el conjunt d’Espanya del 13,3%.

La xifra, però, és una mitjana que no expressa la diferència claríssima que hi ha entre les noies que abandonen el sistema educatiu (o el sistema les abandona a elles), que són el 9,9%, i els nois, que representen un escandalós 19,4%. Hi ha altres elements a banda del gènere que també fan variar enormement aquesta taxa, com són l’origen geogràfic, el nivell d’estudis de la família i la renda.

La UE va fixar un objectiu de reducció de l’abandonament escolar especialment adaptat per a Espanya del 15% per al 2020 (que, per tant, hauríem assolit, si bé amb un any de retard), i un 9% per al 2030, que és d’aquí a vuit anys i del que ara com ara ens trobem massa lluny. Però no hem de perdre de vista que, després d’uns anys de baixada i d’un cert estancament, arribar a una xifra d’AEP per sota del 15% ha de ser un motiu de satisfacció.

Relacionat: Llegeix la publicació L’escola no és per a tu: el rol dels centres educatius en l’abandonament escolar

Cada punt percentual que reduïm són persones, nois i noies que decideixen tirar endavant, continuar estudiant, fer un grau mitjà o bé un batxillerat i graduar-se, com a mínim, en educació secundària postobligatòria. Aquest fet és un petit pas (la diferència teòrica són només dos anys d’institut) però significa tot un univers en les possibilitats d’accés a altres estudis, accés al món laboral i desenvolupament econòmic personal i col·lectiu.

Fets, per tant, gens menyspreables, sobretot si tenim en compte com han estat els darrers dos anys per als estudiants en general i per als adolescents en particular. En aquest context, continuar amb motivació, seguir anant a classe, seguir estudiant, passant exàmens i aprovant malgrat la pandèmia, les baixes de professorat, els confinaments i les classes a distància ha estat una heroïcitat. Es mereixen una ovació.

Tot i això, és important que no ens adormim amb la satisfacció i l’eufòria davant d’aquest descens de més de dos punts i mig percentuals.

Catalunya, per sobre de la mitjana espanyola i de l’objectiu europeu

Catalunya encara és la cinquena comunitat autònoma amb més AEP de l’estat espanyol. Venia de ser la setena per la cua, cosa que vol dir que estem en una pitjor posició relativa perquè altres regions ho han fet millor que nosaltres. A més, a l’espera de veure les dades actualitzades a nivell europeu, és molt probable que encara ens trobem a la cua d’Europa (o capdavanters, en una lamentable competició).

En aquest sentit, podríem parlar d’una baixada estructural de l’abandonament i la nostra regió ha seguit aquesta tendència, gairebé natural, dels joves a mantenir-se cada cop més dins els estudis secundaris. Probablement, el mercat laboral al qual es podia accedir amb poca qualificació ha perdut parcialment el seu efecte crida, a causa de la major especialització de gran part de les opcions professionals, fins i tot en les feines del sector serveis.

Relacionat: Llegeix l’article 100 dies per situar l’abandonament com el principal repte educatiu de país

No sabem què passarà quan deixem enrere la crisi provocada per la pandèmia i es reactivi l’economia de sectors menys especialitzats com el turisme o la construcció, ni quins efectes directes tindrà en l’abandonament l’augment de la pobresa. Sembla haver-hi consens, però, entre les veus expertes en AEP que la tendència serà a l’estabilització i a la baixada d’aquesta taxa.

A banda, també s’han pres mesures estratègiques valuoses, com l’enfortiment i la diversificació de la formació professional, la limitació de la repetició de curs a l’ESO o altres mesures d’emergència vinculades a pal·liar les conseqüències educatives de la COVID, com ara els fons europeus Next Generation per a l’Educació o el Pla de Millora d’Oportunitats Educatives del Departament d’Educació.

Però no podem oblidar aquest 14,8%. Són joves amb nom i cognoms. Sobretot nois, adolescents nascuts a l’estranger, joves de la comunitat gitana, alumnes provinents de famílies amb baix nivell educatiu i amb baix nivell d’ingressos. Alguns tenen dificultats d’aprenentatge, d’altres una manca d’orientació educativa, moltes segurament conviuen amb la desmotivació, la soledat i la incertesa.

També hi ha el fet que potser s’han escolaritzat en centres amb massa pocs recursos i no suficient especialització per gestionar la complexitat, amb ràtios massa elevades, matrícula viva o d’altres mancances.

Relacionat: Llegeix la proposta La fórmula de l’equitat

Per a assolir l’objectiu europeu de reducció de l’AEP pel 2030 hauríem de fer decréixer, per tant, la taxa del quasi 15% actual a un 9% de l’alumnat. Això suposaria facilitar que, com a mínim, 5 de cada 100 adolescents que abandonarien continuïn estudiant, prenguin decisions encertades, es graduïn i puguin accedir si ho volen als estudis superiors o a un mercat de treball qualificat.

Això requereix estratègies precises i intencionals: si els deixem com un mal estructural del nostre sistema, els naturalitzem i els invisibilitzem. Per si mateixos no canviaran de tendència i a més, com diuen els experts, com més baixa és la taxa, més costa reduir-la.

És una qüestió de justícia social treballar per evitar aquesta exclusió educativa, i ja coneixem solucions i estratègies d’èxit que s’estan duent a terme no gaire lluny de casa nostra. Només cal anar al País Basc o a Portugal. Per exemple, el govern basc ofereix un servei personalitzat i continuat d’orientació per a l’alumnat que finalitza la secundària postobligatòria i ha enfortit i diversificat les opcions d’FP. Per la seva banda, Portugal llançà l’any 2012 un pla integral per combatre l’abandonament i el fracàs escolar, que permeté baixar d’unes xifres d’AEP d’un 41% el 2002 a un 13,6% el 2016, centrant-se en l’atenció precoç i l’atenció individualitzada de l’alumnat amb major risc d’abandonament.

Cada jove que abandona els estudis (o que els estudis l’abandonen a ell) serà en el futur una persona adulta amb major risc de pobresa.

Si ens limitem a acceptar la nova taxa com un èxit, estem deixant de banda nois i noies, famílies que necessiten que el sistema educatiu els integri, els faci sentir com a casa i els acompanyi cap a l’educació i, per tant, cap a la ciutadania plena. Cada jove més que abandona els estudis (o que els estudis l’abandonen a ell) serà en el futur una persona adulta amb major risc de pobresa i amb dificultats per accedir als seus drets amb la plenitud exigible en una societat democràtica. Hem de posar en marxa amb caràcter d’urgència, des dels diferents estaments responsables, mesures eficients dirigides a la prevenció de l’abandonament entre l’alumnat més precaritzat per aconseguir que tinguin itineraris educatius amb sentit, amb qualitat i amb futur.

Si vols saber-ne més:

https://fundaciobofill.cat/blog/que-ens-diuen-les-noves-dades-d-abandonament-escolar-prematur-a-catalunya?utm